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martes, 5 de marzo de 2013

Disminución en la expectativa de vida de la mujer.

Reducción de la expectativa de vida de la mujer en la era industrial.

Según la agencia EFE en Japón el día 5 de marzo del 2013 cumplió años la mujer más anciana del mundo. Misao Okawa, cumplió 115 años en  Osaka, oeste de Japón.

Esta mujer  nacida en 1898, se puede decir que vivió tres siglos, ya que nació a fines del s XIX, recorrió el s XX e ingresó al s XXI.
Como fruto de esta  larga vida ha tiene tres hijos, cuatro nietos y seis biznietos.

La mayor esperanza de vida en mujeres es uno de los últimos resabios positivos del sometimiento de la mujer  al patriarcado. 
Históricamente hubo diferencias en la expectativa de vida entre varones y mujeres,  en las que las cifras correspondientes a nosotras era muy superior debido al encierro y la permanencia en la esfera de lo privado.  Lo que suponía quedar  al margen del stresss y de  peligros.

Si nos ubicamos en la prehistoria, los hombres salían a cazar, sometiéndose a los desafíos de enfrentarse con las bestias que cazaban, accidentes en las carreras persiguiéndolos, generando múltiples fracturas y alimentándose básicamente allí donde obtenían su alimento,  y sólo reservaban  algunos pocos trozos para las mujeres que esperaban en las cavernas. Si bien ellas complementaban su alimentación con recolección de semillas, raíces y frutos, esto ha quedado registrado en los restos antropológico, los esqueletos muestras una notoria diferencia, siendo el de los hombres cuya dieta era rica en proteínas mucho más fuerte que los ejemplares femeninos.

Cuando éramos princesas encerradas y protegidas en un castillo dependiendo de un caballero de quien  nos aportaba la provisión de lo necesario y quedábamos bajo su protección, las mujeres, entonces,  teníamos mayor tasa de esperanza de vida. Era el varón el que salía a trabajar fuera de la casa, generalmente en labores de mayor esfuerzo físico tratándose de familias aristocráticas. Aunque en las familias campesinas siempre el núcleo familiar se constituyó en unidad productiva, formada por  igual por  varones, niños y mujeres. 

 

Esto no cambió en los sectores más humildes con  la etapa industrial. En la película Germinal, basada en la novela de Emile Zola, la familia obrera completa trabaja en las minas de carbón, y cada hijo muerto o casado era contabilizado por los padres como "un salario menos", tanto se tratara de un varón o una chica. 




Esta película llevó al cine una escena de la obra pictórica de Giuseppe Pellizza da Volpedo, "El cuarto estado", inmortalizando esa movilización de las familias proletarias reclamando mejoras en las condiciones de trabajo y de vida.

A modo de justificación dejo imágenes de algunas escenas en las que se observa el parecido de la Película Germinal con el cuadro de Volpedo.


Ni que hablar de las guerras que acortaron desde siempre la vida de los varones.

Pero más fuertemente a partir de comienzos de siglo XX eso fue cambiando, la inserción de la mujer en el mercado laboral, el hacerse cargo de un hogar  y las responsabilidades correspondientes, el quedar sometidas a la presión del tráfico y el stress de la vida moderna, la aceptación social de la mujer consumidora de tabaco, alcohol y otras adicciones,  todo ello fue igualándonos en las enfermedades y deterioros físicos lo que hace que poco a poco la diferencia en expectativa de vida comience a achicarse.

La liberación femenina tiene su precio.

domingo, 20 de enero de 2013

Monumento en conmemoración de la Batalla de Salta

Monumento al 20 de febrero por la  Batalla  de Salta en esa ciudad.

 

Se levanta elegante y grandilocuente, alrededor de un gran parque, este conjunto escultórico, alejado del centro actual y que normalmente no entra en el circuito tradicional de turismo. Rodeado de plazoletas dedicadas a distintas fuerzas armadas, y frente a la Cruz Original que conmemoraba la batalla de Salta, en la intersección de Av. Sarmiento con 12 de octubre y La Tablada en la capital de Salta la Linda.



El monumento muestra símbolos que representan las virtudes de los líderes criollos a través de  cuatro  alegorías representadas con figuras femeninas: la fortaleza, la templanza, la justicia y la prudencia;  bordeadas de  cóndores, que hacen alusión al valor de los héroes que lo acompañaron; los leones, como guardianes de nuestro Himno Nacional, y en la cúspide la imagen de la Libertad, para algunos autores, o la Victoria, para otros, sintetizando los ideales de Mayo por sobre el deseo de hacer perdurar la dependencia por parte de los realistas.

En su cúspide aparecen las estatuas que representan las figuras del General Manuel Belgrano, y quienes lo acompañaron delante de las distintas filas: Mayor General Eustaquio Díaz Vélez, del teniente Coronel Cornelio Zelaya y del Comandante Manuel Dorrego por el ala derecha con sus "cazadores".

Esta es la imagen del momento en su inauguración, cuando se cumplió el centenario de la batalla.



Para la generalidad de la gente de cualquier provincia del país, el 20 de febrero no significaba nada en particular, sólo los salteños recordaban la fecha y la tenían como asueto provincial. En el 2013 al cumplirse el Bicentenario de la Batalla de Salta, se incorporó al calendario de feriados nacionales, aunque fuera del año lectivo, lo que siguió silenciada en su importancia.

La batalla de Salta fue un enfrentamiento armado librado el 20 de febrero de 1813 en los "Campos de Castañares", en aquel momento, en las afueras de la ciudad de Salta, en el contexto de las Guerras de Independencia de Sudamérica.

El Ejército del Norte, al mando de ese abogado devenido en General por defender tan  fuertemente los ideales revolucionarios,  Manuel Belgrano, rodeado de fieles patriotas que encabezaban las tropas revolucionarias, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había batido ya el 24 de septiembre de 1812 en la batalla de Tucumán.
El Gral. Belgrano, al frente de un ejército improvisado con intelectuales, gauchos corajudos y esclavos donados,  desobedeció la orden de Bs. As. de replegarse hasta Córdoba, lo que obviamente le fue perdonado tras el triunfo.
Asimismo, fue fundamental en la contienda la participación de las mujeres, como por ejemplo Martina Silva de Gurruchaga. Tal como cita José María Cavalleri, “aquella mañana montaron a caballo (el grupo dirigido por la valiente salteña), y que apoyándose en la pequeña fuerza que había preparado, recorrieron la tierra que quedaba a espaldas de aquellas lomas, que eran muy pobladas de campesinos agricultores, los recogieron a todos y los arriaron a la batalla”. Esta acción fue decisiva para forzar la retirada del Marqués de Yavi (comandaba el ala izquierda del ejército realista), quien ya había rechazado la primer carga del patriota Manuel Dorrego.

La rendición incondicional de los realistas garantizó el control del gobierno rioplatense sobre buena parte de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Las provincias del norte del virreinato no sólo tenían una actividad ganadera, agrícola y artesanal bastante asentadas, sino que en ellas estaban las minas de minerales más importantes. Esto permitió a los patriotas recuperar, provisoriamente, el control de esa rica región.


La batalla mencionada constituyó un hito importante en la historia argentina, porque a partir de la misma se consolidó definitivamente la frontera norte. Además, cobra relevancia pues constituyó la primera acción de guerra en la que flameó la bandera celeste y blanca que el General Belgrano había hecho jurar por el Ejército del Norte días antes, en la ribera del Río Pasaje, que luego se denominaría Juramento. Por eso la Asamblea Gral. Constituyente de 1813 dispuso la erección de un monumento que conmemorara la batalla en el mismo sitio en que  había tenido lugar.


Esta Asamblea,  inició secciones el 31 de enero (que en el 2013 también se incorpora como feriado nacional por cumplirse su bicentenario). Esta reunión de representantes de las Pcias. Unidas del Río de La Plata si bien no cumplió con algunos de los objetivos que  tenía: declarar la independencia, establecer una constitución y poner en marcha un nuevo sistema de gobierno; fue fructífera y fiel a los ideales de libertad e igualdad defendidos desde Mayo de 1810:   acuñó la primera moneda patria, reconoció el himno y escudo, dictó la libertad de vientres y la abolición de los sistemas de trabajo obligatorios para los indígenas, dejó sin vigencia los títulos nobiliarios, la inquisición,... aunque Belgrano tuvo que esperar al Congreso de Tucumán para el reconocimiento de la bandera.

Originariamente una base de ladrillos con una cruz de madera señaló, entonces y  por mucho tiempo el sitio del triunfo, y  de la sepultura conjunta de "Vencidos y Vencedores". Todavía hoy se conserva una réplica del sencillo señalamiento  original a un costado, debajo de algunos árboles que rodean al actual  monumento.

   Hoy este grupo escultórico se encuentra rodeado de edificación. Aunque se destaca por encontrarMonumento al 20 de febrerose en el cruce de dos avenidas importantes, una de ellas con un boulevard central que  permite verlo desde lejos. 

Con el tiempo la ciudad se le fue acercando, y como  muchos otros monumentos fue rodeado de rejas para evitar actos de vandalismo que  lo deterioren.




Fue en 1901 cuando comenzó a erigirse el monumento actual, diseñado por Torcuato Tasso, con la colaboración de la escultora tucumano-salteña,  Lola Mora. 

                                                                                                                                                                                   La comisión encargada de la realización del monumento dispuso la formación de cuatro bajos relieves y cuatro estatuas de bronce. 

 

Los cuadros representarían los siguientes momentos:
1. Formación del Ejército del General Manuel Belgrano en el Río Las Piedras, en 1813 donde el año anterior se había librado batalla. La leyenda diría:
``La sangre de los que murieron aquí ha sido vengada en Tucumán y la de los que han muerto allí será vengada en Salta''. 

2. El Juramento de la Bandera sobre las márgenes del Río Pasaje, con la leyenda:
``Este será el color de la nueva divisa con que marcharán a la lid los nuevos campeones de la Patria''. 
3. La capitulación del Gran Tristán, copia del cuadro existente en la Legislatura, con la leyenda:
``Capitulación del General Pío Tristán, en Castañares el 20 de Febrero de 1813''. 

4. Fisonomía del Campo Castañares y de la Batalla del 20 de Febrero de 1813, con la leyenda:
``Batalla en Castañares el 20 de Febrero de 1813''. 

La altura del monumento sería de 24 ms contados desde el suelo hasta la mano levantada  de la Libertad que lleva en sus manos los laureles de la victoria.

Debajo en igualdad de posición: Belgrano, Díaz Vélez, Zelaya y Dorrego.

La base tiene cuatro amplias escalinatas, terminando en una especie de terraza de la cual arranca el segundo cuerpo. En cada uno de los ángulos, las figuras alegóricas que representarían las virtudes de estos
hombres.
El material pétreo para éste emprendimiento se obtuvo de la región. El monolito donde descansa la estatua de la Libertad fue realizado en granito rojo por el Arquitecto Offredi de la Quebrada de Escoipe.  

En el revestimiento de la torre central estuvo presente el trabajo de los señores Botineli y Ossola. El gran carnizón de granito fue realizado por Don Pedro Sambinelli y Cía., se trata de piedra caliza de Humaitá, al igual que las columnas y las barandas. 

Para las lajas de la vereda se utilizaron las canteras de Tres Cerritos, cuya extracción fue cedida gratuitamente por el miembro de la Comisión Dr. Miguel Ortiz. 

Las piedras blancas del cuerpo del monumento son de canteras de La Merced, y los molejones utilizados (piedra de afilar) provienen de la cantera de Castañares.

El único salteño que trabajó como picapedrero fue Blas Zepa. 

En cuanto a las obras en bronce, el Arsenal Principal de Guerra fundió los bajos relieves del Río Pasaje y Río Piedras, y la estatua de la Libertad.




En la casa Du Val D'Osne de París, se fundieron las cuatro estatuas alegóricas colocadas en los ángulos del basamento, la bandera del Gral. Belgrano, los ocho leones de las escalinatas y los cuatro cóndores























   El proyecto de parquización ideado por Carlos Thays fue concretado en agosto de 1903, conjuntamente con el adorno de la avenida que conduce al citado monumento, forestada en dos hileras. Se utilizaron vegetales indígenas de la región y otros traídos de Buenos Aires y Tucumán.

La inauguración de la obra, tuvo lugar el 25 de Mayo de 1913, al cumplirse unos meses y un siglo de la contienda.


Fuentes: 

http://monumento20.todowebsalta.com.ar
http://www.portaldesalta.gov.ar
http://www.nortesocial.com.ar
http://www.bicentenario.culturasalta.gov.ar

sábado, 29 de diciembre de 2012

La Pasto Verde. Historia de una vieja milica.

Carmen  Funes  precursora del petróleo en Plaza Huincul,
Toda una vida al servicio del país


La india, la gaucha junto con la cautiva y la fortinera fueron  las mujeres prototípicas que habitaron el “desierto pampeano del siglo XIX”.


























El  desierto durante gran parte del siglo XIX se iniciaba según la mayoría  de los autores en el río Salado,  pero con el transcurso de la centuria se fue corriendo  por  una hileras de pobres fortines y, se prolongaba, interrumpida por algún manchón de población pionera,  hasta los confines cordilleranos.

Todas estas mujeres tuvieron un denominador común, cada una al lado de su hombre, sea criollo o indígena, simple gaucho o soldado,  por voluntad u obligada,  contribuirán a conformar los primeros centros urbanos e incorporar esa tierra, por siglos considerada botín de guerra,  a la nueva patria que se estaba construyendo.

Cuando las leyes comenzaron a reclutar a los gauchos para el servicio militar en los fortines, por el cargo de vago y mal entretenido, la mujer criolla partió detrás de sus hombres, ya fueran marido o hijos, convirtiéndose en fortinera.

Al comienzo esos fortines conformados por un perímetro de palo a pique, y rodeados de fosos secos, con un par de ranchos que actuaban como comandancia, arsenal y barracas, custodiados por los infaltables mangrullos, solo contaron con una tropa en su totalidad masculina. Pero de a  poco se fueron sumando algunas mujeres, acompañando hijos, maridos o padres.  
Al comienzo el poder militar las aceptó de mala gana, y las destino a cocinar, lavar y remendar  uniformes, curar enfermos, asistir a los bailes pero también a los velorios y  rezar por el alma de los difuntos, entre otras tareas históricamente rotuladas como femeninas.
Ante las condiciones desdichadas a las que se  sometía a la tropa, cuando las deserciones comenzaron a diezmar el ejército improvisado, los mismos comandantes fueron dándole otro valor a “la chusma” que los seguía. Así  calificaron al comienzo, a las mujeres y los niños. De a poco fueron ganándose el ser consideradas parte de la tropa.







Fotografía de fortineras.
Fotolog del Ejército Argentino
Otras veces las avanzadas sobre los toldos encontraban solo mujeres y niños, ya que los hombres diestros jinetes lograban escapar ante la entrada del huinca. Esta situación hizo que se le diera a elegir a las chinas unirse en cristiano matrimonio con los gaucho-soldados que llegaban, para evitar quedar como prisioneras. Así lo representó el escultor Lucio Morales Correa, en su "Cautiva al revés".
El Estado termina favoreciendo  a estas “familias militares”,  las provee de raciones en los campamentos, de caballos en caso de viaje y se encarga de la educación de los hijos. Es que se dieron cuenta que estas familias que se habían formado por mujeres corajudas que llevando en brazos aún a sus hijos lactantes y que les siguieron pariendo y cuidando la prole a aquellos gauchi-soldados, se habían  constituido en el único sentido de lucha y regreso al fortín para aquellos verdaderos condenados, como dice Martín Fierro.
En su paso al cuartel aquellas mujeres perdieron sus nombres originales, todas terminaron llevando sus apodos, como “La Siete ojos”, “La Mamboretá”, “La pocas pilchas”, “La Pasto Verde”, y “La Mamá Carmen” entre otras muchas.

El velorio del angelito,  los bailes, las reuniones de juego de naipes, de la  taba, juegos de pato, carreras cuatreras, sortija y riñas de gallos eran motivos convocantes para los gauchos. En todas estas escenas han quedado inmortalizadas también las mujeres, casi siempre acompañando, con mate en mano. Como se puede observar en el cuadro de Juan Camaña. "Soldados de Rosas jugando naipes" de 1852 que se encuentra en el Museo Histórico Nacional. Bs. As.
Dato poco conocido es que la llamada “Conquista del Desierto”  fue llevada a cabo por el Gral. Roca, con  6000 hombres y 4000 mujeres y niños, en 1879. 

Fue la culminación de una prolongada historia de relaciones ambiguas entre la sociedad blanca y los habitantes originarios de la Pampa y la Patagonia, separadas por una débil frontera armada por las líneas de fortines, que como dijimos anteriormente se fue trasladando con el tiempo. Pero a partir de la Organización Nacional se había decidido terminar con el indio, ya que éste se presentaba como un obstáculo para la inserción de nuestro país en el concierto de naciones, con el papel de productor agroexportador.

Como lo hiciera Oscar Campos en el cuadro de "La Bondad de Doña Carmen", patrimonio del Museo Carmen Funes de Cutral Co, a la izquierda incorporado en este texto también  en la obra de teatro que escribe Lilí Muñoz, que se estrenó el 15 de noviembre de 1997 titulada “Cuartelera”,  con la intención de rescatar y  ficcionalizar la vida de una  mujer que formó parte de la Conquista del Desierto, allá por 1879, ambas deja una semblanza de aquellas mujeres.  

Se trata de Carmen Funes de Campos, más conocida por su sobrenombre militar: “La Pasto Verde”. Ella se habría sumado a la tropa desde la columna que salió de Mendoza de muy joven y no quiso retornar,  luego de servir a la tropa se afincó en la zona que hoy se conoce como Plaza Huincul, en una aguada  en medio de la estepa desnuda. 

Era una constante que Doña Carmen, "La Pasto Verde", le contara a los huéspedes de su posta del olor a kerosene que tenía su aguada. Hasta que un día sus quejas fueron escuchadas y llegaron los ingenieros que encontraron Petróleo en Plaza Huincul.
Esa aguada situada a 105 km. de Neuquén y a 84 km. de Zapala, constituía el lugar obligatorio de parada y descanso entre ambos puntos para todos los viajeros de fines del siglo XIX y comienzos del s XX. 

Hoy,  a la vera de la ruta 22,en Neuquén, se puede ingresar al Parque Temático que reproduce aquella posta. Caminando por sus senderos, se puede recorrer la cocina, con su horno de barro, las habitaciones de huéspedes, el corral de sus cabritos y  se puede llegar al lugar de su tumba, desde donde permanece custodiando ese rinconcito de estepa desde 1916.

Con el objetivo de darle un lugar y un reconocimiento en la historia argentina, el Honorable Senado de la Nación convirtió en ley, el proyecto de autoría de la Diputada Nacional Alicia Comelli por el cual se declara monumento y lugar histórico nacional el sepulcro y las ruinas de los ranchos de la “Pasto Verde”.
La ley lleva el Nº 26.788, y en su artículo  declara "lugar histórico nacional, en los términos de la ley 12.665, el predio donde se ubican el sepulcro y las ruinas de los ranchos de La Pasto Verde, situados sobre la margen de la Ruta Nacional 22, al ingreso de la ciudad de Plaza Huincul".

ver link: http://aliciacomelli.com.ar/el-sepulcro-y-las-ruinas-de-los-ranchos-de-la-pasto-verde-son-monumento-y-lugar-historico-nacional/












 El lunes 22 de abril del 2013 junto a este cartel que distribuye las dependencias de la vieja posta, la Comisaria de la Mujer descubrió una placa con la letra de la canción a la Pasto Verde, copio link:

  http://www.noticiasdeplottier.com.ar/index.php/component/k2/item/3671-placa-en-memoria-de-la-pasto-verde-e-inauguraci%C3%B3n-de-la-comisar%C3%ADa-de-la-mujer.html


Retomando la obra de Lilí Muñoz, Cuarteleras, en la Escena II: frente a un espejo, las cuarteleras representan acciones femeninas como coser, peinarse, dar de mamar, preparar la comida; se prueban ropa, pero también limpian armas, curan heridos, forman fila, presentan armas y como vínculo entre ambos tipos de acciones hacen el amor en el suelo.
También el folcklore recuerda su figura en la zamba del poeta neuquino Marcelo Berbel.

LA PASTO VERDE
Aguada de los recuerdos, lejanos
Tapera de un dulce ayer,
Tiempo de la "Pasto verde",
Zamba del coraje hecho mujer.
Tiempo de la "Pasto verde",
Zamba del coraje hecho mujer.

Brava gaucha en los fortines, sureños,
Bella flor del jarillal,
Mil soldados te quisieron,
Pero la tierra te quiso más.


Sobre la reja, entre las piedras
Donde duerme tu voz,
Mi guitarra lloró.
Sola, esta zambita por las noches
Quiere darte luz,
Porque le duele que digan
Que el criollo neuquino te olvido.

Quién te llamó "Pasto verde", fresquita
Tal vez tu aroma sintió,
Poema de los desiertos,
Versos de un coplero que pasó.

Quizás hablen de tus años, de moza,
La aguada, el grillo, el zampal,
Años de lanza y romance,
Sangre que secó el viento al pasar.
En La Pasto Verde encontramos la alegoría del amor sin condiciones, ya que ella ama a Campos, el soldado al que siguió pero permanece en la Aguada, no lo sigue a cordillerear, cuando éste supuestamente deserta.
Carmincha, como  Campos llama a su amante, es metáfora de renunciamiento ya que no tiene fuerzas para dar vida al hijo que espera, sino que se deja secar porque ella era una cuartelera, una mujer-para-todo-uso, la maternidad no le estaba permitida. Se instala con fuerza la imagen del cuerpo, instrumento erótico, proveedor de placer, pero al que se le niega la posibilidad de ser portador de la vida.
La Pasto Verde según dice la tradición oral de la zona, muere de parto, pero también muere de amor, resabio de heroína romántica.
En el Museo Municipal de Plaza Huincul en la vitrina dedicada a ella aparece la foto de éste que sería su hijo predilecto dice un cartelito, pero no se sabe si se trata de un hijo verdadero o algún niño que adoptó como tal. Por su vestimenta, ese muchacho igual que La Pasto Verde se incorporó al ejército.

Esta presencia de mujeres en los fortines venía de mucho tiempo, Demare y Fregonese guionarán una vieja y recordada película nacional ambientada en las pampas en la época de Rosas, “Pampa Bárbara”, protagonizada por Luisa Vehil, Francisco Petrone y Enrique Muiño, en la que reflejan la historia de un comandante de frontera que iniciará una expedición hacia la pampa blanca para reclutar mujeres para afianzar así la permanencia de su tropa en uno de aquellos endebles fortines. Similar temática aborda la película "El último perro".

Las mujeres ya no sólo hacen lo que se espera que hagan, sino que también saben calzarse el uniforme, tomar el cuchillo, el fusil, subir mangrullos y hasta hacer disparar cañones cuando las circunstancias lo pedían. Existen relatos de un comandante que entre sus ordenes incluía “abajo las polleras”, lo que activaba a estas mujeres para meterse el uniforme y ocupar un lugar más en la tropa, que más no fuera para simular mayor número de soldados y así meterle miedo al indio. 

Muchas de ellas pudieron ser acreedoras así de pensiones de guerra y hasta recibieron cargos militares por sus hazañas.

Los viejos fortines se convirtieron en incipientes poblados y futuras ciudades, donde habitaron algunas viejas familias veteranas de las guerras contra el indio, entremezclándose con los nuevos inmigrantes que venían sedientos de cultivar nuestra tierra.

Con la Expedición del Gral. Roca se termina  la ocupación del desierto “bárbaro” por parte de un ejército que se creía portador de  “la civilización”, que venía a apropiarse de esas “tierras vacías” para ponerlas en producción. Se logró la unidad territorial, se efectivizó el control de ese espacio  por parte de las autoridades y  leyes de la Nación,  la tierra en parte se convirtió en premios militares, pero la especulación de los sectores allegados al poder terminaron concentrándola en grandes latifundios que siguieron  enriqueciendo a una élite patricia que  sembró castillos en medio de la llanura.

Se alambró la pampa,  los viejos fortines se convirtieron en ciudades, se trazaron ferrocarriles y líneas telegráficas  que unían fácilmente las regiones productoras con el puerto, se terminaron de determinar los límites con Chile, y lograrnos insertarnos en la organización mundial de la economía como país agroexportador. 

Cambió el paisaje, aparecieron los verdes de las arboledas, de los cultivos que abría el arado y  el de las pasturas artificiales para los nuevos ejemplares de ganado  que se mestizarán con nuestras viejas  razas,  para convertirnos en el granero del mundo.

Y como en otros momentos de la historia,  las mujeres volvieron a ser, “lo que debían ser”.  

Claro que siguieron acompañando al hombre,  pero en papeles más convencionales para mi gusto,  más ajustados a la mentalidad cristiano-occidental que  venera  a la mujer, en tanto madre y esposa.





FUENTES

Echeverría, Esteban. “La Cautiva”. Bs As. CEAL. 1987
Hernández, José. “Martín Fierro”. Bs.As. Colecciones Célebres. 1982
Lobato, Mirta Zaida (Dir.) “Historia con Mujeres. Mujeres con Historia”.1º ed. Bs As. Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras UBA.2008 /CD
Alimonda, Héctor y Ferguson, Juan. “La producción del desierto. Las imágenes de la Campaña del Ejército Argentino contra los indios, 1879”. En: htto://www.antropologiavisual.cl/Alimonda_&_Ferguson.htm
Vedoya, Juan Carlos. “La mujer en las Pampas”.  (En: Revista Todo es Historia. Dir. Félix Luna. Bs.As. Año VII. Nº95 Abril 1975)
Alonso de Rocha, Aurora. “Señoras y Señoritas. Un aporte a la historia de las mujeres bonaerenses”. (En: Revista Todo es Historia. Dir. Félix Luna Bs As Año XXIII. Nº 259.Enero 1989)
Pichel, Vera. “Las cuarteleras”. Bs. As. Planeta.1994. Colección Mujeres Argentinas dirigida por Félix Luna.
Martínez  Araoz, Gabriela. “Notas sobre la contribución de la mujer en la Conquista del Desierto”. (En: Academia Nacional de la Historia. Bs As. Congreso Nacional de Historia sobre la Conquista del Desierto. Ciudad Gral. Roca. 6 a 10 de nov. 1979. Bs As. 1980. Tomo IV.
Sarmiento, Domingo Faustino. “Facundo. Civilización y Barbarie”. 10ª edic. Bs. As.  Sopena. 1963
Rosasco, Eugenio “Color de Rosas”. Bs. As.  Sudamericana. 1992
Obligado, Pastor. “Tradiciones Argentinas”. Bs As. Hachette. 1955
Mac Cann, William.   “Viaje a caballo por las Pcias. Argentinas”. Busaniche traductor. 2º ed. Bs. As.  El Ateneo. 1939
Gutiérrez, Eduardo. “Croquis y siluetas militares”. Bs. As. Hachette. 1956
Jascalevich, Elsa “Mujeres Argentinas” (En: 500 años de Historia. Las Mujeres y sus luchas. Tomo 27.  Dir. Félix Luna. Bs As. Editorial Abril. 1988.)
Bonelli, Florencia. “Indias Blancas”. 1º ed. Bs.As. Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara. 2010. 2 tomos.
Siracusa, Gloria. “Pasto Verde: metonimia de una historia negada”. Revista Pilquen. Viedma enero-dic 2009. Facultad de Humanidades - Universidad Nacional del Comahue

 http://www.gauchogaucho.blogspt.com
Fuentes fílmicas
“Pampa bárbara”. Dir. Lucas  Demare y Hugo Fregonese. Argentina.1945.
Martín Fierro” Dir. Leopoldo Torre Nilson. Argentina. 1968.
FUENTES FOTOGRAFICAS
Propias en el Parque Temático La Pasto Verde y en vitrinas de la sala histórica del Museo Carmen Funes de la Municipalidad de Plaza Huincul.