Cómo identificar
y actuar
frente a posibles
abusos en los niños.

En este tema,
el cuerpo y la conducta de los niños pueden ser aliados para desterrar dudas,
especialmente cuando predominan las limitaciones para verbalizar lo ocurrido.
Es allí donde los especialistas aconsejan hacer hincapié, con el fin de atajar
desde el inicio el conflicto y encontrar una solución integral en el tiempo.
La mayoría
de los profesionales idóneos en la materia coinciden en señalar la importancia
de que la familia acentúe la mirada y acelere la consulta apenas comprueba
ciertas anomalías. Además, enfatizan la necesidad de acompañar este proceso
bajo la supervisión y contención de un equipo de profesionales entrenados.

"Se considera abuso
o acoso sexual en niños a toda actividad que sea llevada a cabo por un adulto y
que tenga connotaciones sexuales. Ocurre sin el consentimiento y en condiciones
de desigualdad entre el abusador y la víctima, como consecuencia de algún tipo
de coerción, por lo que conlleva a un acto de poder sobre un niño por placer
del adulto", consigna Marisa Russomando,
directora del espacio La Cigüeña.
En general,
esas actitudes reúnen manifestaciones diversas, lo que no necesariamente
implica hablar sólo de contacto físico.

En ese
sentido, los chicos afectados deben pasar por distintas situaciones, que van
"desde la penetración o agresión física o contacto físico (tocamientos,
masturbación, sexo oral), exhibicionismo o erotización con relatos de historias
sexuales, como videos, películas y fotografías".
Se pueden
encontrar signos físicos, e indicadores psicológicos, basados en el relato del
niño cuando no hubo penetración.
Por lo
general, las “señales de alarma” que deben tenerse en cuenta ante una víctima son
cuando:
- Verbaliza que fue abusado y espera que se le crea para ser protegido
- Habla de partes sexuales o de actos sexuales cuando aun no comprende acabadamente el contenido o si es inadecuado para su edad
- Se encierra en si mismo, tiene conductas regresivas (enuresis) o se vuelve temeroso a cuestiones especificas
- Demuestra angustia sin aparente motivo, cansancio o apatía permanente, conductas agresivas persistentes, evitación exagerada al contacto (aislamiento)
- Tiene pesadillasabuso sexual infantil
- No habla (mudez), o tartamudea
- No mira a la cara a la gente o habla mal de casi todo el mundo

Si puede
verbalizarlo adecuadamente, tiende a proteger al agresor o minimiza sus actos
(algunas veces porque esta amenazado o persuadido por el mismo agresor)
No obstante,
se debe aclarar que la presencia de estos signos no confirma en todos los casos
la existencia de un abuso.
¿Qué hacer
ante un posible abuso?
Ante las señales
ya sean físicas o psicológicas, el primer paso es no perder la calma y actuar
con prudencia, responsabilidad, discreción y sentido común. En la práctica esto
se traduce en realizar enseguida la consulta al pediatra de confianza, sin caer en la tentación de
apabullar al chico sospechado con preguntas incómodas o que no sabrá responder
por su corta edad. A partir de ahí, se decidirá si se requiere o
no de una evaluación psicológica", dice el Dr. Horacio Vommaro,
psiquiatra que preside la Asociación de
Psiquiatras Argentinos (APSA). Luego se debe proceder conforme a la
evolución del tratamiento y el consejo de los especialistas. "Lo
principal es ayudar a la familia y cuidar al pequeño, que debe sentirse
contenido, admirado y sin prejuicios alrededor", agregó.
"Siempre habrá que creerle [al chico] y recurrir al asesoramiento de
profesionales entrenados” En los
hospitales públicos infantiles cuentan con protocolos de actuación y profesionales
idóneos en la materia.
Medidas de
prevención
"Para evitar
estas situaciones es recomendable promover
la educación sexual tanto en la familia como en la escuela, que oriente a los
niños hacia el respeto y el cuidado del propio cuerpo. Ello implica no hacer
nada que no quiera y no dejarse hacer nada que no quiera o considere malo".

También se
resalta el papel contenedor y de prevención que puede desarrollarse en esta
tarea la escuela, como receptor de lo que hace a la sociedad.
Sin embargo
en otros casos se recomienda por ej. la
posible instalación de cámaras de seguridad en las instituciones educativas
para ejercer un mayor control de lo que sucede puertas adentro.
Indicadores para detectar
Físicos: lesiones en zonas genital y/o anal;
sangrado vaginal y/o anal; infecciones genitales o de transmisión sexual; flujo
vaginal con presencia de gérmenes no habituales en niñas.
Psicológicos:

Para remitirse a educación sexual integral desde la niñez remitirse al artículo del dìa 9 de junio de este blog.
Fuente:
Diario La Nación, Bs As. on line,Miércoles 22 de mayo de 2013
Diario La Nación, Bs As. on line,Miércoles 22 de mayo de 2013