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viernes, 12 de septiembre de 2014

Deuda Interna en Salta

La odisea de vivir aislados.

 Anédotas de la gente 

de Las Higueras, pcia. de Salta





Deuda Interna
Lamentablemente para los argentinos es casi natural hablar de deuda externa, es un concepto que lo traemos incorporado desde nuestro nacimiento. Sin embargo, no pasa lo mismo con la  deuda interna

El diccionario nos dice que es la parte de la deuda nacional o pública de un país cuyos acreedores son parte de sus ciudadanos, en otras palabras lo que le debemos a la misma gente.

A estos changuitos la Argentina les debe: una vivienda digna, asistencia médica en caso de enfermedad y prevención en otros casos, vestimenta adecuada a las inclemencias del lugar, alimentación variada y segura cada día, acceso a una educación de calidad y los elementos que la misma requiere, tiempo para jugar, ya que el “trabajo de pastor o el que fuera ayudando a sus padres” desde muy chicos no les deja disfrutar de su niñez, entre otras ocupaciones, como la de ser padres de sus propios hermanos por la ausencia de sus padres que salen a trabajar.

Fortunato Ramos fue el guionista de la película nacional que lleva este nombre. Fortunato, que había sabido ser maestro rural en la Puna, describía la infancia en esos lugares.

Mi escena favorita es cuando regresan de la capital de su provincia al paraje el maestro y el niño que coprotagonizan la historia, y Verónico, el changuito, dice "estuvimos en Argentina". Así se marca claramente el sentimiento de abandono y exclusión que viven miles de niños.

Por más que el maestro izara la bandera todos los días, le enseñara el himno nacional y a portar la escarapela,  y le brindara conceptos teóricos sobre nuestro territorio, población, gobierno, historia, el niño no podía sentirse argentino, no podía sentirse perteneciente.

Deuda InternaAlgo similar le pasará a esta mujer que bajó del cerro y se acerca por el lecho del río al camión proveedor que sólo pasa una vez por semana cerca de su casita, construida con materiales naturales y que en su terreno todavía conserva un par de andenes o terrazas de cultivo que le transmitieron sus ancestros. Ubicada a varias horas de la ciudad más cercana, Iruya, carente de cualquier servicio.
En el sur de Salta el gobierno instaló en las viviendas paneles solares para brindarles electricidad y sólo le cobra un monto mínimo mensual, sin embargo en el N de esa provincia todavía no llegaron los paneles, mientras en poblaciones como Amblayo tienen un generador que abastece a todo el pueblo que funciona a combustible y envuelve un paisaje paradisíaco con un ruido perturbador..

Deuda InternaLa misma resignación que muestran las caras de otros pobladores que tienen como única opción de transporte para llegar al paraje rural donde viven, la caja del ese mismo camión, que sólo pasa una vez a la semana, de lo contrario, como lo hacían sus mayores, deben caminar varias horas o montar burro por el cauce pedregoso del río.



Deuda Interna
Con una sonrisa afrontan el inicio de semana, los profesores de la escuela secundaria del Paraje Las Higueras, El Porongal y Mesada Grande. En los cinco días que permanecerán en el cerro rotaran por los tres caseríos. Lo harán caminando varias horas entre los distintos destinos. Además de sus ropas trasladan fotocopias para trabajar porque a la habitación  que se convirtió en colegio no se la proveyó de libros. Para ellos el estado de la Provincia de Salta, les brinda por alojamiento, una pieza para que compartan los tres y sin baño, para lo que recurren a la generosidad de una vecina que les comparte una letrina. Y sueñan con un helicóptero que los reparta.


Deuda InternaTambién comparten la caja de aquel camión los agentes sanitarios,  preparados para cuidar de la salud de esas gentes. Con botiquines bien provistos, sólo una vez al año reciben la visita de un médico. Así las cosas deben actuar frente a cualquier enfermedad, accidente o emergencia y si el cuadro se complica tienen una radio que los conecta con el hospital de Iruya, que no puede enviar ambulancias, por lo que por las ondas radiales los médicos los guían y asesoran. Seguramente tienen muchas anécdotas duras  porque les toca responder ante personas que conviven con ellos toda la semana, se convierten en amigos, compañeros de futbol y después con toda esa carga emocional los deben salvar.

Deuda InternaComo popularizó el documental Río Arriba, esta zona sufre de deslaves, ellos llaman "volcanes" que se producen por el aumento de las precipitaciones por el calentamiento global y hay quienes dice, por el abandono del mantenimiento de los viejos andenes de cultivo. Aquí se ve la marca de un último alud de agua, piedras y lodo.                                                                                                               
 Abajo vemos un paraje rural distante 8 hs caminando o 3 en camión, de Iruya usando el cauce del río para comunicarse, porque ni siquiera, hay trazado un camino, y que en verano con el aumento del caudal del río queda aislada. Como se puede apreciar en las construcciones de adelante de la fotografía los volcanes han destruido alguna dependencias de la escuela y casas particulares.


Deuda Interna 

¿Como será vivir con el miedo a los volcanes?.                                                         
 Este paraje que ostenta orgulloso la capilla en honor de la Santa Rosa de Lima, cuenta con la presencia del sacerdote, sólo para esa fecha.   Imagino que el cura tiene mucha actividad en Iruya  y no puede ir a visitar  más seguido el paraje donde la mayoría de la población es mayor, se han quedado enfrentando soledades, achaques que trae la edad, ya que los jóvenes migraron en busca de fuentes de trabajo. Seguramente el sacerdote además tiene más comodidades en la cuidad que las que le puede brindar el cerro.
Deuda Interna                                                                 El paraje Las Higueras no cuenta con electricidad a excepción de los paneles solares que tiene la escuela primaria y le permite ver dos horas de TVDigital o películas a los chicos en su jornada de doble turno.
                                                               Allí dos maestros ejercen su profesión ante una treintena de niños desde preescolar hasta 7º grado en una escuela con modalidad albergue, haciéndose cargo no solo de las tareas habituales a nuestra profesión sino también velan por su sueño, por su alimentación, su salud y todo tipo de necesidades que se presenten en el tiempo que se encuentran  bajo su cuidado.
Deuda Interna






Las carencias son muchas, pero mayor es el amor y la entrega que realizan maestros, profesores secundarios y agentes sanitarios,  me resta preguntarme cuantas comunidades en mi país están en similares condiciones y un enorme agradecimiento por hacer patria en los confines norte de nuestro territorio.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Las Mujeres de Monte Grande. Etapa precolombina, colonial y criolla

                                            

               Las primeras mujeres en la                                      historia

             de Monte Grande  y sus pagos


(parte 1)

La inquietud de encontrar el papel de la mujer en el quehacer nacional y local me movió a rastrear aquella primeras mujeres vecinas del actual distrito de Esteban Echeverría para dejar sus nombres y labores registrados para la posteridad.

No fue tarea fácil porque aún en la historia local se rescata la figura de los hombres destacados por su actividad en la medicina, las leyes, el gobierno, el comercio, el sacerdocio  y algunas otras profesiones de mayor consideración para la sociedad, toda la mayoría trabajadora queda en el anonimato para nuestros libros.

Este año Monte Grande ha festejado los ciento cincuenta años de su fundación como pueblo y el año pasado el municipio de Esteban Echeverría cumplió su Centenario.

Por supuesto que en los albores de los tiempos estas tierras fueron ocupadas por  pueblos nómades cazadores, recolectores, que se asentaron principalmente a la vera de los ríos y arroyos de la zona y en las orillas de lo que hoy constituye la Reserva Histórico-Natural de Laguna de Rocha, donde en la década de 1970 fueron encontradas piezas supuestamente perteneciente a un enterratorio originario, al abrirse un brazo aliviador del Río Matanza. La presencia de un bosquecito de talas, que aún se conserva y la presencia de agua y abundante fauna autóctona lo convertían en un lugar privilegiado en medio de nuestras pampas.

Las Mujeres de Monte Grande
La mayoría de tribus se constituían por familias poligámicas, pero  patriarcales. Esos matrimonios surgían de intercambios comerciales entre las familias.
En esos clanes aparece una incipiente división de tareas.  Ellos cuidaban de la caballada, y salían a maloquear, o de cacería, circunstancias que normalmente se extendían por unos cuantos días. Las indias debían hacerse cargo de el aseo de la toldería, el resguardo y crianza de los niños y el cuidado de ancianos, las tareas domésticas que incluían…  recoger la escasa leña, la provisión de agua, la recolección de raíces, hierbas, semillas y frutos, sobar cueros y charquear carne, algunas tareas de alfarería y cestería,  y el  tejido. Esos tejidos eran el producto  más utilizado para el intercambio comercial  con los huincas.
En aquellos toldos,  se vivía, se cocinaba,  se dormía, se reunían para hacer parlamentos, igual que en los ranchos, las pieles sobre el suelo constituían la principal pertenencia. Llegado el momento de movilizarlos ellas contribuían al desarmado, traslado, y reorganización de las tiendas, acarreando enseres y prole.
Será la mujer la depositaria de saberes ancestrales que les permitían aliviar los sufrimientos provocados por enfermedades y heridas.  “Las machis” como así se las conocían, usaban hierbas, raíces, frutos, semillas, barros, grasa para brebajes, infusiones, baños, emplastes, amuletos, y rodeaban al enfermo de rituales, cánticos y rogativas, que tal vez generaban mayores resultados de curación  por su acción de sugestión.

Las Mujeres de Monte GrandeHa quedado vestigios de los primeros conquistadores de nuestro territorio en un espada española vendida a un coleccionista privado que posteriormente la donó al Museo Histórico de la cuidad de Santa Fé, donde hoy es exhibida como uno de sus tesoros más antiguos. La conocida espada de Brancamonte seria testimonio de la Batalla de Santi Spiritu o de La Matanza. Lamentablemente es un patrimonio que hemos perdido. Pero sabemos que con Mendoza no solo vinieron hombres sino también mujeres que acompañaron cocinando, cociendo, curando, cuidando las ropas y otros menesteres hasta que el hambre se adueño del asentamiento y entonces ellas mismas cargaran con los débiles hombres.
Y luego vendrán con Garay distribuyéndose familias en suertes de estancias que tenían el frente en el Río. Pero la presencia de ganado cimarrón en toda la región generó las vaquerías incursiones para cazar ganado y obtener de él principalmente su cuero.

De a poco vendrá la ocupación de estancias y de chacras tierra adentro. Para principios del siglo XIX eran pocos los hacendados que vivían en sus estancias, mayormente estaban ocupadas por algún capataz y la peonada, todavía sin alambrado se hacía difícil ocupar la tierra y mucho menos sacarle provecho a través de la agricultura. Todavía estaban vigentes las vaquerías, para extraerle el cuero, como mayor valor, y utilizar la carne para los saladeros.

Las Mujeres de Monte Grande
El mestizaje que se fue dando entre blancos e indios fue dando un nuevo arquetipo social, nómade, diestro para las labores ganaderas, amante de la libertad, que fue reclutado en las guerras de la independencia y luego perseguido por la Ley de Vagos
La china, nombre que recibió la compañera del gaucho,  estuvo junto a él y 
cuando la pareja se acercaba  a las estancias, ellos se ocupaban en las tareas ganaderas y  ellas actuaban  como cocineras, lavanderas o costureras. A la  paisana  le tocaba preparar la comida, incluyendo pisar granos, charquear la carne, sobar cueros, esquilar ovejas, ordeñar vacas, fabricar quesos, tejer las telas con las que se vestían, pescar y buscar nidos, recolectar yuyos y raíces,  y cuidar los animales domésticos dentro de los que se encontraban los gallos de riña, dirán los poetas.

Especial consideración debe tenerse con respecto a su fortaleza de ánimo para parir y criar a la prole en esas soledades.  Pero una vez producidos los nacimientos todavía había que hacer frente a una gran mortandad infantil, la mitad de las veces el dar a  luz se transformaba en un dolor en vano. Así el pago se reunía para el velorio del angelito. En contraposición las otras reuniones eran  los bailes en torno a las postas o pulperías y alrededor de alguna capilla los domingos para misa, porque solía ser costumbre que las mujeres ingresaran y los paisanos quedaran afuera intercambiando opiniones.
Es en esos tiempos de fronteras internas y malones supo haber cautivas. Por la disminución de la población aborigen principalmente por viruela los indios ingresaban a la zona de explotación criolla robando animales, objetos de valor y mujeres que usaban para aumentar sus tribus.
Un poema de Esteban Echeverría narra los incidentes de una mujer tomada como cautiva junto a su compañero y todos los obstáculos por los que atravesó para volver junto a los criollos. Dicen que este poema describe bien la fisonomía geográfica y los habitantes de estas tierras y que es por esto que fue elegido para nombrar al nuevo distrito cuando fue creado.
Las Mujeres de Monte Grande

Hacia 1825  los Hnos. Parish Robertson conformaron la Colonia Monte Grande con escoceses que formaban  casi trescientas personas, entre familias enteras, agricultores, carpinteros, manufactureros de lácteos, médico, arquitecto, herrero, botánico y hasta un scherif. Y aunque será el comienzo de la producción de hortalizas, verduras, frutas, dulces, quesos y manteca que aprovisionaban a Bs. As., hacia 1830 la colonia se disolvió frente al incumplimiento del gobierno que auspició su aventura y se dispersaron por la provincia. A ellos se les debe el uso de papel para envolver el pan de manteca y el uso del sulky. Obviamente su mayor herencia la podemos disfrutar recorriendo el bosque de Santa Catalina, detrás del ex rectorado de la UNLZ allí se pueden encontrar árboles cultivados por ellos. Y no podemos olvidar que la hija de uno de esos colonos se convirtió en la primera medica mujer de la Argentina, Cecilia Grierson, quien además de dedicarse a la medicina, en épocas de la fiebre amarilla, escribir libros sobre puericultura, enfermería, niños con capacidades diferentes, se tomo el tiempo para en 1925, en el Centenario de la Colonia Monte Grande escribir sobre la proeza que significo para esos escoceses cruzar el océano para arribar a estas pampas tan vírgenes y tan despojadas de toda civilización, con promesas de gobernantes que nunca cumplieron lo que hizo que se dispersaran por otros pagos donde encontraban mejores condiciones, pero ninguno dio marcha atrás, todos se quedaron a pelearla y hacer de esa tierra yerta un lugar productivo.

Así nuestras tierras quedan con pocos pobladores,  todos dedicados a las labores de chacra y tambos principalmente.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Escuadrones de policia infantil en las provincias argentinas.


policia infantilLa militarización    Infantil
en las provincias del interior
pasa desapercibida para la sociedad.


Cuando este año un legislador pensó en reflotar el viejo sistema de servicio militar para jóvenes de entre 18 y 24 años con el fin de "sacarlos de la calle", "disminuir la delincuencia juvenil", la condena de la opinión pública fue tan categórica que ni pudo llegar a presentar su proyecto de ley en el  congreso nacional.
Sin embargo en varias provincias argentinas existen policías o gendarmes infantiles, es el caso de: Chubut, Salta, Catamarca, La Rioja, Jujuy, Mendoza, San Juan, Neuquén, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco, Corrientes y Misiones. Se cree que  rondan en total en  los 10 mil "polichicos" aproximadamente.
Esta institución o programas policiales provinciales mantiene su existencia en casi secreto, o por lo menos casi nadie lo denuncia, ni condena, ni muestra a la opinión pública general su desacuerdo a la "militarización de la infancia".





























El año pasado, 2013, en ocasión de acompañar donaciones de una ONG a un poblado rural, desconectado de la red carretera pavimentada del sur de la Pcia. de Salta supe de una institución que yo desconocía: la policía infantil.
La familia que me hospedó quiso agasajarme y conociéndome inquieta, me ofrecieron después del almuerzo del domingo, salir a realizar una expedición hasta un punto de atracción local distante un par de horas del poblado. Mientras caminábamos niños de 7 y 10 años relatan haber realizado la caminata con la policía infantil. Esto despertó mi curiosidad, era algo que en mi mundo no existe, y en ellos sonaba muy natural. Cuando les pregunté sobre las actividades que realizaban en este cuerpo, contaron que practicaban marchar para  participa de un desfile cívico-militar en una de las fechas patrias, aprender métodos de sobrevivencia y  prepararse para realizar un campamento anual. No me imagino un campamento con niños que no tienen ni linterna, ni bolsa de dormir, escasamente tienen un par de zapatillas semiderruidas para todo: para la escuela, para cruzar el monte hacia donde se encuentra el resto de la familia y para la policía infantil ¿acaso la policía los proveería de carpas para dormir protegidos de los insectos y otros animalitos que habitan el chaco salteño?¿acaso  la institución pondría un móvil (que de rutina no tiene a disposición el pueblo) en el que llevar los elementos necesarios para alimentarlos en el lugar de acampe?
A la vuelta de nuestra caminata, pudiendo observar que el auto de la enfermera de la unidad sanitaria estaba estacionado en el playón para ambulancias, aproveche para acercarme y coordinar con ella la entrega del material de divulgación sanitaria, fue en ese momento que me encontré cara a cara con la agente femenina encargada de la Policía Infantil de El Naranjo y pudo verme, aunque seguramente ya le  habrían avisado de mi presencia, las dos armadas, una era  yo con cámara fotográfica en mano.
Gran sorpresa nos llevamos cuando el lunes a media tarde llegaron los nenes diciendo que ese día la agente policial había informado que no tendrían actividad como era normal los días lunes.
Me quedé pensando en que actividades se practicaban, para qué, cual sería la finalidad de esta institución. Supe que normalmente se reunían en el quincho del Fortín de los Gauchos de Güemes, pero en ese lugar no había ningún indicio que demostrara estas operaciones.
policia infantil

Este año Salta La Linda me tuvo como viajera otra vez. Esta vez estuve bien al norte de la Pcia., en Iruya, donde me sorprendió este cartel que se encuentra al costado del texto.

Uno imagina cerca del cartel niños al estilo scout  que recorren con los turistas el casco histórico, pero aparentemente ha sido una actividad de este cuerpo que sólo queda su cartel exhibido para  los visitantes. En la semana no se realizaron reuniones, ejercicios, ni maniobras, por lo menos de las que nos pudiéramos enterar los turistas.

¿Se trata de desarrollar actividades educativas, deportivas y recreativas, tendientes a la adquisición de valores y pautas de convivencia?.
¿El objetivo es incorporar criterios de orden a esos niños de entre 6  y  12 años, persuadiéndolos a rechazar “conductas antisociales y delictuales”, promoviendo “la concientización sobre la autoprotección y la participación comunitaria en la prevención del delito”.?¿Para que puedan ser instruidos y ser el día de mañana personas de bien? Eso es lo que dicen las autoridades que van creando cuerpos de policía infantil o ¿se trata, en cambio, de una suerte de militarización de nuestra infancia donde se privilegia una férrea disciplina basada en el orden, las órdenes y la rigurosa obediencia?.

¿Se trata de un método de contención de los niños marginalizados? 

Las autoridades que denuncian el trabajo infantil, alientan el surgimiento de cada escuadrón de polipibes.


Si la idea es contener a los niños, sacarlos de las calles, prestarles un lugar digno y acorde a su desarrollo psicológico evolutivo, la provincia podría organizar doble turno de escolaridad, en los que se sumen actividades deportivas, artísticas y recreativas a cargo de docentes de educación física  y plástica o las antiguas actividades prácticas o actividades impartidas por deportistas  o artistas lugareños,  incluso artesanos que hagan perdurar tradiciones  y no organización de  brigadas, escuadras o cuerpos policiales, bajo la estricta lógica de los entrenamientos y adoctrinamientos militares.

Si no, me da a pensar que se hace una asociación de pobreza con delincuencia. La estigmatización de la pobreza, el miedo, siempre recae sobre los pobres y los humildes. Y, entonces, a los niños pobres habrá que encauzarlos, reeducarlos, readaptarlos, disciplinarlos, inculcarles “valores”, porque sino serán el peligro del mañana, piensan estos gobernantes.

Para colmo, de males desde los treinta o cuarenta años que existen estos cuerpos las estadísticas no muestran una disminución de la delincuencia.

policia infantil

Me permití rescatar imágenes de todas estas escuadras de policías infantiles, y como verán por las diferencias de colores en los uniformes, son bastante representativas de la existencia en muchas provincias del interior. En ellas se ven saludos, marcha y actividades de categórico carácter militar.

Disiento con la gente que auspicia estas brigadas, defiendo el derecho de los niños a ser protegida su niñez, su espacio para jugar, para desarrollar la imaginación, la solidaridad para con sus pares, respetar diferencias, a recibir una educación libre, a no ser adoctrinados y a recibir una formación que les prepare para asumir una vida responsable, democrática en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, solidaridad y respeto por los derechos esenciales de la democracia, la libertad, la igualdad y  la justicia.

Aclaro, que creo en la necesidad de  las FF AA a nivel nacional, pero no en la militarización de niños y adolescentes. No quiero que se hable de escuadrones, brigadas, batallones, cuerpos o lo que fuera para nuestros chicos, órdenes inapelables, castigos y otras penosas prácticas enquistadas en todas las instituciones formativas de fuerzas de seguridad. 
Si bien durante toda mi infancia en los 70/80 a mi también me enseñaron a desfilar, me ponían marchas militares para salir en fila ordenada de la escuela, lo tuvimos que hacer por obligación, no sé si a mis señoritas les gustaba desarrollar esas actividades. Pero eso ahora con los chicos ¡NO! Ahora señores gobernantes de las provincias que tienen policía infantil, sean de poder ejecutivo, legislativo o judicial, estamos en democracia y este tipo de actividad debería ser anticonstitucional, antidemocrática, me parece obsoleta e innecesaria.

Fuentes:

Alayón, Norberto. Argentina: BASTA DE CHICOS POLICIAS. Bs. As. Abril 2011

http://elpolvorin.over-blog.es/article-argentina-basta-de-chicos-policias

http://www.hsnoticias.com.ar

http://www.informedigital.com.ar

http://noticias.iruya.com

http://opisantacruz.com.ar  6, ago, 2008