de nuevo en un billete
argentino
Él fue uno de los pensadores más influyentes, más lúcidos y más comprometidos argentinos del siglo XIX. Ahora, el Gobierno argentino le hará un homenaje. La semana pasada, el Banco Central confirmó que este año emitirá un billete de 20.000 pesos: será el de mayor denominación y llevar el retrato del ilustre tucumano precursor del pensamiento democrático de Argentina e inspirador de nuestra Constitución.
En el anverso se verá a Juan Bautista Alberdi y del otro lado estará la ilustración de su casa natal, en San Miguel del Tucumán.
Juan Bautista Alberdi fue un hombre polifacético: abogado, jurista, economista, político, diplomático, escritor y músico. Nació en 1810 en San Miguel del Tucumán y falleció en 1884 en la ciudad francesa de Neuilly-sur-Seine. De joven frecuentó el Salón Literario, donde coincidió con figuras de la que luego fue conocida como la Generación del 37: Marcos Sastre, Esteban Echeverría y José Mármol, entre otros.
En ese ámbito Alberdi se cultivó en el pensamiento de la democracia liberal, que reivindicó la Revolución de Mayo tratando de prescindir del enfrentamiento entre federales y unitarios que carcomió al país durante cuatro décadas miembros más influyentes de la Generación del ´37, un grupo de intelectuales que basaron sus ideas en el romanticismo europeo de principios del siglo XIX. Entre sus ideas políticas, postuló la formación de una unión aduanera entre los países americanos, como primer paso hacia la unidad política.
Lo curioso es que su título en jurisprudencia lo obtuvo luego de cursar en cuatro universidades distintas: Buenos Aires, Córdoba, Montevideo y Santiago de Chile, ciudad esta última adonde se había exiliado por motivos políticos.
Se exilió en Europa y Sudamérica, por ser opositor al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Vivió gran parte de su vida en Valparaíso, Chile, donde trabajó como abogado y periodista.
Billete de 1984
Alberdi primero analiza la situación política y jurídica del país y propone su propio plan para superar las dificultades que según su visión eran un verdadero obstáculo para el progreso de
En cuanto a la presencia del aparato estatal, Alberdi sentenció que “las sociedades que esperan su felicidad de la mano de sus Gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza”. Y remarcó que “cada hombre tiene el encargo providencial de su propio bienestar y progreso, porque nadie puede amar el engrandecimiento de otro como el suyo propio”.
En 1855 fue nombrado representante de la Confederación Argentina en París, Madrid y Londres, cargo en el que logró varios acuerdos relevantes. Le dió la idea a García Hamilton de nombrarlo el gran ausente.
Su prédica irreductible contra la “Guerra Grande”, que es como en el hermano país llaman a la Guerra de la Triple Alianza. La conflagración, aquí conocida como “Guerra del Paraguay”, estalló a mediados de la década de 1860: tropas de Brasil, Argentina y Uruguay se enfrentaron contra las de Paraguay, país que sufrió escarnios y masacres todavía incalculables.
Alberdi denunció incansablemente ese horror: lo llamó “Guerra de la Triple Infamia”. Y le dedicó uno de sus ensayos más recordados: “El crimen de la guerra”. No puede justificarse ninguna guerra, mucho menos en nombre de que es “justa”, porque tal cosa implicaría concebir la entelequia de un “crimen justo
Seudo moneda conocida como Lecop
Murió en Francia, el 19 de junio de 1884. Sus cenizas descansan en la casa de gobierno de Tucumán. Cada 29 de agosto se celebra en su honor, el Día del Abogado.
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