Lucha por la participación de la mujer en la Argentina
Hoy quiero recordar en particular a Julieta Lanteri, compañera de lucha en la pelea de muchas mujeres. La mayoría permanece en el anonimato, como Victoria Ocampo, Carolina Muzzilli, Alfonsina Storni y Salvadora Medina Onrubia, Cecilia Grierson, Alicia Moreau de Justo, Adela García Salaberry, Berta W. de Gerchunoff, Elvira Rawson de Dellepiane, Teresa Ratto y Ernestina López de Nelson.
Julieta Lanteri que fue la primer mujer en la Argentina en votar y en presentarse para diputada nacional.
Los debates para apoyar o no la ley del sufragio femenino fue por lo menos acalorado. Sucedieron en el interior de los partidos políticos y entre las diferentes organizaciones de mujeres
Julieta, italiana de nacimiento, fue la primera mujer que pudo ingresar y recibirse en el Colegio Nacional de La Plata, y años más tarde se graduó de farmacéutica en la Universidad de Buenos Aires. En 1906, se convirtió en la quinta mujer en recibirse de médica y al año siguiente obtuvo su doctorado.
Para 1910, en el contexto del debate sobre la reforma electoral que llevaría a la llamada Ley Roque Sáenz Peña y ya nacionalizada argentina, Lanteri realizó una presentación judicial reclamando que se le reconocieran todos los derechos como ciudadana, incluidos, por supuesto, los políticos. Y el fallo de primera instancia resultó favorable. El juez Claros dijo “como juez tengo el deber de declarar que su derecho a la ciudadanía está consagrado por la Constitución, y en consecuencia, que la mujer goza de los mismos derechos políticos que las leyes acuerdan a los ciudadanos varones, con las únicas restricciones que, expresamente, determinen dichas leyes, porque ningún habitante está privado de lo que ellas no prohíben”.
Así, en julio de 1911, la doctora Lanteri fue la primera mujer incorporada al padrón electoral argentino, y el 26 de noviembre de ese año fue la primera sudamericana que pudo votar.
Al año siguiente, fue sancionada la ley que democratizaba el sistema electoral disponiendo el carácter secreto y obligatorio del voto, pero se establecía que el padrón electoral se confeccionaría con el del enrolamiento del servicio militar, con lo cual, las mujeres quedaban expresamente restringidas por la ley. Una manera elegante de dejarnos afuera de los derechos políticos sin nombrarnos dentro de las exclusiones.
No obstante, Lanteri fue por más y presentó un escrito reclamando su candidatura a diputada para las elecciones de 1919, ya que “la Constitución Nacional emplea la designación génerica de ciudadano sin excluir a las personas de mi sexo, no exigiendo nada más que condiciones de residencia, edad y honorabilidad, dentro de las cuales me encuentro”. Otra vez la justicia hizo lugar a su reclamo, el fallo fue favorable y Lanteri presentó, a través del Centro Independiente, su plataforma electoral; allí proponía licencia por maternidad, subsidio estatal por hijo, abolición de la prostitución y la pena de muerte, sufragio para los dos sexos, salarios iguales para trabajos equivalentes, y divorcio absoluto. Obtuvo 1.730 votos sobre un total de 154.302.
La década del 20 trajo importantes novedades para las sufragistas: aunque fuera sólo a nivel municipal y provincial el hecho que las mujeres pudieran votar en San Juan, Mendoza y Santa Fé demostró que estaba más cerca la meta.
En Buenos Aires en 1920 Alicia Moreau de Justo organizó el Comité Pro Sufragio Femenino,
para hacer un simulacro de elecciones, con el objetivo de instalar el tema en la sociedad. Ella iba como respresentante del Partido Socialista. Invitó a Alicia Rawson de Dellepiani, a quien respaldaba el radicalismo y a Julieta Lanteri, que presentaba su propia propuesta:"derechos civiles y politicos iguales para ambos sexos, igualdadde hijos legítimos e ilegítimos, divorcio absoluto, protección de las mujeres en el mercado de trabajo, igual pago por igual tarea... abolición de la pena capital, protección frente a los accidentes de trabajo, abolición de la venta, manufactura e importación de bebidas alcoholicas, etc". Durante 24 días de propaganda electoral, Alicia Moreau repartió veinte mil volantes en fábricas, talleres y plazas, donde decía: "No habrá verdadera democracia mientras la mujerno tenga derechos políticos y civiles en condicionesiguales al hombre". Votaron 3067 mujeres en 31 mesas. Alicia triunfó, Lanteri salió en segundo lugar y desde entonces hasta 1926, participó como candidata en elecciones nacionales dediputados. En 1920 obtuvo 1303 votos (esta vez masculinos) y en 1924 fueron 1313. ¿Quienes la votaban? Aquellos que no querían votar a lso conservadores,ni radicales, ni socialistas Pocos saben que Julieta Lanteri falleció a raíz de un curioso accidente vial, fue arrollada por un auto que transitaba marcha atrás en 1932, por lo que no pudo ver concretada el inicio de su lucha.
El 9 de septiembre de 1947 una multitud de mujeres se agolpó en las inmediaciones del Congreso de la Nación para exigir a los legisladores la aprobación la ley de sufragio femenino.
En esa fecha, la Cámara de Diputados de la Nación convirtió en Ley el voto femenino. El Poder Ejecutivo fue quién presentó el proyecto, en el marco de una batería de más de cuarenta leyes que Juan Domingo Perón había anunciado dentro de la planificación estatal conocida como el Plan Quinquenal.
Participación de las mujeres en el acto multitudinario en Plaza de Mayo, donde se anuncia la Ley 13.010
Una lluvia de telegramas con un sin fin de remitentes llegaban diariamente a los despachos de los diputados y senadores nacionales de aquel entonces. Eran personas, organizaciones sociales y grupos partidarios que solicitaban la aprobación de la ley del voto femenino. Otros, preferían acudir a sus aptitudes para hacerse escuchar, como muchas actrices y actores famosos de la época, participando en cortos audiovisuales que fomentaban el debate.
Asimismo, las mujeres organizadas empapelaban las ciudades bajo el lema “la mujer puede y debe votar”, mientras Evita impartía sus discursos por radio, religiosamente, incitando a las mujeres a luchar por sus derechos.
“La mujer puede y debe votar, como una aspiración de los anhelos colectivos. Pero debe, ante todo, votar, como una exigencia de los anhelos personales de liberación, nunca tan oportunamente enunciados.”
“Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar”.
El 21 de agosto de 1946 el proyecto fue aprobado por la Cámara Senadores, para que el 9 de septiembre del año siguiente hiciera lo propio la Cámara de Diputados, luego de un maratónico debate. Días más tarde, el 23 de septiembre de 1947, se promulgó la Ley 13010.
Ese día Evita se consagró con un discurso histórico: "
“Recibo en este instante de manos del Gobierno de la Nación la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza que lo hago en nombre y representación de todas las mujeres argentinas, sintiendo jubilosamente que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria”.
En las elecciones del 11 de noviembre de 1951 cuando se producen las primeras que ponían en práctica la ley.
“Para esas elecciones en el padrón figuraban 8.623.646 de electores, entre ellos, 4.222.467 mujeres. De ese total, el 90,32% se hizo presente en las urnas y más de la mitad votó al peronismo. El resto de las electoras, 1.375.096, lo hicieron por otras fuerzas políticas, que en total sumaban ocho candidaturas”
También lo fue la primera participación legislativa de la mujer dentro del Congreso. Para 1952, entre los 30 senadores nacionales, seis eran mujeres, y las diputadas conformaban apenas el 15% de la cámara baja. Recordemos que en ese momento gran parte del territorio argentino estaba dividido por Territorios Nacionales en donde nadie votaba, el poder ejecutivo era el que nombraba las autoridades.
Un capítulo aparte merecen Florentina Gomez Miranda primera legisladora posterior a la dictadura que establece el divorcio vincular, la igualdad de hijos legítimos e ilegítimos, patria potestad compartida por ambos padres, y la Da. jueza de la nación Carmen Argibay Molina la primera elegida para formar parte de la Corte Suprema de Justicia.
No será hasta 1991, cuando se aprobó la ley de cupo femenino, que estableció garantizar, al menos el 30% de participación femenina en las listas de partidos políticos para cargos nacionales.
Y La Ley 27.412 de Paridad de Género en Ámbitos de Representación Política es una legislación argentina que establece que las listas de candidatos al Congreso de la Nación (diputados y senadores) y al Parlamento del Mercosur deben ser realizadas "ubicando de manera intercalada a mujeres y varones desde el/la primer/a candidato/a titular hasta el/la último/a candidato/a suplente". Fue sancionada el 23 de noviembre de 2017.
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