A 32 años de la Guerra de Malvinas
se presentó un nuevo billete conmemorativo.
El 2 de abril de 2014, a 32 años del inicio de la Guerra de Malvinas, en el día de recordación de los caídos y ex combatientes argentinos en esa contienda se presentó un billete conmemorativo resaltando la situación geográfica de las islas, se ve superpuesto el archipiélago sobre el territorio argentino, sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego con cormoranes, gaviotas malvinenses y otras aves migratorias para resaltar la unión que existe a través de la plataforma continental, además en el ángulo superior izquierdo se ve un faro, elemento relacionado con la navegación, actividad tan propia de las islas, con rayos que salen proyectando luz sobre ellas.
"El mapa de Latinoamérica y el Caribe nos recuerda que esta es una causa regional, apoyada por todos los hermanos de la patria grande; una causa común que desde San Martín, Bolívar, Artigas y todos nuestros héroes, brega por la independencia y soberanía de nuestros pueblos en contra del colonialismo", destacó la Casa de la Moneda en un comunicado.
"La gaviota malvinense –como símbolo de paz y vida- completa el homenaje a todos aquellos que a lo largo de 182 años dedicaron su vida a la recuperación de nuestros derechos sobre las Islas Malvinas, (por vías diplomáticas) sabiendo que sólo la paz nos hará hermanos y soberanos", manifestó la entidad.
"Por último el faro, como guía y fuente de iluminación que nos marca el camino, es la imagen presente en ambos lados del billete; la paleta de colores elegida, en tonos azules y celestes, evoca los del pabellón nacional que flameando en cada rincón del país añora volver a hacerlo sobre nuestra querida perla austral", agregó el comunicado.
"El mapa de Latinoamérica y el Caribe nos recuerda que esta es una causa regional, apoyada por todos los hermanos de la patria grande; una causa común que desde San Martín, Bolívar, Artigas y todos nuestros héroes, brega por la independencia y soberanía de nuestros pueblos en contra del colonialismo", destacó la Casa de la Moneda en un comunicado.
"La gaviota malvinense –como símbolo de paz y vida- completa el homenaje a todos aquellos que a lo largo de 182 años dedicaron su vida a la recuperación de nuestros derechos sobre las Islas Malvinas, (por vías diplomáticas) sabiendo que sólo la paz nos hará hermanos y soberanos", manifestó la entidad.
"Por último el faro, como guía y fuente de iluminación que nos marca el camino, es la imagen presente en ambos lados del billete; la paleta de colores elegida, en tonos azules y celestes, evoca los del pabellón nacional que flameando en cada rincón del país añora volver a hacerlo sobre nuestra querida perla austral", agregó el comunicado.
En el dorso, el billete presenta la imagen del gaucho Antonio Rivero, un peón de campo originario de la provincia de Entre
Ríos que en agosto de 1833 lideró un alzamiento contra la ocupación Británica de
las Islas Malvinas.
El billete presentado este miércoles se suma al otro de 50 pesos que ya circulaba en Argentina, que tiene la imagen del ex presidente y educador Domingo Faustino Sarmiento (mandato 1868-1874) de un lado y de la Casa de Gobierno, del otro.
El billete presentado este miércoles se suma al otro de 50 pesos que ya circulaba en Argentina, que tiene la imagen del ex presidente y educador Domingo Faustino Sarmiento (mandato 1868-1874) de un lado y de la Casa de Gobierno, del otro.
El nuevo billete,
se espera que entre en circulación en un período aproximado de 6 meses.
Las Malvinas son Argentinas: su situación geográfica, los antecedentes históricos y los derechos de soberanía heredados de España justifican nuestro reclamo.
Como digo, las Islas Malvinas son argentinas
por razones jurídicas, pues fueron heredadas
por las Provincias Unidas del Río de la Plata como tierras pertenecientes al
viejo virreinato; razones geográficas, porque están asentadas en
nuestra plataforma continental; y por
razones históricas, ya que fueron
tripulantes españoles parte de la expedición de Magallanes que en 1520 las
descubrieron y estuvieron años bajo a dominación de la metrópoli.
Habían sido
pobladas por españoles hasta que en 1811, las autoridades de Montevideo
ordenaron su evacuación.
Fue un 10 de
junio de 1829 cuando, Luis Vernet, un francés, fue designado como
gobernador de las Islas Malvinas en nombre de las Provincias Unidas,
en parte como reconocimiento a su labor colonizadora en esas tierras. Había
solicitado poblar las islas y realizar un emprendimiento ganadero ovino. Él se
trasladó con su familia, incluso con su esposa embarazada, y sus peones, allí
nació su hija Matilde, quien llevaría de por vida el apodo de Malvina Vernet. Es por eso que durante muchos años conmemoramos nuestros derechos
soberanos sobre las islas los 20 de junio.
Sólo por la
fuerza de las armas estuvieron bajo el dominio de una potencia militar-marítima
como Inglaterra desde 1833 hasta la actualidad.
como Inglaterra desde 1833 hasta la actualidad.
La ocupación en 1833 fue inesperada, ya que habíamos mantenido hasta ese momento relaciones cordiales
entre ambas naciones.
En aquellos
tiempos ese archipiélago de clima inhóspito constituía para Inglaterra un
buen punto de recalada para los buques balleneros y loberos, y su posición lo
convertía un enclave importante para los navíos que recorrían las rutas
australes entre los Océanos Atlántico y Pacífico, un buen punto para
reaprovisionarse y reparar averías en sus viajes de colonización de Australia y Nueva Zelanda.
Inglaterra constituía
nuestra principal acreedora, por el Empréstito Baring Brother, su flota
transportaba nuestras materias primas y alimentos para el Viejo Mundo, y era
una de las principales compradoras de estas mercaderías. Desde 1824 había
reconocido la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata y
había establecido tratados de protección para sus súbditos que se trasladaran
hasta nuestra tierra, incluso incluyendo un artículo garantizándoles libertad
religiosa, ya que los escoceses e irlandeses que llegaron en nuestros primeros
años independientes fueron respetados en sus creencias presbiterianas y
anglicanas.
La potencia
marítima dominante desde el siglo XVIII no desconocía esta vinculación
económica y también tenía presente nuestra ausencia de marina y que los conflictos
internos, tanto entre federales y unitarios como nuestra preocupación por
fortalecer nuestra frontera interna contra el indio nos impedía poder
repelar una invasión a las islas.
Desde entonces los reclamos
diplomáticos se sucedieron sin resultados hasta que el general Galtieri a cargo, "de hecho", de la presidencia de nuestro país, decidiera
una operación de recuperación armada de las islas.
Era evidente
que el “Proceso” se estaba agotando y afloraban incluso desavenencias entre
las mismas fuerzas armadas, una improvisación, un último manotazo de ahogado. La guerra usada como instrumento político para exaltar el nacionalismo y
recuperar el apoyo popular a las fuerzas armadas fracasó.
Los militares
argentinos apostaban que Estados Unidos intercederían ante Inglaterra
para buscar una solución negociada, pero Margaret Thatcher, primera
ministra británica decidió forzar la retirada de las tropas argentinas con el
envío de una poderosa flota. Ella también utilizó esta guerra para fortalecer
su poder y ocultar las debilidades de su proyecto.
Los generales
argentinos recién llegados de la Escuela Superior de Guerra de los EE.UU,
confiados en su apoyo en contra de la subversión, olvidaron que EE.UU e Inglaterra están vinculados históricamente desde el siglo XVI, fortaleciendo
sus vínculos en la Primera y Segunda Guerra Mundial y todavía unidos a través de la OTAN.
Yo he
escuchado a jerarcas de la marina argentina explicar el plan original, tomar Malvinas y con esta posesión, reclamar diplomáticamente. Incluso compraron aviones a Francia, otro miembro de
la OTAN, que por supuesto nunca los entregó. Su desconocimiento de
la historia fue trágico para los movilizados. Las tropas jóvenes, inexpertas y
con instrumental obsoleto dejaron todo en cada batalla.
A pesar de iniciar maniobras en abril en latitudes tan extremas, y la falta de preparación de la mayoría de los combatientes y el ataque británico a un buque, como el Gral. Belgrano, que no estaba en la zona beligerante y era ajeno a la guerra, rompiendo leyes de guerra, todos los combatientes dieron lo mejor de sí, un sinfín de hechos muestran las
acciones heroicas durante la guerra.
La derrota
terminó de desprestigiar y debilitar la dictadura, y dio paso a la democracia.
El saldo de la
guerra fue doloroso, lo constituyeron centenares de muertos y
heridos, en su mayoría jóvenes. Muchos otros regresaron llevando a
cuestas una vergüenza ajena y todavía hoy pelean un lugar digno en una
sociedad hipócrita y prejuiciosa, que los convirtió de héroes en mendigos. Esta situación generó que se duplicaran las muertes del escenario de la
guerra con las de los excombatientes que volvieron.
Puede ser que
el pueblo argentino cambie su actitud ante ellos y cada uno desde su lugar se
atreva a honrar la vida.
Leer también artículo. Conmemoraciones y reconocimientos a excombatientes de Lomas de Zamora.
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