La Batalla de Obligado en el billete de
veinte pesos argentinos.
El billete de 20 pesos argentinos que se encuentra en circulación en la actualidad, desde 1992, y modificado su diseño en el 2000 contiene en el anverso la replica de la primera mujer en un billete argentino. Se trata del retrato de Manuelita Rosas, pintado por Prilidiano Pueyrredón, uno de nuestros primeros pintores nacionales. Por primera vez en un billete argentino aparece la imagen del Gral. Brigadier Juan Manuel de Rosas. Obviamente, como no podía ser de otro modo, el billete es de color rojo, tinte que él prefería.
Dicha obra puede ser visitada de modo libre y gratuita en el Museo Nacional de Bellas Artes de Bs, As, de martes a domingo desde las 12 horas.
En el reverso se encuentra tanto en la primera versión, como en la segunda una imagen que recuerda la Batalla de la Vuelta de Obligado, que tuvo como escenario el Río Paraná, muy cerca de San Pedro, a orillas de la estancia de la familia Obligado, una batalla que agudizó las estrategias del Gral. Mansilla para poder enfrentarse y frenar el avance de la flota inglesa, la más poderosa del momento, sin contar con armada propia.. País con el que nos encontrábamos dependientes económicamente por el Empréstito Baring Brother, por ser quien nos fletaba la exportación de carne salada y otras materias primas y alimentos para la Europa industrializaba, constituyendo en la práctica una relación de colonización económica que arrastramos desde las invasiones inglesas hasta me daría permiso para mencionar el mal negocio de la nacionalización de los ferrocarriles en la década de 1940.
En
el reverso del billete se presenta la imagen de "La Vuelta de Obligado", anecdótica batalla encabezada por el Gral. Lucio Norberto
Mansilla, cuñado de Rosas, el 20 de Noviembre de 1845, en ella logra
hacer retroceder a la flota británica que pretendía la libre navegación
en nuestros ríos interiores, en el contexto de la operación de bloqueo. (Clikea sobre lo subrayado para ver video informativo sobre la batalla)
En el marco de la Guerra Grande,
una flota anglo-francesa – integrada por 22 barcos de guerra y 92
buques mercantes – fue interceptada por tropas argentinas, al mando del
general Lucio Norberto Mansilla.
Los europeos disponían de 418 cañones y 880 soldados, contra seis
barcos mercantes y 60 cañones de escaso calibre que les opuso Rosas.
Once buques de combate de la escuadra anglo-francesa navegaban por el río Paraná
desde los primeros días de noviembre; estos navíos poseían la
tecnología más avanzada en maquinaria militar de la época, impulsados
tanto a vela como con motores a vapor.
Una parte de ellos estaban parcialmente blindados, y todos dotados de
grandes piezas de artillería forjadas en hierro, y de rápida recarga,
granadas de acción retardada, Shrapnels (las primeras bombas-proyectiles de fragmentación antipersonales) y cohetes Congreve.
La principal fortificación argentina se encontraba en la Vuelta de Obligado, donde el río Paraná se angosta a 700 m de ancho, y un recodo pronunciado dificultaba la navegación a vela.
El general Mansilla hizo tender tres gruesas cadenas de costa a
costa, sobre 24 lanchones. La operación estuvo a cargo, principalmente,
de un italiano inmigrado a la Argentina, de apellido Aliverti.
En la ribera derecha del río montó 4 baterías
artilladas con 30 cañones, muchos de ellos de bronce, con calibres de
8, 10 y 12, siendo el mayor de 20, los que eran servidos por una
dotación de 160 artilleros.
La primera, denominada Restaurador Rosas, estaba al mando de Álvaro José de Alzogaray; la segunda, General Brown, al mando del teniente de marina Eduardo Brown, hijo del almirante; la tercera era la General Mansilla, comandada por el teniente de artillería Felipe Palacios; y la cuarta, de reserva y aguas arriba de las cadenas, se denominó Manuelita y estuvo al mando del teniente coronel Juan Bautista Thorne.
La primera, denominada Restaurador Rosas, estaba al mando de Álvaro José de Alzogaray; la segunda, General Brown, al mando del teniente de marina Eduardo Brown, hijo del almirante; la tercera era la General Mansilla, comandada por el teniente de artillería Felipe Palacios; y la cuarta, de reserva y aguas arriba de las cadenas, se denominó Manuelita y estuvo al mando del teniente coronel Juan Bautista Thorne.
Además, en las trincheras había 2000 hombres, la mayor parte gauchos asignados a la caballería, al mando del coronel Ramón Rodríguez, jefe de uno de nuestras más antiguas milicianas en nuestra historia, conformado por criollos o patricios (nacidos en la Patria) Regimiento de Patricios., con surgimiento en las Invasiones Inglesas. En el río estaba estacionado un bergantín, el Republicano, que ―al mando de Tomás Craig
(irlandés nacionalizado argentino)― tenía como misión cuidar las
cadenas que cruzaban el río. Este buque fue volado por su tripulación
durante el combate, cuando su captura por el enemigo era inminente. El Republicano estaba acompañado por los cañoneros Restaurador y Lagos, que consiguieron escapar indemnes hacia el Paso de El Tonelero tras la batalla
Dicen
que iniciado el cañoneo patriota al chocar los barcos británicos con
las cadenas que se habían cruzado de orilla a orilla del Río Paraná se
produce el desembarco de los ingleses y así se inició el combate. En la
lucha cuerpo a cuerpo participaron, además de los soldados, vecinos de
Ramallo y San Pedro, incluidas mujeres, como en todos aquellos momentos cruciales de nuestra historia donde nos faltaban varones para luchar, abandonando el rol social de esposas y madres para empuñar armas en defensa de la patria..
Este episodio poco recordado por los historiadores argentinos, fue
revalorizado a partir del año del Bicentenario de la Revolución de Mayo,
2010, cuando por ley se declaró feriado a la fecha del 20 de noviembre,
que desde 1974 conmemora el Día de la Soberanía Nacional. Entendiendo que la soberanía reune el derecho de una nación sobre su territorio, mar, ríos interiores y ahora también su cielo. Aunque también usamos el término saberanía cultural, o alimentaria, etc etc
En las tierras que pertenecieran en ese tiempo a Antonio Obligado, se estableció en un primer momento un monumento recordatorio, se trataba de una escultura abstracta del pintor y escultor argentino Rogelio Polesello que se emplaza en la actual Reserva Natural en la Vuelta de Obligado, que administra el municipio de San Pedro, Pcia. de Bs.As.
Cabe recordar que el Gral. Don José de San Martín, en ese momento autoexiliado en Francia le enviara al Brigadier su espada en reconocimiento al triunfo de nuestras podres milicias federales y escasas embarcaciones frente a una de las potencias marítimas del s. XIX para frenar sus ansias de sometimiento en Sudamérica.
En el lugar hay espacio para reconocer a las mujeres criollas y afroamericanas que compartieron la lucha codo a codo con sus varones
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