Macacha Güemes, hermana incondicional de Martin Miguel de Güemes
En el arcón de los recuerdos los salteños guardan con especial cariño las figuras de algunas mujeres que abandonaron su tranquilo rol de esposas y madres para luchar codo a codo con los varones por la libertad de nuestra patria. Ellas fueron entre otras Macacha Güemes, Juana Moro, Martina Silva, María Gertrudis Medeiros Martínez de Fernández Cornejo, María Loreto Sánchez Peón de Frías, Carmen Puch y otras tantas anónimas, que a su modo, y de acuerdo a sus posibilidades, ayudaron a que aquel gran Plan Continental, que permitiera asegurar la independencia de toda Sudamérica, llegara a concretarse exitosamente.
En este detalle de parte posterior del pedestal del Monumento a Güemes
y al pueblo salteño, en la ciudad capital de esa Pcia.
aparece toda una familia comprometida en la lucha.
Algunas aprovecharon su encumbrada situación social y lucharon desde los salones para convencer a los de su clase de seguir la causa criolla, otras se infiltraron en los regimientos realistas y seduciendo soldados enemigos regresaban con información para nuestros generales.
Magdalena Güemes de Tejada nació en Salta el 11 de diciembre de 1787, hija de doña María Magdalena Goyechea y de la Corte y de don Gabriel Güemes Montero, tesorero de la Real Hacienda. De una posición acomodada, recibió la educación habitual para las mujeres de su época, pero poseía cualidades propias que le permitieron descollar.
Con tan sólo 16 años, en 1803, contrae matrimonio con don Román Tejada, perteneciente a una antigua familia de Salta.
Con el primer estallido de la Revolución Americana Macacha organizó un sistema de inteligencia al
servicio de los patriotas, compuesto por mujeres espías que asistían a los
banquetes y fiestas con la mayoría de la alta clase, traidora y agodada, regalada a
los Godos (españoles realistas). Allí conversaban con los oficiales españoles y vertían las
infidencias de los imprudentes invasores, fascinados por las sugerentes
salteñas de ojos y cabellos negros. Enviaban estos datos en mensajes que sus criadas escondían en los
matorrales y los gauchos de Güemes retiraban por la noche.
En 1815, Macacha realizó gestiones para lograr la firma del Pacto de Los Cerrillos, luego de la delicada situación surgida entre el Gral. Güemes y las fuerzas de Buenos Aires que respondían al Gral. Rondeau.
Ella fue la más entusiasta colaboradora de su hermano y supo sacar partido de su noble inteligencia y posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas que ocupaban la ciudad de Salta y Güemes los combatía con todos los medios a su alcance, ella ejerció con sutil arte de seducción tareas diplomáticas en defensa de la causa revolucionaria.
Como aparece en la película "La Guerra Gaucha", la aristócrata cuidando y convenciendo al realista nacido en América, como los niños y aún el sacristán de la iglesita se convierten en agentes para la inteligencia patriota. El
monumento al Gral. Martín Miguel de Güemes y al honor del pueblo salteño todos los 17 de junio se realiza un homenaje al Héroe Gaucho en las
luchas por nuestra independencia. Éste fue realizado por el escultor
Victor Gariño en 1931 en Salta capital. Todo salteño de ley concurre a la vigilia la noche anterior esperando el desenlace de la muerte del caudillo ya sea en Salta capital o en la réplica que se encuentra en la Costanera Norte en Bs As. para los que viven en es esta ciudad. La acción de Macacha en favor de la causa patriota hizo que convirtiera su casa en un taller de confección de
uniformes para los soldados conocidos como los Infernales de Güemes. Guardamonte, chambergo de ala ancha y poncho rojo. Que todavía les gusta lucir a los paisanos salteños más tradicionalistas.
Por ejemplo Don Damián de Amblayo que me prestó sus pilchas gauchas para la composición con la que inicio este artículo.
En 1815, Macacha realizó gestiones para lograr la firma del Pacto de Los Cerrillos, luego de la delicada situación surgida entre el Gral. Güemes y las fuerzas de Buenos Aires que respondían al Gral. Rondeau.
Ella fue la más entusiasta colaboradora de su hermano y supo sacar partido de su noble inteligencia y posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas que ocupaban la ciudad de Salta y Güemes los combatía con todos los medios a su alcance, ella ejerció con sutil arte de seducción tareas diplomáticas en defensa de la causa revolucionaria.
Tanto Belgrano como San Martín valoraron el accionar de los Infernales, asignándoles una guerra de desgaste y de distracción frente a las fuerzas realistas, su fortaleza estaba en el conocimiento del terreno y su destreza como jinetes. Esto posibilitó que el Gral. San Martín pudiera cruzar la cordillera y sorprender al enemigo llegando a Lima, centro político militar duro de los realistas, donde menos se lo esperaban.
Magdalena además participó de forma activa en
la guerra gaucha que organizó Martín para defender la frontera. Cuentan que en
una ocasión, un destacamento a sus órdenes retrocedía ante el enemigo, pero
ella se adelantó y les gritó: ¡cobardes, vean cómo pelean las mujeres
en mi tierra! Empuñó su lanza criolla y se dirigió a todo galope hacia el
enemigo. Los gauchos volvieron sus caballos y la siguieron hasta derrotar por
completo a los realistas.
El
General José María Paz en su libro “Campañas de la Independencia” (memorias
póstumas) la describe como: “...mujer ambiciosa,
intrigante y animosa, al paso que dotada de garbo y hermosura...”
El 7 de junio de 1821 por la noche Macacha se encontraba en su casa cuando arribó su hermano diciéndole que había recibido su mensaje. Cuando
ésta respondió que no lo había mandado llamar, ambos se dieron cuenta del engaño realista. Güemes salió de la casa y en la
esquina de las actuales calles Belgrano y Balcarce fue alcanzado por una
bala que lo hirió mortalmente. Su hemofilia lo hizo agonizar por diez días.
Muere a los 31 años abrazado y bajo los cuidados de su hermana, después de haber participado de las invasiones inglesas ya que había sido enviado a Bs As a formarse en caballería y fue el artífice de un hecho insólito durante la segunda invasión cuando el río se retiro, encalló una embarcación enemiga y con su regimiento de caballería sitió e hizo rendir la tripulación inglesa. Compañero y subalterno de Díaz Vélez, Belgrano y San Martín, se le asigna la tarea de realizar la guerra de guerrillas con sus gauchos para descastar y distraer las tropas realistas, para que éstas mantuvieran su atención en el norte de nuestro virreinato y descuidaran Lima, a la que llegó casi sorpresivamente San Martín.
En el Plan Continental programado desde Londres por Bolívar, San Martin y otras figuras masónicas Güemes constituyó una pieza fundamental para el logro de asegurar la independencia del subcontinente americano.
Muere a los 31 años abrazado y bajo los cuidados de su hermana, después de haber participado de las invasiones inglesas ya que había sido enviado a Bs As a formarse en caballería y fue el artífice de un hecho insólito durante la segunda invasión cuando el río se retiro, encalló una embarcación enemiga y con su regimiento de caballería sitió e hizo rendir la tripulación inglesa. Compañero y subalterno de Díaz Vélez, Belgrano y San Martín, se le asigna la tarea de realizar la guerra de guerrillas con sus gauchos para descastar y distraer las tropas realistas, para que éstas mantuvieran su atención en el norte de nuestro virreinato y descuidaran Lima, a la que llegó casi sorpresivamente San Martín.
En el Plan Continental programado desde Londres por Bolívar, San Martin y otras figuras masónicas Güemes constituyó una pieza fundamental para el logro de asegurar la independencia del subcontinente americano.
Ambos hermanos criollos de ley y defensores de los principios libertarios de la Revolución de Mayo y de nuestra Independencia. Fueron muy unidos en su vida, compartieron desde los juegos de infancia hasta las luchas por la Independencia, como en la muerte. Ella fallece un 7 de junio de 1866, en la misma fecha que él fue herido. Macacha veló por su hermano y lo vio morir entre sus brazos. Así representan su última noche juntos, en un corto protagonizado por Alex Benn y Ana Celetano.
Pero esto no la detuvo, tras el fallecimiento de su hermano, doña Magdalena Güemes intervino en la denominada "Revolución de las Mujeres"
que, con el apoyo militar de Pablo Latorre, derrocaron al gobernador
José Antonio Fernández Cornejo y propusieron como sucesor al José
Ignacio de Gorriti.
Más tarde participó también en actos sediciosos contra el general
Juan Antonio Álvarez de Arenales y nuevamente contra el General
Fernández Cornejo.
Macacha ha recibido los apodos de “la
ministra sin cartera”, "la madrecita de los desprotegidos”, porque supo vestirse de Gaucho y recorrer Salta llevando ropa y comida a
los humildes. Bella, seductora y con inteligencia de
estratega, se brinda por entero a la misma lucha que su hermano.
A pesar
de la arbitrariedad del históricismo académico que suele olvidarse de algunos personajes, la tradición oral de la
Provincia de Salta ha legado la imagen de una elegante muchacha, vestida como
los paisanos que en momentos de apuro, montaba a caballo, recorría las filas, arengaba
las tropas. Frente a los escuadrones gauchos, gaucheaba sin titubear. De niña
cabalgaba en pelo, criada en el campo conocía a sus hombres y sus árboles, sus
costumbres y sus voces.
Y hoy junio de 2016 se declara el 17 de junio como asueto nacional en honor del prócer gaucho Martin Miguel de Güemes.
Cabrera, Ana María. "Macacha
Güemes". Bs. As. Grupo
Editorial Planeta Emecé. 2011
Vitry, Roberto."Mujeres Salteñas", Salta, Editorial Hanne. 2000, pp. 139-140. Frías, Bernardo. "Historia del General de Güemes", Tomo I – Página 482.
CORNEJO,
Atilio. “Historia de Güemes”. Segunda
Edición. Salta, 1971.
Vitry, Roberto."Mujeres Salteñas", Salta, Editorial Hanne. 2000, pp. 139-140. Frías, Bernardo. "Historia del General de Güemes", Tomo I – Página 482.