Nuevo mural de Antonio Berni
en el Malba
El jueves 17 de octubre de 2013 se inauguró la exposición de un nuevo Mural de Antonio Berni, que había quedado oculto para el público en general al encontrarse en una quinta particular en San Miguel. Se exhibe en una sala del Museo de Arte
Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), en Figueroa Alcorta 3415 de la Ciudad de Bs As.
Desde octubre del 2014 hasta febrero del 2015 se presenta una retrospectiva sobre sus series Juanito Laguna, Ramona Montiel y sus Monstruos, con piezas traidas de EEUU, Bélgica y prestadas por instituciones publicas y colecciones privadas. Imperdible!!!!!!!!!!
No bien el público sube al primer piso y se deja llevar por la galería, un especie de magnetismo lo lleva directamente a encontrárselo frente a frente, junto con bosquejos y grabados de la misma temática.
Desde octubre del 2014 hasta febrero del 2015 se presenta una retrospectiva sobre sus series Juanito Laguna, Ramona Montiel y sus Monstruos, con piezas traidas de EEUU, Bélgica y prestadas por instituciones publicas y colecciones privadas. Imperdible!!!!!!!!!!
No bien el público sube al primer piso y se deja llevar por la galería, un especie de magnetismo lo lleva directamente a encontrárselo frente a frente, junto con bosquejos y grabados de la misma temática.
El mural, que no tenía nombre registrado, terminó llamándose "Mercado
colla" o "Mercado del altiplano"porque en él Berni "exalta la etnia americana y mestiza colla como arquetipo del norte
argentino, pero también de Perú y Bolivia, a la vez que rescata su cultura, su
forma de vida, sus vestimentas coloridas y sus labores", según dicen los restauradores y curadores del museo.
Junto con
el mural se exhibieron 15 aguafuertes realizadas en los años 40 (impresas
en 1951) cedidas en comodato por José Antonio Berni, hijo del artista;
además de un video documental realizado por El Pampero Cine, que mostrando el proceso de extracción del muro, traslado, restauración y
emplazamiento final en Malba.
El mural
Mercado Colla o Mercado del altiplano (ca. 1940) amplía la presencia de Berni
en
la colección de Malba, que guarda uno de los conjuntos más importantes del artista, con obras y períodos clave de su producción: el ciclo surrealista con piezas como Susana y el viejo (1931) y La puerta abierta (1932); el Nuevo Realismo con Manifestación (1934) y La mujer del sweater rojo (1935); sus series de Juanito Laguna y Ramona Montiel con La gran tentación (1962), el xilo-collage-relieve Ramona y el viejo (1962), El pájaro amenazador (1965) y Juanito dormido (1978); y Chelsea Hotel (1977) de su etapa en Nueva York, entre otras piezas centrales del artista.
la colección de Malba, que guarda uno de los conjuntos más importantes del artista, con obras y períodos clave de su producción: el ciclo surrealista con piezas como Susana y el viejo (1931) y La puerta abierta (1932); el Nuevo Realismo con Manifestación (1934) y La mujer del sweater rojo (1935); sus series de Juanito Laguna y Ramona Montiel con La gran tentación (1962), el xilo-collage-relieve Ramona y el viejo (1962), El pájaro amenazador (1965) y Juanito dormido (1978); y Chelsea Hotel (1977) de su etapa en Nueva York, entre otras piezas centrales del artista.
Este mural de 1,29 por 3,30 metros fue realizado con la técnica del
"fresco buono", mezcla de pigmentos con color y cal aplicada a la
pared con cal fresca, fechada entre 1936 y 1943, y tiene una temática
americana-indigenista. Había quedado documentado
fotográficamente en el archivo Berni de la Fundación Espigas.
Hace un tiempo el ex-curador en jefe del museo Marcelo Pacheco se acercó a una quinta de la localidad de San Miguel (Pcia. de Bs As) para certificar la autenticidad
del mural. En octubre
de 2012 la obra se constituye en la primera compra realizada por el Comité
de Adquisiciones de Malba (CDA). La negociación con su ex dueño, el titular de una importante firma farmacéutica se cerró en 110 mil dólares, aunque el valor final con el mural ya restaurado es
de más de 1 millón y medio de pesos.
Era un
mural exterior, tenía una gran rajadura en un
ángulo, estaba despintado en varias zonas y hasta se había construido una
ventana en medio."Hubo que extraerlo de la pared en que estaba y reparar los daños, un
arquitecto y un grupo de profesionales se encargaron de comenzar la
restauración en la quinta y luego la finalizaron en el museo".
Durante
seis meses, un destacado equipo de profesionales argentinos, encabezado
por la restauradora Teresa Gowland de Frías y el arquitecto Marcelo L.
Magadán, trabajó con las mejoras técnicas de traslado y restauración hasta
su emplazamiento final en una de las salas del museo.
Antonio Berni fue un gran artista, que durante su larga vida, desde 1905 a 1981, recorrió una amplia búsqueda estética que lo hizo incursionar desde el realismo, surrealismo, collage, muralismo, etc., etc. siempre con una gran sensibilidad por las problemáticas sociales.
En referencia a los murales el artista escribió en 1942: “La
pintura mural debe ser cuidada y mantenida en su pureza, porque ella tiene
valores públicos de cultura, como lo tienen los monumentos de la ciudad.
La pintura mural cumple una misión distinta a la que puede ejercer la
pintura de caballete: individual y de uso privado. La pintura mural tiene
su porvenir en el futuro inmediato, y ya lo tiene hoy cuando las grandes
muchedumbres se ubican en un plano positivo como elementos participantes
de la cultura”.
Se desconoce
la fecha de su ejecución, pero se calcula que podría haber sido hecha
entre 1936, cuando Berni realizó su primer viaje por el
Noroeste Argentino, y 1943, luego de su segundo viaje por la Puna, en el
que pasó por Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, gracias a una beca de la
Comisión Nacional de Bellas Artes para estudiar las tipologías de las
culturas coloniales y precolombinas en Latinoamérica.
El mural pertenece a
una época clave en la producción de Berni en la que refuerza su compromiso
con la realidad social. La pieza se inscribe dentro del “Nuevo
Realismo”, doctrina estética que el artista inició en 1934, luego de la
visita al país del mexicano David Alfaro Siqueiros. Período
clave: en la misma época en que el rosarino pintó este mural, creó también
otras obras fundamentales para el arte argentino: Manifestación
(colección MALBA), y Desocupados (colección particular), las dos de 1934, que fueron rechazados por el Salón Nacional y Chacareros, que pudo ser expuesta porque en el centro de la composición ubicó una mujer con un niño en alzas, que hizo pensar al jurado en las madonnas renacentistas y abstraerse del resto que correspondía claramente al conflicto relacionado con el Grito de Alcorta.
Recordemos que
Berni refuerza su visión del arte comprometido con la realidad social
al integrar con Lino E. Spilimbergo, Juan C. Castagnino y
Enrique Lázaro, el equipo que ayudó a Siqueiros a pintar otro mural que estuvo
escondido en otra quinta, en Don Torcuato, "Ejercicio plástico", que, tras
una historia accidentada, hoy se exhibe en el Museo del
Bicentenario. (ver artículo del Mural del Bicentenario en este blog)
En esos años, Berni
había descubierto el NOA del país y, a partir de 1936, realizó un
conjunto de obras dedicadas a la exaltación del carácter de la
Puna y sus habitantes. Significó el encuentro con la raza indígena y con
una cosmovisión común a gran parte de los países de la región. De
esta temática, Berni pintó además un mural en la entrada de su casa (ca.
1940), supuestamente destruido; los grandes óleos Jujuy (1937), hoy colección
del Museo de la Patagonia Francisco P. Moreno, Bariloche; y Mercado
indígena (1942) desaparecido; tres acuarelas tituladas Boceto de
composición (1942) y otras dos, Apuntes de paisaje (1943), además de dos
óleos, Coyas en el Altiplano (ca. 1940-1942) y Boceto para
Mercado indígena (1942), todas de la colección del Museo Nacional de
Bellas Artes.
En Mercado colla o Mercado del altiplano, el artista exalta la etnia americana y mestiza colla como arquetipo del Norte Argentino, pero también del norte chileno, Perú y Bolivia, a la vez que rescata su cultura, su forma de vida, sus vestimentas coloridas, sus labores y su forma de comercio en su entorno geográfico: el paisaje árido de montañas del altiplano de la Puna y el poblado de arquitectura colonial-española.
No te olvides que hasta fines de febrero del 2015 se presenta una retrospectiva del autor haciendo hincapié en sus series Juanito Laguna y Ramona Montiel y favorita de los chicos "Los Monstruos", con obras que se encontraban en EE UU, Bélgica, España, tanto en Museos como en colecciones particulares, imperdible, lo más destacado es la exhibición de los tacos de los grabados, donde por supuesto también incorpora objetos poco ortodoxos según las técnicas de grabado clásicas. Una ocasión para acercar a los niños al arte, es hermoso verlos agachándose para ver detalles, preguntando sobre Juanito, salen fascinados.
En Mercado colla o Mercado del altiplano, el artista exalta la etnia americana y mestiza colla como arquetipo del Norte Argentino, pero también del norte chileno, Perú y Bolivia, a la vez que rescata su cultura, su forma de vida, sus vestimentas coloridas, sus labores y su forma de comercio en su entorno geográfico: el paisaje árido de montañas del altiplano de la Puna y el poblado de arquitectura colonial-española.
No te olvides que hasta fines de febrero del 2015 se presenta una retrospectiva del autor haciendo hincapié en sus series Juanito Laguna y Ramona Montiel y favorita de los chicos "Los Monstruos", con obras que se encontraban en EE UU, Bélgica, España, tanto en Museos como en colecciones particulares, imperdible, lo más destacado es la exhibición de los tacos de los grabados, donde por supuesto también incorpora objetos poco ortodoxos según las técnicas de grabado clásicas. Una ocasión para acercar a los niños al arte, es hermoso verlos agachándose para ver detalles, preguntando sobre Juanito, salen fascinados.
Fuentes:
http://quehacemosonline.com.ar/mural-indigenista-de-antonio-berni/
Yahoo noticias agencia EFE.
Revista Ñ
Mercedes Pérez Bergliaffa. Diario Clarín. Buenos Aires. 15 de octubre de 2013.