Génesis y
desarrollo de
La dama de
cemento
Niña nacida en cuna de oro María Amalia Sara Lacroze Reyes Oribe nació el 15 de agosto de 1921. La familia de su madre descendía del segundo presidente de Uruguay, Manuel Oribe. Su abuelo, Federico Lacroze, construyó los primeros tranvias en la capital argentina en la década de 1880.
Pero ya en 1941, convertida en un ícono de la moda de la alta sociedad, se comprometió con el abogado Hernán de Lafuente Sáenz Valiente y ambos jóvenes asistieron a una función organizada por una
comisión fundada por Adela Leloir Unzué de Rodríguez Larreta para colaborar con pobres del norte argentino. Paralelamente, concurrió con su madre y su hermana a una gala a beneficio del Patronato de Leprosos en el Teatro Politeama y al discurso ofrecido por Walt Disney en su visita a la Argentina
En septiembre de 1942, contrajo matrimonio con de Lafuente y partieron de luna de miel a Estados Unidos, y en 1944 nacería su única hija, María Inés, que les dio a su vez tres nietos. María Inés Lafuente, tuvo dos hijos de su primer matrimonio con Julián Bengolea Madero: Alejandro y Bárbara Bengolea y luego contrajo matrimonio con Julio Aurelio Amoedo y tuvo una hija, Amalia Amoedo.
La historia de amor de Amalita y Alfredo Fortabat se inició en agosto de 1941 en una función de caridad. Ella enamorada y comprometida, Alfredo 28 años mayor y casado. Lacroze y de Lafuente fueron invitados por Alfredo Fortabat a navegar por Tigre en su yate personal. Y el empresario encontraria otros motivos para reunirse. Al momento de su boda en 1942, Fortabat que fue invitado a ella pero admitió: «No pude soportar ir a su casamiento» y en cambio, le envió una pulsera de oro de una de las joyerías más costosas de Buenos Aires. Mientras el matrimonio de Lafuente-Lacroze se hallaba de vacaciones en Europa en 1947, Fortabat, todavia casado con Elisa Corti Maderna, los siguió sin que lo supieran. Durante una fiesta en París simuló encontrarlos casualmente y sacó a bailar a Lacroze y le confesó su amor.
Alfredo Fortabat Pourtalé descendía de parte de la comunidad francesa que se instaló en Azul cuando todavia no habia llegado el tren y los recuerdos de los indios eran recientes y luego en Olavarría iniciando su prosperidad con la explotación ganadera hasta que descubren que estaban parados sobre una importantisima reserva de cemento así se formó Loma Negra. Desde sus inicios se vinculó con el estado y la obra pública no importaba de que color político fuera y sea de origen democrático como dictatorial, la alianza económica se mantuvo hasta el final.
En la década de 1920, Europa necesitaba de las exportaciones argentinas debido a la gran Guerra y Alfredo Fortabat, un ganadero del partido de Olavarría, decidió apostar a la industria cementera.Su empresa Loma Negra, fundada en 1926, se convirtió en la líder de la producción de concreto en Argentina durante las décadas de 1950 y 1960. La primera obra en Olavarría de Amalita fue un jardín maternal para los hijos de los empleados de la empresa de su marido y una escuela para las madres semianalfabetas. Se encargó de equiparlo y mantenerse al tanto de la evolución de los sesenta niños que albergaba. En Loma Negra surgió para sus empleados un barrio de viviendas, escuela, iglesia, campo de deportes, proveduría de consumo, consultorio médico de primeros auxilios.
En 1948, la esposa de Fortabat, La Negra, enterada de la aventura amorosa de su marido, contrató un abogado para embargarle los bienes en común, pero don Alfredo se adelantó, se enteró de que no había ninguna posesión a su nombre debido a un traspaso de acciones fraudulento efectuado por su esposo. Como consecuencia de la estafa, la fortuna construida junto a Corti Maderna quedaría para Amalita.
Para fines de ese año Amaqlia y Alfredo luego de un viaje alrededor de Francia, Italia y la región del Egeo, Lacroze generó un escándalo en la clase alta porteña al separarse de Lafuente y paralelamente Fortabat ejecutó lo mismo con Corti Maderna.
La pareja se caso en Uruguay, en Las Vegas, en San Francisco, en Los Ángeles, en París y en México pero tendran que esperar a la Segunda Presidencia de Perón cuando aparezca por un breve tiempo la posibilidad del divorcio siendo una de las pocas parejas en legitimar su unión de esta manera.
La facilidad de Lacroze para hablar varios idiomas y su sociabilidad le permitieron ser una compañera frecuente en los viajes de negocios de Fortabat al extranjero
Para principios de los años 1960, opinaba sobre el futuro de la fábrica, participaba en operaciones y realizaba sugerencias sobre el desarrollo industrial y la acción social. Supervisó personalmente la construcción de la Parroquia Santa Elena en la Villa Alfredo Fortabat de la localidad de Loma Negra, con ayuda de los arquitectos Jorge de la María Prins y José Olivera. Por pedido de Lacroze, en marzo de 1963 Fortabat donó una propiedad a Olavarría para establecer la Escuela Nacional de Educación Técnica n.º 1 «Luciano Fortabat», a cuya ceremonia de inauguración concurrieron funcionarios municipales, provinciales y varios del gabinete nacional. Poco después, convenció a su esposo de donar su casa natal en Azul para convertirla en una escuela de arte.
Por otro lado, también, es injusto que quede fijado ese dicho porque su actividad filantrópica y social fue muy activa durante toda su vida. En Olavarría, tanto con los empleados de la fábrica, como con el resto de los habitantes de la ciudad, los Fortabat fueron generosos y muy atentos a cubrir las necesidades puntuales. Más allá de grandes donaciones o de la construcción de edificios de uso público, los Fortabat durante décadas colaboraron con los gastos médicos de las familias ante situaciones de emergencia o extremas, consiguiendo los mejores médicos del país, prótesis del extranjero o afrontando costosas tratamientos. También repartieron numerosas becas para que los empleados y sus hijos pudieran formarse en distintas universidades e institutos. De hecho la Fundación Fortabat se centraba en el aspecto educativo- formativo y el de salud.
El 19 de enero de 1976 Alfredo Fortabat falleció a los ochenta y un años a causa de un accidente cerebrovascular, Amalita heredó sus bienes en una suma millonaria que incluía:
- 23 terrenos equivalentes a 160 000 hectáreas con 170 000 cabezas de ganado.
- Una finca de 160 hectáreas en Middleburg, Virginia (Estados Unidos).
- Cinco empresas cementeras.
- Un dúplex sobre Avenida del Libertador, una casa en San Isidro, una casona en Mar del Plata, el edificio donde se hallaba la sede de Loma Negra en Diagonal Norte 634 y un dúplex en el hotel The Pierre en Nueva York.
- Un avión Lear Jet, un avión Beechcraft 90, un helicóptero Hughes 500, un barco y varios automóviles.
- Obras de arte, una emisora radial y una planta de inseminación artificial de ganado.
En tan solo tres días Lacroze pasó a ocupar el cargo de presidenta de Loma Negra. Mantuvo el luto durante cinco meses y luego se entregó a una febril actividad desde temprano a la mañana hasta las 20 hs aproximadamente.
En los primeros años al frente de Loma Negra obtuvo la concesión para suministrar el cemento de las grandes obras que encaró la dictadura de Jorge Rafael Videla. La construcción de las autopistas de la ciudad de Buenos Aires y la remodelación de los estadios para el Mundial de fútbol de 1978. En 1980, el entonces ministro de Economía Alfredo Martínez de Hoz decretó un aumento del 20% en el precio del cemento favoreciendo a la empresa de Fortabat. Finalmente en 1982, cuando la dictadura decide a instancias de Domingo Cavallo estatizar la deuda privada, Loma Negra se ve nuevamente favorecida. Para cuando se recuperó la democracia en nuestro país, Amalita había triplicado la fortuna de su patrimonio en relación a 1975.
Aparte de recibir cinco establecimientos con Loma Negra —Olavarría, Barker, El Alto, San Juan y Zapala— en distintas provincias, abrió una molienda en la Isla Yacyretá, compró la fábrica Corcemar en el pueblo de Pipinas e inició los planes para la construcción del embalse Piedra del Águila sobre el río Limay. También se ocupó del proyecto del Puente Internacional San Roque González de Santa Cruz y en octubre de 1976 proporcionó la financiación necesaria para que el Estado construyera el puente Conmemoración del Sesquicentenario de la Revolución de Mayo, que cruza la avenida Figueroa Alcorta y une el Museo Nacional de las Bellas Artes con la Facultad de Derecho en Buenos Aires.
La fundación Fortabat sostuvo económicamente a comedores localizados en La
Matanza, Berazategui, Sarandí y Gregorio de Laferrere, además de ofrecer un plan de ayuda consistente en becas, subsidios, atención médica y viviendas para excombatientes de la Guerra de las Malvinas. Por medio de la fundación se llevó a cabo la construcción del Pabellón de Pediatría del Hospital Municipal Coronel Olavarría y la renovación del equipo para tratamiento de radioterapia del Hospital de Oncología Luciano Fortabat
Bajo el gobierno de Raúl Alfonsín durante la década del ’80 Loma Negra fue la proveedora exclusiva para la construcción de las represas de El Chocón, Dique Arroyito, Casa de Piedra, Yacyretá y Salto Grande. Hacía fines de la década y al acercarse las elecciones de 1989 Amalita decide apoyar económicamente la campaña de Carlos Menem. Esto le traería réditos en los años posteriores.No tuvo una participación destacada en las privatizaciones llevadas a cabo durante esa década. Solo obtuvo la concesión del ferrocarril de carga Ferrosur de la línea Roca y de EDEA, distribuidora de electricidad de la provincia de Buenos Aires.
Por esos años, dónde tuvo alguna disputa (más mediática que real) con Hernestina Herrera de Noble, decidió incursionar en el negocio de los medios de comunicación. Invirtió dinero en el diario La Prensa, el diario Tribuna, de la ciudad de Olavarría,, Radio El Mundo y FM Horizonte. Sin embargo al poco tiempo abandonó todos estos proyectos.
En 2000 delegó la mayoría de sus funciones en Alejandro Bengolea, su nieto y su hermana. Sin embargo, incapaz de sanear las cuentas, abandonaron Loma Negra el cargo en 2002.
Otra muestra de su contacto con el poder: una de las últimas audiencias oficiales que brindó De la Rua como presidente, el 19 de diciembre de 2001, fue a Amalita que estaba preocupada por las deudas que su empresa acumulaba por la crisis económica: hasta el final trataba de mover la lapicera del presidente de turno para que firmara decretos y resoluciones en su favor.
En poco tiempo, Amalia triplicó el patrimonio de esta compañía y, según la revista Forbes, se convirtió en la mujer más rica de Argentina, con un patrimonio calculado en 1.800 millones de dólares, y la tercera fortuna más grande del país.
No volvió a casarse. Pero se le adjudicaron romances con Juan José Camero, Alberto de Mendoza, Palito Ortega, y durante años, con el coronel retirado Luis Prémoli.
En 2005, la vendió al grupo brasileño ‘Camargo Correa’ por cerca de mil millones de dólares. Luego de dejar la cementera, dedicó su vida a la filantropía y el arte. Finalmente en 2012 a los 90 años falleció en su casa de Buenos Aires.
La Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat llegó a buen Puerto. Finalmente, luego de más de ocho años de trabajos, interrumpidos por diferentes circunstancias, el emblemático edificio diseñado por el uruguayo Rafael Viñoly, abrió sus puertas sobre el Dique Cuatro de Puerto Madero, para albergar en sus entrañas la colección de una empresaria que ayudó a construir la historia de la Argentina y que apoyó a las artes plásticas y, fundamentalmente a los artistas, como activa coleccionista y como directora del Fondo Nacional de las Artes a lo largo de diez años.
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