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jueves, 1 de febrero de 2024

Amalita Lacroze de Fortabat la mujer más rica de Argentina

 

Génesis y


 desarrollo de

   

La dama de cemento


Niña nacida en cuna de oro María Amalia Sara Lacroze Reyes Oribe  nació el 15 de agosto de 1921. La familia de su madre descendía del segundo presidente de Uruguay, Manuel Oribe. Su abuelo, Federico Lacroze, construyó los primeros tranvias en la capital argentina en la década de 1880.


De acuerdo a Amalia, al cumplir un año la familia se trasladó a París, donde habría aprendido su primer idioma, el francés. A pesar de sus afirmaciones, las guías locales y demás documentos de la época no lograron verificar el viaje, de modo que es probable que la familia nunca abandonara su vivienda de Capital Federal, excepto durante las vacaciones.​ Su segundo idioma fue el inglés y por último, el español. Amalia realizó sus estudios primarios en la Escuela Superior de Niñas Onésimo Leguizamón, y en su adolescencia concurrió durante cuatro años al Colegio Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús,​ una institución franco-española de monjas.​ Su deseo de estudiar medicina al igual que su padre fue rápidamente aplacado por su familia: «¡Se horrorizaron de sólo pensar que iba a ver cuerpos desnudos de hombres muertos!», manifestó. De todos modos llegó a ejercer esporádicamente como enfermera en un hospital para mujeres.

Durante su juventud, especialmente a partir de su presentación en sociedad en 1939, asistió con frecuencia a cenas de beneficencia, desfiles de caridad y celebraciones en salones de lujo destacándose.

Pero ya en 1941, convertida en un ícono de la moda de la alta sociedad, se comprometió con el abogado Hernán de Lafuente Sáenz Valiente y ambos jóvenes asistieron a una función organizada por una
comisión fundada por Adela Leloir Unzué de Rodríguez Larreta para colaborar con pobres del norte argentino.
 Paralelamente, concurrió con su madre y su hermana a una gala a beneficio del Patronato de Leprosos en el Teatro Politeama y al discurso ofrecido por Walt Disney en su visita a la Argentina

En septiembre de 1942, contrajo matrimonio con de Lafuente y partieron de luna de miel a Estados Unidos,​ y en 1944 nacería su única hija, María Inés,​ que les dio a su vez tres nietos. María Inés Lafuente,  tuvo dos hijos de su primer matrimonio con Julián Bengolea Madero: Alejandro y Bárbara Bengolea y  luego contrajo matrimonio con Julio Aurelio Amoedo y tuvo una hija, Amalia Amoedo.


La historia de amor de Amalita y 
Alfredo Fortabat se inició en agosto de 1941 en una función de caridad. Ella enamorada y comprometida, Alfredo 28 años mayor y casado. Lacroze y de Lafuente fueron invitados por Alfredo Fortabat a navegar por Tigre en su yate personal. Y el empresario encontraria otros motivos para reunirse.​ Al momento de su boda en 1942, Fortabat que fue invitado a ella pero  admitió: «No pude soportar ir a su casamiento» y en cambio, le envió una pulsera de oro de una de las joyerías más costosas de Buenos Aires.​ Mientras el matrimonio de Lafuente-Lacroze se hallaba de vacaciones en Europa en 1947, Fortabat, todavia casado con Elisa Corti Maderna, los siguió sin que lo supieran. Durante una fiesta en París simuló encontrarlos casualmente y sacó a bailar a Lacroze y le confesó su amor.



Alfredo Fortabat
Pourtalé descendía de parte de la comunidad francesa que se instaló en Azul cuando todavia no habia llegado el tren  y los recuerdos de los indios eran recientes y luego en Olavarría iniciando su prosperidad con la explotación ganadera hasta que descubren que estaban parados sobre una importantisima reserva de cemento así se formó Loma Negra. Desde sus inicios se vinculó con el estado y la obra pública no importaba de que color político fuera y sea de origen democrático como dictatorial, la alianza económica se mantuvo hasta el final.

En la década de 1920, Europa necesitaba de las exportaciones argentinas debido a la gran Guerra y Alfredo Fortabat, un ganadero del partido de Olavarría, decidió apostar a la industria cementera.Su empresa Loma Negra, fundada en 1926, se convirtió en la líder de la producción de concreto en Argentina durante las décadas de 1950 y 1960. La primera obra en Olavarría de Amalita fue un jardín maternal para los hijos de los empleados de la empresa de su marido y una escuela para las madres semianalfabetas. Se encargó de equiparlo y mantenerse al tanto de la evolución de los sesenta niños que albergaba. En Loma Negra surgió para sus empleados un barrio de viviendas, escuela, iglesia, campo de deportes, proveduría de consumo, consultorio médico de primeros auxilios.

En 1948, la esposa de Fortabat, La Negra, enterada de la aventura amorosa de su marido, contrató un abogado para embargarle los bienes en común, pero don Alfredo se adelantó, se enteró de que no había ninguna posesión a su nombre debido a un traspaso de acciones fraudulento efectuado por su esposo.​ Como consecuencia de la estafa, la fortuna construida junto a Corti Maderna  quedaría para Amalita.



Para fines de ese año Amaqlia y Alfredo luego de un viaje alrededor de Francia, Italia y la región del Egeo, Lacroze generó un escándalo en la clase alta porteña al separarse de Lafuente y  paralelamente Fortabat ejecutó lo mismo con Corti Maderna.

La pareja se caso en Uruguay, en Las Vegas, en San Francisco, en Los Ángeles, en París y en México pero tendran que esperar a la Segunda Presidencia de Perón cuando aparezca por un breve tiempo la posibilidad del divorcio siendo una de las pocas parejas en legitimar su unión de esta manera.

La facilidad de Lacroze para hablar varios idiomas y su sociabilidad le permitieron ser una compañera frecuente en los viajes de negocios de Fortabat al extranjero​ 

Para principios de los años 1960, opinaba sobre el futuro de la fábrica, participaba en operaciones y realizaba sugerencias sobre el desarrollo industrial y la acción social.​ Supervisó personalmente la construcción de la Parroquia Santa Elena en la Villa Alfredo Fortabat de la localidad de Loma Negra, con ayuda de los arquitectos Jorge de la María Prins y José Olivera.​ Por pedido de Lacroze, en marzo de 1963 Fortabat donó una propiedad a Olavarría para establecer la Escuela Nacional de Educación Técnica n.º 1 «Luciano Fortabat», a cuya ceremonia de inauguración concurrieron funcionarios municipales, provinciales y varios del gabinete nacional. Poco después, convenció a su esposo de donar su casa natal en Azul para convertirla en una escuela de arte.


Por otro lado, también, es injusto que quede fijado ese dicho porque su actividad filantrópica y social fue muy activa durante toda su vida. En Olavarría, tanto con los empleados de la fábrica, como con el resto de los habitantes de la ciudad, los Fortabat fueron generosos y muy atentos a cubrir las necesidades puntuales. Más allá de grandes donaciones o de la construcción de edificios de uso público, los Fortabat durante décadas colaboraron con los gastos médicos de las familias ante situaciones de emergencia o extremas, consiguiendo los mejores médicos del país, prótesis del extranjero o afrontando costosas tratamientos. También repartieron numerosas becas para que los empleados y sus hijos pudieran formarse en distintas universidades e institutos. De hecho la Fundación Fortabat se centraba en el aspecto educativo- formativo y el de salud.

El 19 de enero de 1976 Alfredo Fortabat falleció a los ochenta y un años a causa de un accidente cerebrovascular, Amalita heredó sus bienes en una suma millonaria que incluía:

  • 23 terrenos equivalentes a 160 000 hectáreas con 170 000 cabezas de ganado.
  • Una finca de 160 hectáreas en Middleburg, Virginia (Estados Unidos).
  • Cinco empresas cementeras.
  • Un dúplex sobre Avenida del Libertador, una casa en San Isidro, una casona en Mar del Plata, el edificio donde se hallaba la sede de Loma Negra en Diagonal Norte 634 y un dúplex en el hotel The Pierre en Nueva York.
  • Un avión Lear Jet, un avión Beechcraft 90, un helicóptero Hughes 500, un barco y varios automóviles.
  • Obras de arte, una emisora radial y una planta de inseminación artificial de ganado.
Bolsa de cemento de Loma Negra.

En tan solo tres días Lacroze pasó a ocupar el cargo de presidenta de Loma Negra.​ Mantuvo el luto durante cinco meses  y luego se entregó a una febril actividad desde temprano a la mañana hasta las 20 hs aproximadamente.

En los primeros años al frente de Loma Negra obtuvo la concesión para suministrar el cemento de las grandes obras que encaró la dictadura de Jorge Rafael Videla. La construcción de las autopistas de la ciudad de Buenos Aires y la remodelación de los estadios para el Mundial de fútbol de 1978. En 1980, el entonces ministro de Economía Alfredo Martínez de Hoz decretó un aumento del 20% en el precio del cemento favoreciendo a la empresa de Fortabat. Finalmente en 1982, cuando la dictadura decide a instancias de Domingo Cavallo estatizar la deuda privada, Loma Negra se ve nuevamente favorecida. Para cuando se recuperó la democracia en nuestro país, Amalita había triplicado la fortuna de su patrimonio en relación a 1975.

Aparte de recibir cinco establecimientos con Loma Negra —Olavarría, Barker, El Alto, San Juan y Zapala— en distintas provincias, abrió una molienda en la Isla Yacyretá, compró la fábrica Corcemar en el pueblo de Pipinas e inició los planes para la construcción del embalse Piedra del Águila sobre el río Limay. También se ocupó del proyecto del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz​ y en octubre de 1976 proporcionó la financiación necesaria para que el Estado construyera el puente Conmemoración del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo, que cruza la avenida Figueroa Alcorta y une el Museo Nacional de las Bellas Artes con la Facultad de Derecho en Buenos Aires.

​La fundación Fortabat sostuvo  económicamente a comedores localizados en La
Matanza, Berazategui, Sarandí y Gregorio de Laferrere, además de ofrecer un plan de ayuda consistente en becas, subsidios, atención médica y viviendas para excombatientes de la Guerra de las Malvinas. Por medio de la fundación se llevó a cabo la construcción del Pabellón de Pediatría del Hospital Municipal Coronel Olavarría y la renovación del equipo para tratamiento de radioterapia del Hospital de Oncología Luciano Fortabat

Bajo el gobierno de Raúl Alfonsín durante la década del ’80 Loma Negra fue la proveedora exclusiva para la construcción de las represas de El Chocón, Dique Arroyito, Casa de Piedra, Yacyretá y Salto Grande. Hacía fines de la década y al acercarse las elecciones de 1989 Amalita decide apoyar económicamente la campaña de Carlos Menem. Esto le traería réditos en los años posteriores.No tuvo una participación destacada en las privatizaciones llevadas a cabo durante esa década. Solo obtuvo la concesión del ferrocarril de carga Ferrosur de la línea Roca y de EDEA, distribuidora de electricidad de la provincia de Buenos Aires.

Por esos años, dónde tuvo alguna disputa (más mediática que real) con Hernestina Herrera de Noble, decidió incursionar en el negocio de los medios de comunicación. Invirtió dinero en el diario La Prensa, el diario Tribuna, de la ciudad de Olavarría,, Radio El Mundo y FM Horizonte. Sin embargo al poco tiempo abandonó todos estos proyectos.

En 2000 delegó la mayoría de sus funciones en Alejandro Bengolea, su nieto y su hermana. Sin embargo, incapaz de sanear las cuentas,  abandonaron Loma Negra el cargo en 2002.

Otra muestra de su contacto con el poder: una de las últimas audiencias oficiales que brindó De la Rua como presidente, el 19 de diciembre de 2001, fue a Amalita que estaba preocupada por las deudas que su empresa acumulaba por la crisis económica: hasta el final trataba de mover la lapicera del presidente de turno para que firmara decretos y resoluciones en su favor.


En poco tiempo, Amalia triplicó el patrimonio de esta compañía y, según la revista Forbes, se convirtió en la mujer más rica de Argentina, con un patrimonio calculado en 1.800 millones de dólares, y la tercera fortuna más grande del país.

No volvió a casarse. Pero se le adjudicaron romances con Juan José Camero, Alberto de Mendoza, Palito Ortega, y durante años, con el coronel retirado Luis Prémoli.

En 2005, la vendió al grupo brasileño ‘Camargo Correa’ por cerca de mil millones de dólares. Luego de dejar la cementera, dedicó su vida a la filantropía y el arte. Finalmente en 2012 a los 90 años falleció en su casa de Buenos Aires.

La Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat llegó a buen Puerto. Finalmente, luego de más de ocho años de trabajos, interrumpidos por diferentes circunstancias, el emblemático edificio diseñado por el uruguayo Rafael Viñoly, abrió sus puertas sobre el Dique Cuatro de Puerto Madero, para albergar en sus entrañas la colección de una empresaria que ayudó a construir la historia de la Argentina y que apoyó a las artes plásticas y, fundamentalmente a los artistas, como activa coleccionista y como directora del Fondo Nacional de las Artes a lo largo de diez años.



miércoles, 24 de enero de 2024

Carmen Guillot cuando la injusticia y el desaparo lleva al crimen

 

Cuando la vulnerabilidad legal

de una mujer la convierte en asesina


La dependencia legal de la mujer al marido, ha generado situaciones criminales como medio de
liberarse de las imposiciones masculinas. 
En el momento más alto de interés por la criminalidad, los delitos cometidos por mujeres no recibían la misma atención. En el decenio 1900-1909, sólo un 5.85 % de los criminales aprehendidos eran mujeres. Conforme el primer censo carcelario de 1906, las imputadas por delitos contra la propiedad, infanticidios y abortos formaban el grueso de la población carcelaria femenina. Para 1909, el anuario estadístico de la ciudad de Buenos Aires ponía en evidencia que sólo el 10 % de los delitos cometidos por mujeres eran homicidios.

En las ediciones que cubrían los delitos comprendidas entre 1890 y 1915, los expertos que se ocuparon de la criminalidad femenina, la asociaron a la falta de instintos maternales, la iniciación sexual temprana o la exaltación de sentimientos pasionales.


En este contexto, el 19 de julio de 1914, un crimen  en Barrio Norte conmovió a la opinión pública.

Inicialmente todo indicaba que se trataba de un homicidio en ocasión de robo, ya que la billetera de Francisco Carlos Livingston, el contador del Banco Hipotecario, el señor de la casa que, al ingresar a media noche a su departamento es sorprendido en el vestíbulo por dos hombres que lo apuñalan con inusitada saña, 36 cuchilladas.

“El crimen de la calle Gallo 1680″

Aparentemente esa noche regresaba sólo como era habitual de una cena en casa de su hermana y cuñado. Llevaba nueve años casado con Carmen Guillot -casi veinte años menor que él – y cinco hijos. Livingston era un hombre autoritario y violento, ella lo había denunciado cuando vivían en Belgrano pero las fuerzas estatales no hicieron nada por ella.

Nada hizo sospechar al comienzo de la viuda;  aunque había algunos detalles raros como el hecho de que se encontrara encerrada en su pieza desde fuera. Livingston que fue el mismo que la incitó a abandonar el hogar paternal a sus 18 años, la poseía con violencia, le negaba visitar a sus padres, le daba solo tres pesos para que se arreglara con los gastos diarios, que debían cubrir a los cinco hijos, el portaba un bastón de caña de Malaca que usaba como símbolo de hidalguía en público, pero en la casa lo usaba para golpear a Carmen.

Él era habitué del Jokey Club, el Hipódromo de Palermo y otros lugares propios de la aristocracia porteña, donde se presentaba sólo  y él que era tan  avaro con su familia se lo veía despilfarrar dinero en público y también con prostitutas, algo que en ese entonces no era condenado sino  era considerado un comportamiento masculino normal.

Que miedo tendría esa mujer que ni siquiera pensó en dejar a Livingston, por otra parte en aquel momento el matrimonio se pensaba hasta la muerte. Acaso hubiese Carmen intentado una acción de divorcio de no existir las trabas que imponía nuestro código civil de entonces.

Carmen Guillot era una mujer maltratada; Livingston era un ser brutal y despótico. Harta ya, tramó junto a Catalina, su criada, el asesinato de su marido.


Si bien los primeros indicios orientarían a la policía a un robo, ya que al muerto le faltaba la billetera, al comisario Ruffet le llamó la atención el grado de ensañamiento por un simple robo. Además, la víctima aún tenía su reloj de oro, ni la lapicera de oro del señor, esto empezó a hacer dudar a los investigadores policiales. Y se encontraron los cuchillos para fileteado de pescado que usaron los asesinos, cuando fueron al mercado más cercano encontraron la criada conversando animadamente con el pescador que era proveedor de la casa Salvatore Vitarelli. Interrogadas las mujeres confesaron, Carmen habría pagado a dos conocidos del pescador, dos inmigrantes italianos, analfabetos y desocupados.

36 puñaladas, dos sicarios y un asesinato por encargo: el crimen que derivó en la última pena de muerte ejecutada en Argentina


Juan  Bautista Lauro y Francisco Salatto  fueron sentenciados a pena de muerte (la última en nuestro país aplicada en crimenes comunes), fueron fusilados  en el patio de la Penitenciaría Nacional, la pena de muerte había sido abolida en el país por la Asamblea del Año 13. Sería reimplantada en el Código Penal de 1886. 

 A Carmen y el pescador se los penó con reclusiń  Perpetua y a ella además el aislamiento durante 20 días en cada uno de los aniversarios del delito (castigo extra que no aparece en ningún código penal procesal) y a Catalina le dieron 15 años.

El caso sirve para retratar un continuo entre victimización y criminalización, en el que la falta de respuestas legales en los ámbitos domésticos, llevaba a las mujeres a recurrir a instancias que luego eran penalizadas.

Influía una legislación que establecía la inferioridad jurídica de las mujeres, pero también una idea arraigada de la mujer como propiedad del marido.

 

 

 


miércoles, 17 de enero de 2024

Juan Bautista Alberdi en el nuevo billete de 20.000 pesos

Juan Bautista Alberdi
 Juan Bautista Alberti

de nuevo en un billete

argentino


Él fue uno de los pensadores más influyentes, más lúcidos y más comprometidos argentinos del siglo XIX. Ahora, el Gobierno argentino le hará un homenaje. La semana pasada, el Banco Central confirmó que este año emitirá un billete de 20.000 pesos: será el de mayor denominación y llevar el retrato del ilustre tucumano  precursor del pensamiento democrático de Argentina e inspirador de nuestra Constitución.

En el  anverso se verá a Juan Bautista Alberdi y del otro lado estará la ilustración de su casa natal, en San Miguel del Tucumán.

Billete con Juan Bautista Alberdi

Juan Bautista Alberdi fue un hombre polifacético: abogado, jurista, economista, político, diplomático, escritor y músico. Nació en 1810 en San Miguel del Tucumán y falleció en 1884 en la ciudad francesa de Neuilly-sur-Seine. De joven frecuentó el Salón Literario, donde coincidió con figuras de la que luego fue conocida como la Generación del 37: Marcos Sastre, Esteban Echeverría y José Mármol, entre otros.

En ese ámbito Alberdi se cultivó en el pensamiento de la democracia liberal, que reivindicó la Revolución de Mayo tratando de prescindir del enfrentamiento entre federales y unitarios que carcomió al país durante cuatro décadas miembros más influyentes de la Generación del ´37, un grupo de intelectuales que basaron sus ideas en el romanticismo europeo de principios del siglo XIX. Entre sus ideas políticas, postuló la formación de una unión aduanera entre los países americanos, como primer paso hacia la unidad política.

Lo curioso es que su título en jurisprudencia lo obtuvo luego de cursar en cuatro universidades distintas: Buenos Aires, Córdoba, Montevideo y Santiago de Chile, ciudad esta última adonde se había exiliado por motivos políticos.

Se exilió en Europa y Sudamérica, por ser opositor al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Vivió gran parte de su vida en Valparaíso, Chile, donde trabajó como abogado y periodista. 

Juan Bautista Alberdi
A pesar de su amplia formación intelectual, y de sus destacados aportes en el campo del periodismo y la economía, Alberdi pasó a la historia como el autor de "Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina"que escribió en 1952. En esa obra expuso sus puntos de vista, tomados del estudio de varias constituciones, y propuso fomentar la inmigración con una frase que fue seguida por varios gobiernos en los años sucesivos: “Gobernar es poblar”. Las “Bases”, como se las conoce popularmente, fueron el punto de partida bajo el cual los convencionales que se reunieron en 1853 en Paraná y Santa Fe sancionaron la Constitución Nacional, que con sucesivas modificaciones todavía está vigente.

Bases de Alberdi
Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina.
Es un programa político que sirvió a la generación que triunfó en Caseros y que comienza
a diseñar un nivel de país.
Las indicaciones económicas de Alberdi comenzaran a realizarse a partir de la llamada
generación del 80
Billete con Juan Bautista Alberdi

               Billete de 1984

Alberdi primero  analiza la situación política y jurídica del país y propone su propio plan para superar las dificultades que según su visión eran un verdadero obstáculo para el progreso de la Argentina. Además de contemplar la Constitución Argentina de 1819 y de 1826, realiza un análisis conciso de las diferentes constituciones de America: Colombia, Perú, Chile, Uruguay Paraguay Mexico y California. Alberdi propone una nueva constitución que deberá reconocer y garantizar determinados derechos tanto a argentinos como a extranjeros, es decir, a todos los habitantes del territorio argentino,  a través de verdaderas garantías para de esta manera fomentar la inmigración que el país tanto necesitaba  en ella “debe reconocer, entre sus grandes fines, la inviolabilidad del derecho de propiedad y la libertad completa, del trabajo y de la industria”La inmigración es un tema central en el pensamiento de Alberdi, creía que "Europa nos traerá su espíritu nuevo, sus hábitos de industria, sus prácticas de civilización, en las inmigraciones que nos envíe" por supuesto era necesaria la tolerancia religiosa como condición necesaria para atraer la inmigración. Gobernar es poblar en el sentido que poblar es educar, mejorar, civilizar, enriquecer y engrandecer espontánea y rápidamente nuestro país.

En cuanto a la presencia del aparato estatal, Alberdi sentenció que “las sociedades que esperan su felicidad de la mano de sus Gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza”. Y remarcó que “cada hombre tiene el encargo providencial de su propio bienestar y progreso, porque nadie puede amar el engrandecimiento de otro como el suyo propio”.

En 1855 fue nombrado representante de la Confederación Argentina en París, Madrid y Londres, cargo en el que logró varios acuerdos relevantes. Le dió la idea a García Hamilton de nombrarlo el gran ausente.

Su prédica irreductible contra la “Guerra Grande”, que es como en el hermano país llaman a la Guerra de la Triple Alianza. La conflagración, aquí conocida como “Guerra del Paraguay”, estalló a mediados de la década de 1860: tropas de Brasil, Argentina y Uruguay se enfrentaron contra las de Paraguay, país que sufrió escarnios y masacres todavía incalculables.

Alberdi denunció incansablemente ese horror: lo llamó “Guerra de la Triple Infamia”. Y le dedicó uno de sus ensayos más recordados: “El crimen de la guerra”. No puede justificarse ninguna guerra, mucho menos en nombre de que es “justa”, porque tal cosa implicaría concebir la entelequia de un “crimen justo


Billete con Juan Bautista Alberdi

                              Seudo moneda conocida como Lecop

Murió en  Francia,  el 19 de junio de 1884. Sus cenizas descansan en la casa de gobierno de Tucumán. Cada 29 de agosto se celebra en su honor, el Día del Abogado.

miércoles, 10 de enero de 2024

La historia de amor de Regina Pacini y Marcelo de Alvear

 

Regina Pacini y Marcelo de Alvear
El amor entre la 

soprano 

y el dandy porteño


En la fotografia Regina y Marcelo en sus caminatas por la rambla de Mar del Plata





Regina Pacini

En Lisboa, el día de Reyes de 1871 nació una niña que fue bautizada con el nombre evocativo para la fecha: Regina. Su padre Pietro (barítono) y sus bisabuelos Isabella (soprano) y Luigi (bajo) habían sido cantantes líricos. La niña había heredado el talento de los Pacini y cuando murió Pietro en 1882, previa consulta con su confesor, que aseguro que habia recibido una educación cristiana por lo que su madre no tenía que procuparse por la joven,  la familia resolvió que Regina cantaría de manera profesional.

Su primera actuación en el teatro San Carlos de Lisboa —administrado por su hermano José—, se llevó a cabo un día antes de que cumpliera los 17 años. Cuando se acercaba la gran gala en el Teatro Real de San Carlos de Lisboa, a la que asistiría la familia real, la cantante que debía interpretar la ópera La Sonámbula, de Vicenzo Bellini, se enfermó. Su maestro de canto la propuso como reemplazante. Esa noche, el día que cumplía 16 años, se lució como soprano ligera y se llevó todos los aplausos. Contaba con la asistencia de su madre andaluza, que la acompañaba a todas partes.

Regina Pacini
Empezó de la mejor manera porque la crítica y el público coincidieron que tenía condiciones
para triunfar en los escenarios de la lírica. Así fue. En pocos años, toda Europa veneraba la voz y el exquisito si bemol agudo de esta joven. Recorrió los mejores teatros líricos de Europa y en 
 1899, una gira la trajo por Montevideo y Buenos Aires. Entre los espectadores que concurrieron al Teatro Solís de la capital de Uruguay y luego en el Politeama de Bs. As, se encontraba un argentino que sintió el llamado de Cupido. El flechado era Marcelo Torcuato de Alvear, dos años mayor que Regina, hombre rico que practicaba golf, automovilismo, tiro, boxeo y conquistas amorosas. Esa chica pequeña, delgada y rubia flechó al soltero más codiciado de Buenos Aires, que la miraba embelesado desde su palco. Cuando terminó la temporada en Buenos Aires, ella partió a San Petersburgo, a cumplir con otros compromisos artísticos. La sorpresa fue que él la siguió. Luego de Rusia, el periplo continuó por varios países europeos. Alvear asistía a los teatros y se veían en fiestas y recepciones en embajadas, donde comenzaron a conocerse.

Regina Pacini
Sus encantos eran el resultado de ser una mujer admirada y aplaudida en todo el mundo, que
se manejaba en los ámbitos sociales con mucha altura y que no llevaba una vida desordenada como podía ocurrir en los casos de algunas divas de aquel tiempo. Ya le había destrozado el corazón a un oficial de la dinastía rusa que le había propuesto matrimonio en Varsovia. Un millonario sueco, un noble polaco y otro italiano habían fracasado en sus intentos de cortejarla.

Alvear era muy rico ya que habia heredado tierras de los Alvear por parte del padre y de los Pacheco por su madre, tenia hectarias en La Pampa, en Trauque Lauquen y en Chacabuco. 

Luego de seguirla enviandole rosas rojas y blancas y joyas por todo Europa, finalmente, en el teatro real de San Carlos de Lisboa, ocurrió que Regina salió a escena y descubrió el teatro vacío. Un aplauso solitario la conmovió, el de Marcelo de Alvear.

En 1901 Regina regresó a Buenos Aires en otra gira y en 1903 él le propuso matrimonio. La condición de Alvear era que si se casaban, ella debía dejar la carrera artística. Ella aceptó con la condición de cantar cuatro años más para cumplir con sus compromisos. Estuvieron de acuerdo, menos la futura suegra, que se oponía a que su hija dejase la carrera pero Alvear le ofrece a Felisa Pacini que se quedara con todo lo ganado en la carrera de su hija a la que habia acompañado como sombra.

Los parientes Alvear, escandalizados al ver que Marcelo manchaba el apellido al casarse con una actriz, lo apartaron. Las familias más tradicionales escribieron un insólito telegrama refrendado por quinientas firmas y lo enviaron a Europa. Le pedían a su amigo que recapacitara. María Unzué de Alvear, quien había enviudado de un hermano de Marcelo, jamás permitió el ingreso de Regina a su casa, cosa que emularon el resto de la familia.

Regina Pacini y Marcelo de Alvear

Se casaron en 1907, en secreto,en Nuestra Señora de la Encarnación de Lisboa.  Él tenía 39 y ella, 36 años.  Su sobrino Adams Benítez, hijo de Carmen Alvear, fue el único representante de la familia del novio.Los Avellaneda  actuaron de padrinos. La ceremonia se anunció para el 29 de abril  a las 9 de la mañana. Pero la gente que acudió se sorprendió al saber que se habían casado a las 7hs, cuando en la iglesia no había nadie, solo con Regina y Marcelo convertidos en una criada y un policía.

El regalo del novio fue sorprendente: el “Manoir de Coeur Volant”, una villa cercana a París, de estilo normando, con varias hectáreas de parque. En la recepción había un órgano en el que a veces cantaba Regina. Además ella tenía un espacio con un piano, donde cantaba para Marcelo y para algunos invitados. Recorrieron anticuarios y comercios de arte para amueblar su mansión.

Marcelo le sugirió a Regina que cambiara su guardaropas e hizo que se vistiera con los mejores modistos de París. 

En marzo de 1911 se casó una de la sobrinas de Alvaer, Elvira la hijo de su hermano Carlos, en esa ocasión la pareja paró en el Plaza Hotel, la ceremonia se llevo a cabo en una Capilla de los Pacheco en El Talar, la fiesta fue correcta. Regina solo recibió obligados saludos. En esa ocasión pasaron por la Casa Escasany, por Barlow´s y Gath y Chaves, pasearon por  Palermo y terminaron en el Colon donde recibieron saludos obligados pero todos tenian compromisos como para no aceptar las propuestas de Marcelo.

En las elecciones para renovación de bancas legislativas celebradas tras la reforma electoral de
la 
ley Sáenz Peña en 1912, Alvear fue elegido diputado, cargo que desempeñó por dos años. Marcelo regresó a apadrinar duelos, practicar deportes y a tener aventuras extramatrimoniales. Cuando Yrigoyen asumió la presidencia en 1916 nombró a Alvear embajador en Francia y la pareja regresó a su mansión de las afueras de París., cuando estalla la Primera Guerra Mundial donaron un hospital de seis pisos dirigido por los médicos Pedro Chutro y Enrique Finochietto. Regina misma concurria para ayudar a cuidar a los soldados lo que le valió la Legión de Honor. En 1920 se inauguró un  pabellon en la maternidad de Roye donado por damas argentinas. Tambien  un pabellón en la ciudad universitaria de Paris con la ayuda de su pariente Otto Bemberg dueño de la Cervecería Quilmes.

el 2de abril de 1822 le llegó la noticia que habia sido elegido presidente, viajó a Roma para encontrarse con el Papa y con el rey Victor Manuel III mientras que Regina viaja a Lisboa a encontrarse con su familia.Luego Marcelo viajara a Londre encontrandose con el Principe de Gales y de alli a Madrid encontrandose con Alfonso XIII, finalmente la pareja se reencontro en Paris y se despidio de ella realizando paseos para grabarlos en su corazon.

Cuando llegaron a Bs As una multitud los esperaba en el puerto y fueron directamente al palacio que les prestaron  JUan  A Fernandez y su mujer R de Anchorena donde vivirán durente los seis años de presidencia.

El día de su asunción primero se dirigió al Congreso y desde alli  a Casa de Gobierno, vestía una levita con la galera bajo su brazo donde es recibido por un Yrigoyen con saco arrugado y galera redonda. El 14 de octubre, dos días después el presidente entro al Colón junto a su esposa. Pidió expresamente que viniera el tenor español Miguel Fleta.

Regina se convirtió en la Primera Dama de mandato completo desde el Gob de Roca y  Clara Funes entre 1880-1886 porque los otros presidente intermedios habian sido viudos o solteros.

Conciertos, recepciones en embajadas e inauguraciones la tenían como protagonista.

Como la vez que la Compañía Hamburg Sud le comunicó que el transatlántico Cap Polonio iba a permanecer varios días en el puerto y estaba a su disposición. Regina agradeció el ofrecimiento de la naviera alemana. El gran barco le era de suma utilidad: organizó comidas y bailes a beneficio del Patronato de la Infancia. Se ganó la admiración general y el vacío en el cual la habían colocado, comenzó a llenarse con manifestaciones de respeto.

Villa Regina en Río Negro es una colonia agricola con inmigrantes italianos creada en 1924, cuyo nombre rinde homenaje a Regina Paccini, esposa del Presidente de la Nación; don Marcelo T. de Alvear. Luego  la pareja viajara para conocerla.


Villa Regina mdq

El matrimonio presidencial pasaba los veranos en Mar del Plata donde disfrutban de caminatas por la rambla y Marcelo además se tomaba tiempo para pescar. Villa Regina, fue una hermosa residencia construida en el barrio de Playa Grande construida por el arq. Alula Baldassarini para el Presidente Dr. Marcelo Torcuato de Alvear y su esposa, Regina Pacini, como residencia de veraneo en Mar del Plata de un típico estilo anglonormando pintoresquista en 1925 ubicado frente al Golf Club. A diferencia de lo acostumbrado, cabe destacar que a pesar de sus importantes dimensiones, el matrimonio Alvear prefirió que por dentro la casa fuera llamativamente austera pero elegante. Es mas, también contrariamente a lo habitual, todos los muebles, tapices, alfombras, cuadros y otros objetos que la equipaban eran de factura argentina. Ningún accesorio fue traído de Europa, todo fue comprado y encargado a artesanos y artistas nacionales.


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Cuando Marcelo volvio a Bs AS al trabajo y a las infidelidades alquiló un petit hotel en la calle Rodriguez Peña para escenario de sus juegas.

Durante su presidencia de dieron tres visitas importantes: el prinicpe de Gales, Humberto de Saboya y el maharaja de Kapurthala

Cuando promediaba el mandato de Alvear, Regina comenzó una cruzada. Quería dotar al país de un espacio que atendiera a los artistas en los años de retiro. En 1938 se inauguró la Casa del Teatro en la Capital Federal con ocho huespedes. Abajo tiene una sala teatral que se alquila para obtener fondos para el sostenimiento de la obra y actualmente se encuentra una tienda con ropa que donan los artistas para el mismo fin.

Regina Pacini y Marcelo Alvear

Estando en ejercicio de la Presidencia de la Nación, Marcelo Torcuato de Alvear pidió al Consejo Deliberante del partido de Las Conchas que creara el pueblo de Don Torcuato. Para ello, el propio Alvear donó una fracción de terreno de 40 hectáreas de las tierras que pertenecieron a Don Torcuato de Alvear, su padre. Donde hizo construir Villa Elvira, nombre de su madre terminada en 1942 usando el estilo californeano.
Otro detalle que marcó la fisonomía del lugar fue la traza y magnífica extensión del Campo de Golf de Don Torcuato, alrededor del cual se situaron muchas de las nuevas construcciones, y que se ubicó en un predio de 100 hectáreas cedidas también por los Alvear, en este caso a los ferrocarriles ingleses.

Cuando Alvear estuvo preso en Martín García en 1933, ella hizo innumerables viajes a la isla para llevarle ropa, comida y palabras de aliento.. Junto a Regina tuvieron luego que exiliarse

El matrimonio no tuvo hijos. Alvear murió en 1942.

Regina Pacini
Cuando  murió su marido, ella ordenó sus papeles y pertenencias y fue clave en la fundación del Museo de la Casa Rosada, al donar muchos de los objetos del expresidente. Remató todos sus bienes, se quedó con unas pocas alhajas y muebles, se mudó a Villa Elvira (nombre de la madre de Alvear) en Don Torcuato que la hizo construir en 1942 rodeada de un bello jardin y de sus rosas rojas y blancas que todos los 23 llevaba a la tumba de su esposo.

La querida Primera Dama vivió con sencillez hasta su muerte en 1965 hasta sus 95 años. Hoy descansa en la Recoleta, inmediatamente al lado de su amor eterno. Un arreglo previo entre la familia preveía que su féretro sería depositado junto al de su marido. Sin embargo, por falta de un catre cercano, el ataúd descansó varios años en el piso, como si el desprecio de su familia política continuara aún dentro del mausoleo.

Regina Pacini
Regina Pacini

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