Feliz día a todas
las mujeres, porque
todas las mujeres
son trabajadoras.
Por años enseñé equivocadamente que el 8 de marzo no era simple y alegremente, el Día de la Mujer, que guardaran las flores y los bombones para otra ocasión porque se trataba del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y no era un día festivo sino de conmemoración de un brutal femicidio colectivo contra mujeres que luchaban, tomando una fábrica textil, por mejoras laborales. Sin embargo, mi permanente presencia en cátedras o encuentros sobre género hicieron que en los últimos años fuera recordando a todas las mujeres, trabajadoras activas o pasivas, ocupadas fuera o dentro del hogar.
Hoy puedo decir que aprendí que trabajo y empleo no son sinónimos, por lo tanto vuelvo a decirles Feliz Día a todas las Mujeres, porque todas trabajamos, ya sea nuestra actividad remunerada económicamente o no.
No obstante mi veta historiadora me hace recordarles algunos datos para reflexionar en esta fecha.
Fue a fines del siglo XVIII, en el contexto de la Revolución Francesa que a Olympe de Gouges se le ocurrió la picardía ingeniosa de redactar los Derechos de la Mujer, observando que frente al establecimiento de los Derechos del Hombre y Ciudadano, los varones actuaban como si fueran exclusivos de ellos. Obvio que este juego de palabras que solo quería visibilizar la omisión de nuestros derechos en los hechos, le costó perder su cabeza en la guillotina.
Han transcurrido los años, hoy tenemos claro que nos arrebataron el nombre de nuestra especie, todos somos humanos, varones o mujeres, por lo tanto cuando decimos derechos del hombre incluimos tanto varones como mujeres.
Sin embargo, en el siglo XX la ONU estableció su Declaración de derechos humanos en 1948 y en 1979 tuvo que aclarar y reforzar los derechos de las mujeres a través de la CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER (CEDAW) .
Esto hace pensar que los derechos humanos los creen naturales los varones para ellos, sin embargo, para nosotras son conquistas, producto de luchas que fueron realizándose muy paulatinamente.
Cuando tomes tu auto a la mañana para salir a trabajar o realizar tus actividades diarias recordá que este simple hecho en parte se debe a la lucha de una mujer, VICTORIA OCAMPO, que fue la primera en Argentina en solicitar el permiso de conducir automóviles y tuvo que justificar para que lo quería, como si su pedido fuera una transgresión sobre un derecho que no nos correspondía, está claro que no se le puso ese requisito a todos los hombres varones que ya tenían su registro, porque se descontaba como algo inherente que los varones lo solicitaran como
parte de sus derechos naturales. Lo mismo pasó cuando CECILIA GRIERSON pretendió ingresar a la facultad de medicina de la UBA, tuvo que redactar, no sé si con verdadera intención o usando sus dotes literarias, una carta en la que argumentaba que lo hacía para tratar de salvar la salud y la vida de una amiga de la infancia. Tanto ella como ALICIA MOREAU DE JUSTO, encontraron gran oposición por parte de los profesores como de sus compañeros de cátedra que permanentemente les colocaban "miembros viriles" en sus delantales para impresionarlas y que desistieran. Injustamente muchos de estos saboteadores hoy son reconocidos como ilustres médicos y tienen hospitales que los recuerdan con sus nombres, mientras ambas médicas no los tienen, por lo menos dentro de la Ciudad de Bs As, ni dentro de los nosocomios nacionales de renombre, a pesar de luchar codo a codo en la epidemia de fiebre amarilla y otras enfermedades propias de las condiciones de hacinamiento habitacional y las condiciones laborales no reglamentadas todavía, a comienzos del siglo XX.
parte de sus derechos naturales. Lo mismo pasó cuando CECILIA GRIERSON pretendió ingresar a la facultad de medicina de la UBA, tuvo que redactar, no sé si con verdadera intención o usando sus dotes literarias, una carta en la que argumentaba que lo hacía para tratar de salvar la salud y la vida de una amiga de la infancia. Tanto ella como ALICIA MOREAU DE JUSTO, encontraron gran oposición por parte de los profesores como de sus compañeros de cátedra que permanentemente les colocaban "miembros viriles" en sus delantales para impresionarlas y que desistieran. Injustamente muchos de estos saboteadores hoy son reconocidos como ilustres médicos y tienen hospitales que los recuerdan con sus nombres, mientras ambas médicas no los tienen, por lo menos dentro de la Ciudad de Bs As, ni dentro de los nosocomios nacionales de renombre, a pesar de luchar codo a codo en la epidemia de fiebre amarilla y otras enfermedades propias de las condiciones de hacinamiento habitacional y las condiciones laborales no reglamentadas todavía, a comienzos del siglo XX.
Seguramente a vos te resultará natural elegir casarte o no, y en todo caso elegir con quien hacerlo, sin embargo, a Mariquita Sánchez le costó solicitar la presencia del virrey en su compromiso para que éste aceptara su negativa que sus padres pretendían saltearse, llevar un litigio legal contra ellos y hasta la reclusión en la Casa de Ejercicios de la Madre Antula como castigo por contrariar la voluntad paterna, que pretendía un matrimonio por interés con un hombre bastante mayor que ella y que según sus criterios cuidaría de su patrimonio heredado, todo esto para poder casarse con su elegido, Martín Thompson.
Eva Duarte de Perón para que lograra motorizar y presionar al congreso para que se dictara la Ley 13 010 que nos otorga el derecho a votar y ser electas. Recién en 1951 se llevó a la práctica la incorporación de votantes femeninas y la llegada al poder legislativo de las primeras legisladoras mujeres, alrededor de 20 jóvenes entusiastas, que pasaron por la cárcel, por disposición de la Revolución Libertadora y que injustamente se han perdido sus nombres y acciones en la nebulosa de los tiempos. (Leer artículo en este blog sobre las Muchachas Peronistas)
Las que tenemos unos cuantos años no olvidaremos a aquella actriz, entrada en edad que cada vez que tenía un micrófono cerca nos decía "muchacha, hacete el Papanicolao", esta mujer de orígenes muy humildes y triunfante a través del tango, teatro y cine, sin estudios médicos, pero víctima tomada a tiempo gracias al Papanicolao del Cáncer de Cuello Uterino, supo ser la mayor divulgadora en la Argentina de los derechos a la salud sexual, evitando con su muletilla miles de muertes por HPV, un virus que puede generar en el Cáncer de Cuello Uterino. Por iniciativa propia se convirtió en una abanderada de esa lucha. Si Evita se hubiera practicado a tiempo este método de prevención y aceptado su tratamiento, tal vez hubiera tenido una larga vida, como TITA MERELLO.
Cuando hagas uso de licencias laborales como a la maternidad o al cuidado de familiar enfermo o reclames condiciones laborales dignas debés saber que hubo una jovencita, CAROLINA MUZZILLI que para poder conocer las condiciones reales de las mujeres trabajadoras y denunciar abusos o condiciones insalubres ante la Inspección de la Dirección de Trabajo, se introducía en las fábricas y talleres como obrera y así se inmoló muriendo precozmente de tuberculosis como les sucedía a la mayoría de las mujeres trabajadoras de comienzos del siglo XX, sometidas a extenuantes jornadas laborales, inexistencia de leyes protectoras del embarazo y de la lactancia de los hijos, etc, etc. Tiempos de altas cifras de mortalidad materna e infantil, desnutrición, pobreza y de enfermedades conexas a dicha situación.
Cada vez que necesitemos recurrir a la Patria Potestad Compartida, a la posibilidad del divorcio vincular, a la igualdad de derechos de los hijos tanto matrimoniales como extamatrimoniales, o desees seguir usando tu apellido de soltera, para no ser tratada como un objeto "de" tu marido, debemos recordar a FLORENTINA GOMEZ MIRANDA, una de las primeras legisladoras democráticas elegidas después de la última dictadura, que lucho por ello.
Si bien dijimos que la CEDAW se redactó por la ONU en la década del 70, en Argentina tuvimos que esperar a la reforma de nuestra Carta Magna de 1994 para que se incorporara con jerarquía constitucional, así también se incorporara en el artículo 75 inciso 23 medidas protectoras hacia mujeres, niños, ancianos y discapacitados y preservar a la mujer desde el período de embarazo hasta cumplido el tiempo de lactancia y el artículo 37 que declara al voto secreto universal y obligatorio estableciendo además, un cupo femenino en la conformación de listas electorales para cubrir cargos legislativos.
En los últimos años se lograron muchas leyes que estaban pendientes como la Ley de Educación Sexual y Procreación Responsable que pone en conocimiento de hombres y mujeres nociones de cuidado de la salud sexual, la posibilidad de planificar cuantos hijos y con que distancia deseen tenerlos, como al acceso sobre información y derecho de uso de métodos anticonceptivos en todas sus variantes, hormonales como quirúrgicos; la Ley de Parto Humanizado, la Ley de Jubilación de Ama de Casa, la Ley contra la Trata y contra todo tipo de acción de servidumbre, discriminación o maltrato, la Ley contra la Violencia Familiar, Ley N º 26.485 de PROTECCION INTEGRAL PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LOS ÁMBITOS EN QUE DESARROLLEN SUS RELACIONES INTERPERSONALES y para finalizar la Ley de Identidad de Género; sin embargo, otras tantas normas aguardan su turno para entrar en vigencia.
Carmen Argibay fue la primera mujer nominada por un gobierno democrático para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde asumió como ministra el 3 de febrero de 2005.
Como miembro del superior tribunal creó la Oficina de la Mujer, que a la fecha continúa trabajando para incorporar la perspectiva de género en el poder judicial. Integró la Asociación Internacional de Derecho Penal, fue miembro fundadora de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, y fundó la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina. En enero de 2002 se convirtió en la primera jurista argentina en integrar, como jueza ad litem, el Tribunal Criminal Internacional que juzga los crímenes de guerra de la ex Yugoslavia. Durante su carrera fue una referente en la defensa de los derechos de las mujeres y trabajó por promover la perspectiva de género en la administración de justicia y en la sociedad.
Al enterarse de su nominación como jueza de la Corte, se comprometió a “luchar por la igualdad de oportunidades”, y manifestó su deseo de que “todas las mujeres tengan suficiente educación e instrucción para poder elegir, para poder saber, y que tengan todas las oportunidades".
Como miembro del superior tribunal creó la Oficina de la Mujer, que a la fecha continúa trabajando para incorporar la perspectiva de género en el poder judicial. Integró la Asociación Internacional de Derecho Penal, fue miembro fundadora de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, y fundó la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina. En enero de 2002 se convirtió en la primera jurista argentina en integrar, como jueza ad litem, el Tribunal Criminal Internacional que juzga los crímenes de guerra de la ex Yugoslavia. Durante su carrera fue una referente en la defensa de los derechos de las mujeres y trabajó por promover la perspectiva de género en la administración de justicia y en la sociedad.
Al enterarse de su nominación como jueza de la Corte, se comprometió a “luchar por la igualdad de oportunidades”, y manifestó su deseo de que “todas las mujeres tengan suficiente educación e instrucción para poder elegir, para poder saber, y que tengan todas las oportunidades".
Todavía son altas las estadísticas sobre femicidios en la Argentina, se presenta la muerte de una mujer cada 35 horas; como también son elevadas las tasas de mortalidad materna tanto por secuelas de abortos clandestinos como falta de acceso a cuidados médicos necesarios, embarazo adolescente y aún de niñas que apenas ingresaron a la pubertad física, la mayor de las veces víctimas de abuso intrafamiliar por falta de acceso a educación sexual, la falta de la incorporación seria de ésta en la curricula escolar desde el nivel inicial para evitar situaciones de abuso o violación, la divulgación de los diversos métodos de anticoncepción, disminución de embarazos no deseados y la muerte por prácticas abortivas que de otra manera se podrían evitar.
Lamento los discursos seudofeministas, mientras no se toman medidas sobre estos temas pendientes. En cambio, en Brasil, Dilma Vana Rousseff presentó su posición personal en contra del aborto, pero lo reconoció como un problema de salud pública, y también fue tomado así por el país hermano de Uruguay, más allá de nuestras convicciones personales y religiosas, nuestros gobernantes deben tomar el tema y tratar de erradicarlo. Nadie quiere llegar a una situación de interrupción del embarazo, por eso es necesaria la educación para informar y decidir, el acceso de métodos para no abortar y como última instancia el aborto legal para no morir.
Largo fue el camino de luchas que nos dieron los derechos de los que hoy disfrutamos, sin embargo todavía quedan piedras que obstaculizan un trato de equidad, convencidas que a través de la educación y del cambio de paradigmas en la crianza de las futuras generaciones esta la clave para poder hablar de una verdadera igualdad de posibilidades, derechos y garantías para hombres y mujeres.
Podes leer más sobre las conquista de la mujer trabajadora en el artículo:
Inicio de la lucha por los derechos de la mujeres trabajadoras en La Argentina.
del 8 de julio de 2012
Podes leer más sobre las conquista de la mujer trabajadora en el artículo:
Inicio de la lucha por los derechos de la mujeres trabajadoras en La Argentina.
del 8 de julio de 2012
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