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domingo, 24 de junio de 2012

Mariquita Sanchez, precursora en la lucha por la Equidad de Género en la Argentina.



LA VIDA Y LA LUCHA DE MARIQUITA SANCHEZ TRILLO. 

UNA REBELDE CON CAUSA.


La vida de Mariquita Sanchez de Thompson y Mendeville fue extensa. Ochenta y dos años de ricas anécdotas. 

Nacida de una de las familias más importantes  en los últimos tiempos del virreinato. Esa joven recurrió al virrey para obtener torcer la voluntad de sus padres en relación a su matrimonio y poder hacerlo con quien quería,  Martín Thompson, que ejercía la protección del puerto por lo que se lo considera el creador de la Prefectura. 
Esta rebeldía le valió que la encerraran en la Casa de Ejercicios Espirituales de la Madre
Antula, en Bs As, que perdura en Lima e Independencia y que tuviera que iniciar un juicio para lograr concretar su voluntad.
Es el primer caso que se conoce de desobediencia sobre el empeño de sus padres en el casamiento que en aquel momento se estilaba fuera por acuerdos familiares, sin consultar ni esperar el consenso de los futuros cónyuges.

Se animó a almacenar en su casa armas criollas durante las Invasiones Inglesas, mientras que sus conocimientos de inglés le sirvieron para invitar a los invasores a sus tertulias y luego pasar información a los criollos.

Participó del movimiento previo a la Revolución de Mayo, su salón albergó a los rebeldes antes y después del 25 de mayo. En su salón dicen se conocieron San Martín y Remedios de Escalada, además el hecho más conocido fue que en aquel salón se cantó por primera vez el Himno Nacional Argentino.





En este famoso cuadro que se encuentra en el Museo Historico Nacional, el pintor Subercasseaux inmortalizó el momento aunque exite una polemica acerca de quien sería la mujer que aparece en primer plano.



                         
Una vez estallada la revolución, Martín es enviado a EE.UU para que reconocieran nuestra revolución y comprar barcos y armamento, sin embargo cuando llega y encuentra la negativa de este país a proveernos de lo que necesitabamos por estar ellos en tratativas económicas con España por posesión de la Florida y desautorizado por el director supremo de su patria; enloqueció. Ella tuvo que mandar buscar a su amor a norteamérica.

Mariquita se tuvo que hacer cargo de su viudez y 5 niños, pero cayó en los consejos de su confesor que la instó a volver a tomar esposo, ya que su hijo aún era niño y su padre había fallecido: en aquellas épocas ni las mujeres con fortuna podían administrarla.

Mendeville, un joven francés que llegó al Río de la Plata en esos tiempos, se había presentado como un joven elegante, distinguido, que incluso hacía fama de cierto título de nobleza, sólo aportó un hijo más y terminó con la riqueza familiar, renovación del decorado de la casa, tertulias ostentosas y ayuda a conciudadanos franceses por haber sido declarado cónsul dilapidaron años de esfuerzos. Una supuesta nueva acción diplomática en Colombia, separó de hecho, a la pareja, hasta el final de sus días. Modo políticamente correcto de zanjar disidencias.

Ya sola, supo junto a sus hijas hacer labores, conservas y dulces para que sus negritas salieran a venderlas y sobrellevar los gastos de su casa.

Fue Fundadora, Directora y Secretaria de la Sociedad de Beneficencia en repetidas ocasiones, dicha institución  tenía a cargo el Hospital de Alienadas, la Casa de Partos y la de Espósitos, Escuelas Primarias y una Escuela de Maestras entre otras actividades. 

Ha trabajado y dejado testimonio de la importancia que tenía para ella la educación y la capacitación de la mujer, para prepararla para asumir su vida, aún al quedar huerfana o viuda. Lo que no era el pensamiento dominante de la época que hacía a las mujeres recaer bajo la tutela del padre, esposo o hijos. Es por ello que se puede afirmar sin dudas que fue una de las primeras feministas de la historia argentina.

Aquí la vemos en el primer daguerrotipo del Río de la Plata, realizado en Uruguay.

Se supo relacionar bien con Rosas, con el que los unía una profunda amistad y  esto le permitió exiliarse o regresar voluntariamente de acuerdo a distintos acontecimientos familiares que la requerían.

Volvió y participó de los proyectos de la Organización Nacional junto a Alberdi, Echeverría, Sarmiento, Mitre y otros hombres a los que conocía muy bien porque formaban parte del grupo social de su hijo Juan Thompson, que idearon el país que se insertaría en el mundo, como “granero del mundo”.

La importancia de su persona está demostrada al haber sido la única mujer invitada al viaje inaugural del primer tren que circuló en Buenos Aires. 


Como no podía ser menos, su tumba se encuentra en la Plaza Central del Primer Cementerio Público, es decir, el Cementerio de La Recoleta, también creado por un aliado político, B Rivadavia, descansa al lado de Remedios de Escalada. Las imagino charlando juntas, susurrandose confidencias y contandose penas
tapando sus caras con sus abanicos para resguardar el secreto.



A la izquierda podemos observar la figura de Mariquita recreada por
 Cecilia Quiuan O´ donell a modo de homenaje viviente de esta procer argentina.













Recientemente se ha abierto La Quinta de los Ombúes donde solía pasar los veranos y trasladar sus tertulias, allí detras de la Catedral de San Isidro por la tarde pueden revivir parte de su vida con objetos personales y familiares y sentarse en el cesped debajo de la añeja arboleda, que tal vez guarde algun amor tardío que permanece sólo en conocimiento de Dios y su conciencia.









sábado, 2 de junio de 2012

La maternidad como opción


     El deseo de no ser madres
también existe

En la actualidad no son pocas las mujeres que  cuestionan el mandato cultural de tener hijos y el supuesto instinto maternal que parecía inseparable del género. Son cada vez más las que terminan su vida fértil sin haberse embarazado.

La realización de una mujer ya no sólo se da  por los roles sociales establecidos  de ser esposa y madre, sino que se puede encontrar en actividades intelectuales, artísticas, trabajo, hobbys, viajes, militancia político- social, etc. 

Recuerdo cuando leí extrañada en la biografía de Alicia Moreau de Justo de Marta Cichero en la que cuenta que cuando esta abanderada de las luchas de los derechos femeninos se ponía a trabajar colocaba en la puerta de su escritorio un  cartel que decía "MAMÁ TRABAJANDO" para no ser interrumpida. Ella crió solo 8 hijos, 5 heredados de su esposo viudo J.B. Justo, más los propios. En su momento esta anécdota me pareció espantosa, ¿una de las mujeres más transgresoras y luchadoras por la EQUIDAD DE GÉNERO, trataba tan duramente a sus hijos?. ¿Es  que ella no pudo escapar a los roles femeninos que la sociedad del momento le imponían, o pensó que la maternidad  podía ser incompatible con su trabajo?

Y aunque tampoco la foto que incluyo abajo representa el estado real permanente en que permanecemos las que elegimos no ser madres, ya que muchas veces el precio de elegir no formar familia propia es tener que hacerse cargo solas de los problemas de la casa, el auto, el trabajo, la familia y hasta de los que nuestros compañeros no  puedan solucionar.

 En cada elección uno gana en algún aspecto  y pierde otros,... libre albedrío.


En estos últimos tiempos asistimos a cambios en las estructuras de los roles de las mujeres. Me refiero  a la posibilidad de las mujeres en lograr autonomía en sus diversas formas: en lo laboral, en lo familiar, en la lucha por los derechos individuales, en la apropiación de su cuerpo y en el control de la natalidad.
En este último aspecto muchas mujeres deciden terminar su vida fértil sin ser madres. A mediados de 2011 se dio a conocer el resultado de una encuesta en la Ciudad de Buenos Aires que revela que el 17 % de las mujeres concluye el período de fertilidad sin hijos.
En el año 2008, el Centro de Investigación Pew, de Estados Unidos, había revelado que 1 de cada 5 mujeres no habían tenido hijos, el doble que en la década del 70. Y entre los 40 a 44 años un 18 % de ellas entraba en la menopausia sin hijos.  Además la misma encuesta puso en evidencia que las mujeres blancas con trabajo y profesionales son más propensas a no ser madres comparadas con las negras y asiáticas, aunque la proporción en las mujeres negras americanas estaba en aumento. A esto se le suma una mayor aceptación social (un 60% comparado con un 39% del año 88).

Más allá de los números
Es muy posible que un varón soltero sin hijos no nos llame la atención: a lo sumo podemos pensar que es gay, o que es un “nene de mamá”, o en todo caso un “picaflor”, a quien le gusta la vida sin ataduras. Sobre una mujer soltera sin hijos caen epítetos como “solterona”, “complicada”,  “amargada”, o se prevé un futuro signado por la soledad y el vacío.
Cuando la mujer está en pareja y no dan señales de hijos, para el imaginario social, es ella la que seguro tiene un problema de fertilidad. Las mujeres están presionadas por la "norma social" a responder con hijos y al cuidado de la prole, amén de la preservación de la institución familiar.

Las explicaciones al resultado de las encuestas podrían sintetizarse en:
1) La mujer puede decidir no tener hijos porque la presión social sobre la determinación de ser madre es menor.
2) Aparecen nuevos objetivos en respuesta a la autonomía adquirida: trabajo, estudio, profesión, desarrollos personales que requieren tiempo, dedicación, competencia por lugares con más jerarquía.
3) En el ámbito laboral, los empleadores siguen considerando que las mujeres con hijos son menos competentes, por lo tanto para conseguir un buen trabajo, bien remunerado, hay que postergar o prescindir de la maternidad. Tal visión es diferente para los hombres: a un hombre con hijos se lo considera más competente. La idea del hombre proveedor, por ende, trabajador  y responsable,  sigue aún vigente en la mente de muchos.

¿Existe el deseo de no tener hijos?
Así como existe el deseo de tener hijos, existe el deseo de no tenerlos. La idea de que la naturaleza es regente de los deseos humanos es arcaica y predispone a crear normas que coartan la libertad, que es condición humana por excelencia. Las mujeres tienen que hacer valer los derechos ganados y hacerse cargo de las decisiones que se tomen.
Las encuestas sacan a la luz un fenómeno que está sucediendo en el mundo femenino: poner en cuestionamiento el clásico “instinto maternal” y convertirlo en un deseo. Y como todo deseo, se construye en el mundo propio, en la intimidad de la subjetividad.
Fuente:
Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo.
PUBLICADO EN SECCIÓN GÉNERO.  entremujeres.com  del 16 de mayo 2012