Carmen Funes precursora del petróleo en
Plaza Huincul,
Toda una vida al servicio del país
Toda una vida al servicio del país
La india, la gaucha junto con la
cautiva y la fortinera fueron las mujeres
prototípicas que habitaron el “desierto pampeano del siglo XIX”.
El desierto durante gran parte del siglo XIX se
iniciaba según la mayoría de los autores
en el río Salado, pero con el transcurso
de la centuria se fue corriendo por una hileras de pobres fortines y, se prolongaba, interrumpida por algún manchón
de población pionera, hasta los confines
cordilleranos.
Todas estas mujeres tuvieron un
denominador común, cada una al lado
de su hombre, sea criollo o indígena, simple gaucho o soldado, por voluntad u obligada, contribuirán a conformar los primeros centros
urbanos e incorporar esa tierra, por siglos considerada botín de guerra, a la nueva patria que se estaba construyendo.
Cuando las leyes comenzaron a reclutar
a los gauchos para el
servicio militar en los fortines, por el cargo de vago y mal entretenido, la
mujer criolla partió detrás de sus hombres, ya fueran marido o hijos,
convirtiéndose en fortinera.
Al comienzo esos
fortines conformados por un perímetro de palo a pique, y rodeados de fosos
secos, con un par de ranchos que actuaban como comandancia, arsenal y barracas,
custodiados por los infaltables mangrullos, solo contaron con una tropa en su
totalidad masculina. Pero de a poco se fueron sumando algunas mujeres, acompañando hijos, maridos o padres.
Al comienzo el poder militar las aceptó de mala gana, y las destino a cocinar, lavar y remendar uniformes, curar enfermos, asistir a los bailes pero también a los velorios y rezar por el alma de los difuntos, entre otras tareas históricamente rotuladas como femeninas.
Al comienzo el poder militar las aceptó de mala gana, y las destino a cocinar, lavar y remendar uniformes, curar enfermos, asistir a los bailes pero también a los velorios y rezar por el alma de los difuntos, entre otras tareas históricamente rotuladas como femeninas.
Ante las condiciones desdichadas a las
que se sometía a la tropa, cuando las
deserciones comenzaron a diezmar el ejército improvisado, los mismos
comandantes fueron dándole otro valor a “la chusma” que los seguía. Así
calificaron al comienzo, a las mujeres y los niños. De a poco fueron ganándose el ser consideradas parte de la tropa.
Fotografía de fortineras.
Fotolog del Ejército Argentino
Fotolog del Ejército Argentino
Otras veces las avanzadas sobre los
toldos encontraban solo mujeres y niños, ya que los hombres diestros jinetes
lograban escapar ante la entrada del huinca. Esta situación hizo que se le
diera a elegir a las chinas unirse en cristiano matrimonio con los
gaucho-soldados que llegaban, para evitar quedar como prisioneras. Así lo representó el escultor Lucio Morales Correa, en su "Cautiva al revés".
El Estado termina
favoreciendo a estas “familias
militares”, las provee de raciones en los campamentos, de caballos en caso de
viaje y se encarga de la educación de los hijos. Es que se dieron cuenta que
estas familias que se habían formado por mujeres corajudas que llevando en
brazos aún a sus hijos lactantes y que les siguieron pariendo y cuidando la
prole a aquellos gauchi-soldados, se habían
constituido en el único sentido de lucha y regreso al fortín para
aquellos verdaderos condenados, como dice Martín Fierro.
En su paso al cuartel aquellas mujeres perdieron sus nombres originales,
todas terminaron llevando sus apodos, como “La Siete ojos”, “La Mamboretá”, “La pocas
pilchas”, “La Pasto Verde”, y “La Mamá Carmen” entre otras muchas.
El velorio del angelito, los bailes, las
reuniones de juego de naipes, de la
taba, juegos de pato, carreras cuatreras, sortija y riñas de gallos eran motivos convocantes para los gauchos. En
todas estas escenas han quedado inmortalizadas también las mujeres, casi
siempre acompañando, con mate en mano. Como se puede observar en el cuadro de Juan Camaña. "Soldados de Rosas jugando naipes" de 1852 que se encuentra en el Museo Histórico Nacional. Bs.
As.
Dato poco conocido es que la llamada “Conquista
del Desierto” fue llevada a cabo por el Gral. Roca, con 6000 hombres y 4000 mujeres y niños, en 1879.
Fue la culminación de una prolongada historia de relaciones ambiguas entre la sociedad blanca y los habitantes originarios de la Pampa y la Patagonia, separadas por una débil frontera armada por las líneas de fortines, que como dijimos anteriormente se fue trasladando con el tiempo. Pero a partir de la Organización Nacional se había decidido terminar con el indio, ya que éste se presentaba como un obstáculo para la inserción de nuestro país en el concierto de naciones, con el papel de productor agroexportador.
Fue la culminación de una prolongada historia de relaciones ambiguas entre la sociedad blanca y los habitantes originarios de la Pampa y la Patagonia, separadas por una débil frontera armada por las líneas de fortines, que como dijimos anteriormente se fue trasladando con el tiempo. Pero a partir de la Organización Nacional se había decidido terminar con el indio, ya que éste se presentaba como un obstáculo para la inserción de nuestro país en el concierto de naciones, con el papel de productor agroexportador.
Como lo hiciera Oscar Campos en el cuadro de "La Bondad de Doña Carmen", patrimonio del Museo Carmen Funes de Cutral Co, a la izquierda incorporado en este texto y también en la obra de teatro que escribe Lilí Muñoz, que se estrenó el 15 de noviembre de 1997 titulada “Cuartelera”, con la intención de rescatar y ficcionalizar la vida de una mujer que formó parte de la Conquista del Desierto, allá por 1879, ambas deja una semblanza de aquellas mujeres.
Se trata de Carmen Funes de Campos, más conocida por su sobrenombre militar: “La Pasto Verde”. Ella se habría sumado a la tropa desde la columna que salió de Mendoza de muy joven y no quiso retornar, luego de servir a la tropa se afincó en la zona que hoy se conoce como Plaza Huincul, en una aguada en medio de la estepa desnuda.
Era una constante que Doña Carmen, "La Pasto Verde", le contara a los huéspedes de su posta del olor a kerosene que tenía su aguada. Hasta que un día sus quejas fueron escuchadas y llegaron los ingenieros que encontraron Petróleo en Plaza Huincul.
Esa
aguada situada a 105 km. de Neuquén y a 84 km. de Zapala, constituía el lugar
obligatorio de parada y descanso entre ambos puntos para todos los viajeros de fines del siglo XIX y comienzos del s XX.
Hoy,
a la vera de la ruta 22,en Neuquén, se puede
ingresar al Parque Temático que
reproduce aquella posta. Caminando por sus senderos, se puede recorrer la cocina, con
su horno de barro, las habitaciones de huéspedes, el corral de sus cabritos y se puede llegar al lugar de su tumba, desde donde permanece custodiando ese rinconcito de estepa desde 1916.
Con el objetivo de darle un lugar y un reconocimiento en la historia argentina, el Honorable Senado de la Nación convirtió en ley, el proyecto de autoría de la Diputada Nacional Alicia Comelli por el cual se declara monumento y lugar histórico nacional el sepulcro y las ruinas de los ranchos de la “Pasto Verde”.
La ley lleva el Nº 26.788, y en su artículo declara "lugar histórico nacional, en los términos de la ley 12.665, el predio donde se ubican el sepulcro y las ruinas de los ranchos de La Pasto Verde, situados sobre la margen de la Ruta Nacional 22, al ingreso de la ciudad de Plaza Huincul".
ver link: http://aliciacomelli.com.ar/el-sepulcro-y-las-ruinas-de-los-ranchos-de-la-pasto-verde-son-monumento-y-lugar-historico-nacional/
Con el objetivo de darle un lugar y un reconocimiento en la historia argentina, el Honorable Senado de la Nación convirtió en ley, el proyecto de autoría de la Diputada Nacional Alicia Comelli por el cual se declara monumento y lugar histórico nacional el sepulcro y las ruinas de los ranchos de la “Pasto Verde”.
La ley lleva el Nº 26.788, y en su artículo declara "lugar histórico nacional, en los términos de la ley 12.665, el predio donde se ubican el sepulcro y las ruinas de los ranchos de La Pasto Verde, situados sobre la margen de la Ruta Nacional 22, al ingreso de la ciudad de Plaza Huincul".
ver link: http://aliciacomelli.com.ar/el-sepulcro-y-las-ruinas-de-los-ranchos-de-la-pasto-verde-son-monumento-y-lugar-historico-nacional/
El lunes 22 de abril del 2013 junto a este cartel que distribuye las dependencias de la vieja posta, la Comisaria de la Mujer descubrió una placa con la letra de la canción a la Pasto Verde, copio link:
http://www.noticiasdeplottier.com.ar/index.php/component/k2/item/3671-placa-en-memoria-de-la-pasto-verde-e-inauguraci%C3%B3n-de-la-comisar%C3%ADa-de-la-mujer.html
Retomando la obra de Lilí Muñoz, Cuarteleras, en la Escena II: frente a un espejo, las cuarteleras representan acciones femeninas como coser, peinarse, dar de mamar, preparar la comida; se prueban ropa, pero también limpian armas, curan heridos, forman fila, presentan armas y como vínculo entre ambos tipos de acciones hacen el amor en el suelo.
http://www.noticiasdeplottier.com.ar/index.php/component/k2/item/3671-placa-en-memoria-de-la-pasto-verde-e-inauguraci%C3%B3n-de-la-comisar%C3%ADa-de-la-mujer.html
Retomando la obra de Lilí Muñoz, Cuarteleras, en la Escena II: frente a un espejo, las cuarteleras representan acciones femeninas como coser, peinarse, dar de mamar, preparar la comida; se prueban ropa, pero también limpian armas, curan heridos, forman fila, presentan armas y como vínculo entre ambos tipos de acciones hacen el amor en el suelo.
También el folcklore recuerda su figura en la zamba del poeta neuquino Marcelo Berbel.
LA PASTO VERDE
Aguada de los recuerdos, lejanos
Tapera de un dulce ayer,
Tiempo de la "Pasto verde",
Zamba del coraje hecho mujer.
Tiempo de la "Pasto verde",
Zamba del coraje hecho mujer.
Brava gaucha en los fortines, sureños,
Bella flor del jarillal,
Mil soldados te quisieron,
Pero la tierra te quiso más.
Sobre la reja, entre las piedras
Donde duerme tu voz,
Mi guitarra lloró.
Sola, esta zambita por las noches
Quiere darte luz,
Porque le duele que digan
Que el criollo neuquino te olvido.
Quién te llamó "Pasto verde", fresquita
Tal vez tu aroma sintió,
Poema de los desiertos,
Versos de un coplero que pasó.
Quizás hablen de tus años, de moza,
La aguada, el grillo, el zampal,
Años de lanza y romance,
Sangre que secó el viento al pasar.
En La Pasto Verde encontramos la alegoría del amor sin condiciones, ya que ella ama a Campos, el soldado al que siguió pero permanece
en la Aguada, no lo sigue a cordillerear, cuando éste supuestamente
deserta.
Carmincha, como Campos llama a su amante, es metáfora de
renunciamiento ya que no tiene fuerzas para dar vida al hijo que espera, sino
que se deja secar porque ella era una cuartelera, una mujer-para-todo-uso,
la maternidad no le estaba permitida. Se instala con fuerza la imagen del
cuerpo, instrumento erótico, proveedor de placer, pero al que se le niega la
posibilidad de ser portador de la vida.
La Pasto Verde según dice la tradición oral de la zona, muere de parto, pero
también muere de amor, resabio de heroína romántica.
En el Museo Municipal de Plaza Huincul en la vitrina dedicada a ella aparece la foto de éste que sería su hijo predilecto dice un cartelito, pero no se sabe si se trata de un hijo verdadero o algún niño que adoptó como tal. Por su vestimenta, ese muchacho igual que La Pasto Verde se incorporó al ejército.
Esta presencia de mujeres en los
fortines venía de mucho tiempo, Demare y Fregonese guionarán una vieja y recordada
película nacional ambientada en las pampas en la época de Rosas, “Pampa
Bárbara”, protagonizada por Luisa Vehil, Francisco Petrone y Enrique Muiño, en
la que reflejan la historia de un comandante de frontera que iniciará una
expedición hacia la pampa blanca para reclutar mujeres para afianzar así la
permanencia de su tropa en uno de aquellos endebles fortines. Similar temática aborda la película "El último perro".
Las mujeres ya no sólo hacen lo que se
espera que hagan, sino que también saben calzarse el uniforme, tomar el
cuchillo, el fusil, subir mangrullos y hasta hacer disparar cañones cuando las
circunstancias lo pedían. Existen relatos de un comandante que entre sus
ordenes incluía “abajo las polleras”, lo que activaba a estas mujeres para
meterse el uniforme y ocupar un lugar más en la tropa, que más no fuera para
simular mayor número de soldados y así meterle miedo al indio.
Muchas de ellas pudieron ser
acreedoras así de pensiones de guerra y hasta recibieron cargos militares por
sus hazañas.
Los viejos fortines se convirtieron en
incipientes poblados y futuras ciudades, donde habitaron algunas viejas
familias veteranas de las guerras contra el indio, entremezclándose con los
nuevos inmigrantes que venían sedientos de cultivar nuestra tierra.
Con la Expedición del
Gral. Roca se termina la ocupación del
desierto “bárbaro” por parte de un ejército que se creía
portador de “la civilización”, que venía
a apropiarse de esas “tierras vacías” para ponerlas en
producción. Se logró la unidad
territorial, se efectivizó el control de ese espacio por parte de las autoridades y leyes de la Nación, la tierra en parte se convirtió en premios
militares, pero la especulación de los sectores allegados al poder terminaron
concentrándola en grandes latifundios que siguieron enriqueciendo a una élite patricia que sembró castillos en medio de la llanura.
Se alambró la
pampa, los viejos fortines se
convirtieron en ciudades, se trazaron ferrocarriles y líneas telegráficas que unían fácilmente las regiones productoras
con el puerto, se terminaron de determinar los límites con Chile, y lograrnos insertarnos en la organización mundial de la economía
como país agroexportador.
Cambió el paisaje, aparecieron los verdes de las arboledas, de los cultivos que abría el arado y el de las pasturas artificiales para los nuevos ejemplares de ganado que se mestizarán con nuestras viejas razas, para convertirnos en el granero del mundo.
Cambió el paisaje, aparecieron los verdes de las arboledas, de los cultivos que abría el arado y el de las pasturas artificiales para los nuevos ejemplares de ganado que se mestizarán con nuestras viejas razas, para convertirnos en el granero del mundo.
Y como en otros
momentos de la historia, las mujeres
volvieron a ser, “lo que debían ser”.
Claro que siguieron acompañando al hombre, pero en papeles más convencionales para mi gusto, más ajustados a la mentalidad cristiano-occidental que venera a la mujer, en tanto madre y esposa.
Claro que siguieron acompañando al hombre, pero en papeles más convencionales para mi gusto, más ajustados a la mentalidad cristiano-occidental que venera a la mujer, en tanto madre y esposa.
FUENTES
Echeverría, Esteban. “La Cautiva”.
Bs As. CEAL. 1987
Hernández, José. “Martín Fierro”.
Bs.As. Colecciones Célebres. 1982
Lobato, Mirta Zaida (Dir.) “Historia con
Mujeres. Mujeres con Historia”.1º ed. Bs As. Editorial de la Facultad de
Filosofía y Letras UBA.2008 /CD
Alimonda, Héctor y Ferguson, Juan. “La
producción del desierto. Las imágenes de la Campaña del Ejército Argentino
contra los indios, 1879”. En:
htto://www.antropologiavisual.cl/Alimonda_&_Ferguson.htm
Vedoya, Juan Carlos. “La mujer en
las Pampas”. (En: Revista Todo es
Historia. Dir. Félix Luna. Bs.As. Año VII. Nº95 Abril 1975)
Alonso de Rocha, Aurora. “Señoras y
Señoritas. Un aporte a la historia de las mujeres bonaerenses”. (En:
Revista Todo es Historia. Dir. Félix Luna Bs As Año XXIII. Nº 259.Enero 1989)
Pichel, Vera. “Las cuarteleras”. Bs.
As. Planeta.1994. Colección Mujeres Argentinas dirigida por Félix Luna.
Martínez Araoz, Gabriela. “Notas sobre la
contribución de la mujer en la Conquista del Desierto”. (En: Academia
Nacional de la Historia. Bs As. Congreso Nacional de Historia sobre la
Conquista del Desierto. Ciudad Gral. Roca. 6 a 10 de nov. 1979. Bs As. 1980.
Tomo IV.
Sarmiento, Domingo Faustino. “Facundo.
Civilización y Barbarie”. 10ª edic. Bs. As.
Sopena. 1963
Rosasco, Eugenio “Color de Rosas”. Bs.
As. Sudamericana. 1992
Obligado, Pastor. “Tradiciones
Argentinas”. Bs As. Hachette. 1955
Mac Cann, William. “Viaje a caballo por las Pcias.
Argentinas”. Busaniche traductor. 2º ed. Bs. As. El Ateneo. 1939
Gutiérrez, Eduardo. “Croquis y
siluetas militares”. Bs. As. Hachette. 1956
Jascalevich, Elsa “Mujeres
Argentinas” (En: 500 años de Historia. Las Mujeres y sus luchas. Tomo
27. Dir. Félix Luna. Bs As. Editorial
Abril. 1988.)
Bonelli, Florencia. “Indias
Blancas”. 1º ed. Bs.As. Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara. 2010. 2 tomos.
Siracusa, Gloria. “Pasto Verde:
metonimia de una historia negada”. Revista Pilquen. Viedma enero-dic 2009. Facultad
de Humanidades - Universidad Nacional del Comahue
http://www.gauchogaucho.blogspt.com
http://www.gauchogaucho.blogspt.com
Fuentes
fílmicas
“Pampa bárbara”. Dir. Lucas Demare y Hugo Fregonese. Argentina.1945.
“Martín Fierro” Dir. Leopoldo
Torre Nilson. Argentina. 1968.
FUENTES FOTOGRAFICAS
Propias en el Parque Temático La Pasto Verde y en vitrinas de la sala histórica del Museo Carmen Funes de la Municipalidad de Plaza Huincul.
Propias en el Parque Temático La Pasto Verde y en vitrinas de la sala histórica del Museo Carmen Funes de la Municipalidad de Plaza Huincul.