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martes, 18 de enero de 2022

Cristo Rey: una reseña sobre la imagen de Cristo en la Cruz.

 

Cristo Rey de Sierras Bayas






La imagen de Cristo Rey de

Sierras Bayas 



En mi viaje de vacaciones recorriendo la zona serrana de la provincia de Buenos Aires me encontré en Sierras Bayas con una talla en madera muy peculiar. Se trata de la imagen entronizada en la parroquia de Cristo Rey, templo que fue donado por la fábrica cementera local. Este  Cristo Rey es tamaño natural está tallado en madera, en la iglesia desde 1938.

Parroquia de Cristo Rey en Sierras Bayas
Cristo Rey Interior

Cristo Rey
Cristo Rey

Cristo Rey Románico
Fue ver la talle e inmediatamente me remitió a los Cristos Románicos, pero es tan difícil encontrar alguna obra de un estilo específico en Argentina. Sin embargo, me he puesto  a repasar mentalmente las características de esas representaciones y hago partícipes a Uds. de mis pensamientos.

Ante todo se trata de un Cristo Resucitado.

A nuestra derecha podemos ver un Cristo Rey de San Gil correspondiente al  románico español.


En los inicios del Cristianismo se representaba la cruz sola, porque para los primeros cristianos era motivo de vergüenza que su Mesías hubiese muerto como los peores criminales.

Pero a partir del s VI  se empezó a representar la cruz con Cristo, aunque con desproporcionalidades y rigideces, se trataba de representar la figura del sacrificio de  Dios, hecho hombre y el símbolo de la salvación de la humanidad que nos otorgó. En cuanto a los clavos de Cristo ninguno de los evangelistas aclara este detalle, por lo tanto la representación de éste con tres o cuatro clavos corresponde a motivos iconográficos.

A partir del Concilio de Constantinopla del siglo VII que se recomienda la representación  de Cristo en la Cruz para dejar constancia de su naturaleza humana, frente a la doctrina monofisita que absorbió la naturaleza humana en la divina, y su sacrificio. Recordamos que en estos primeros siglos del Cristianismo la Iglesia buscaba formar el dogma que entendiera en su justa medida la naturaleza humana como divina de Jesús.

Cristo Rey en plena Edad Media

Mientras vemos otra imagen del románico español.

La imagen de Jesús en la Cruz  viene a redoblar la idea de la victoria  de Cristo sobre la muerte y el pecado, el Dios encarnado que rescata la humanidad. Sufrió como hombre una muerte particularmente lenta, dolorosa, humillante pero dio muestras al tercer día de su Resurrección, de su llegada a los cielos para ubicarse junto a Dios Padre.



Volviendo a la imagen que queremos analizar lo primero que me llamó la atención fue la presencia de los cuatro clavos, ya que estamos acostumbrados desde el Gótico y Renacimiento en Occidente a ver representado a Cristo con tres clavos. Esto tiene que ver con un tema de movimientos en el arte, las corriente más hieráticas como el Paleocristiano, Bizantino y Románico usan cuatro para mantener separadas y paralelas  las piernas de Jesús, mientras que desde finales de la Edad Media cuando las figuras retoman lentamente el movimiento clásico se lo va a representar con las piernas cruzadas y un solo clavo en ambos pies. 

En la Argentina son contados con las manos los conocidos como Cristos de Cuatro Clavos, el que se encuentra en la capilla de Casa Rosada, el de la Catedral de San Isidro y los heredados del período hispano, de los que yo tenga conocimiento, obviamente habrá algunos pocos más, aunque no son la norma. Pero también encontramos una imagen de Cristo Rey crucificado con cuatro clavos pero vestido con una túnica similar en el barrio de Villa Pueyrredón de CABA que también encaja en el tipo de representaciones románicas de Jesús Crucificado.

Cristo Rey de Villa Urquiza

                                           Cristo Rey de Villa Urquiza

Cristo de cuatro clavos


Cristo de Cuatro Clavos de la Catedral de San Isidro


Pantocrátor pintado
Una de las figuras clásicas propias del arte románico eran las figuras conocidas como Pantocrátor que
se encontraban en los  tímpano de las puertas de las iglesias esculpidas o pintadas en su interior y en ellas se representaba a Cristo en Majestad  en una de las manos presentaba actitud de bendecir y en  la otra las escrituras. Se suele enmarcar en un cerco oval conocido como mandorla (del italiano mandorla, ‘almendra’) y ocupan el espacio adyacente las cuatro figuras del tetramorfos, es decir, alegorías de los cuatro evangelistas.

Pantocrátor se traduce como todopoderoso, soberano de todo, o sustentador del mundo.

No resulta extraño entonces que la figura de Cristo en la cruz en el Románico aparezca coronado, majestad, victorioso de la muerte y de la salvación de la humanidad. Es un Jesús solemne, sin rasgos de sangre o poca, y de sufrimiento que lo unían a su naturaleza humana, en tanto su naturaleza divina. Esa es una de las razones que se reemplaza la corona de espinas que lo conecta con la humillación, el dolor, el sufrimiento del Hijo del Padre en tanto humano crucificado, por la corona de Majestad del mundo.

Cristo coronado
Tratándose de Cristos Rey románicos se trataba de piezas policromadas, algunas con una especie de túnica que le cubre todo el cuerpo y otras se le deja el torso desnudo pero se presenta un lienzo anudado en la cintura hasta las rodillas llamado "perizonium", usan el cabello largo que cae detrás de las orejas hasta los hombros, barba recortada y bigote, manos abiertas los ojos abiertos simbolizando el triunfo sobre la muerte terrenal,  el cuerpo más en reposo, que colgando, se apoyan sus pies sobre el "suppedaneum", en la cara presenta serenidad, adopta estructura simétrica  y perpendicular  con los brazos que se mantienen extendidos paralelos a la cruz y perpendiculares al cuerpo.


Si bien esta imagen encontrada en Sierras Bayas tiene muchas de estas características difiere al no tratarse de una figura hierática, ni inexpresiva, que cuida la proporción del cuerpo, presenta la madera en crudo aparentemente, si tiene algún tratamiento no tapa su naturaleza, y mira a los fieles.

Cristo Crucificado Gótico

Todo va a cambiar al finalizar la Edad Media, tras el fracaso de las cruzadas, las hambrunas y la Peste Negra el Cristo
cambió se lo prefiere más humano, doliente, que comparte las penurias de su gente. Posee señales de la pasión, hay sangre en su cuerpo, incluyendo la lastimadura de la lanza en su costado, los brazos dejan de estar paralelos a la cruz, el peso del cuerpo se deja vencer y los brazos cuelgan, vuelve la corona de espinas y un lienzo sencillo que apenas lo tapa por debajo de la cintura, las piernas se cruzan y se presentan tres clavos porque de a poco las imágenes abandonan su hieratismo hacia el Renacimiento que nos muestra Cristos perfectamente proporcionados, armónicos, y detallados en su anatomía, en cuanto a sus caras retoman la belleza clásica de serenidad y perfección. Con la cabeza generalmente hacia abajo, la Iglesia una gran mecenas quería que se dirigiera la mirada culposa de los fieles hacia lo terrenal para reconocer en ella el poder de redimir los pecados.

Fotos Fabricio Braunmuller