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domingo, 2 de junio de 2013

Macacha Güemes y las salteñas que actuaron en las guerras de la independencia americana.

El 7 de junio de 1866 muere en Salta,


Macacha Güemes, hermana incondicional de Martin Miguel de Güemes
En el arcón de los recuerdos los salteños guardan con especial cariño las figuras de algunas mujeres que abandonaron su tranquilo rol de esposas y madres para luchar codo a codo con los varones por la libertad de nuestra patria. Ellas fueron entre otras Macacha Güemes, Juana Moro, Martina  Silva, María Gertrudis Medeiros Martínez de Fernández Cornejo, María Loreto Sánchez Peón de Frías, Carmen Puch y otras tantas anónimas, que a su modo, y de acuerdo a sus posibilidades, ayudaron a que aquel gran Plan Continental, que permitiera asegurar la independencia de toda Sudamérica, llegara a concretarse exitosamente.



En este detalle de parte posterior del pedestal del Monumento a Güemes 
y al pueblo salteño, en la ciudad capital de esa Pcia.
 aparece toda una familia comprometida en la lucha.


Algunas aprovecharon su encumbrada situación social y lucharon desde los salones para convencer a los de su clase de seguir la causa criolla, otras se infiltraron en los regimientos realistas y seduciendo soldados enemigos regresaban con información para nuestros generales.

Magdalena Güemes de Tejada nació en Salta el 11 de diciembre de 1787, hija de doña María Magdalena Goyechea y de la Corte y de don Gabriel Güemes Montero, tesorero de la Real Hacienda.
De una posición acomodada, recibió la educación habitual para las mujeres de su época, pero poseía cualidades propias que le permitieron descollar.

Con tan sólo 16 años, en 1803, contrae matrimonio con don Román Tejada, perteneciente a una antigua familia de Salta.

Con el primer estallido de la Revolución Americana Macacha organizó un sistema de inteligencia al servicio de los patriotas, compuesto por mujeres espías que asistían a los banquetes y fiestas con la mayoría de la alta clase, traidora y agodada, regalada a los Godos (españoles realistas). Allí conversaban con los oficiales españoles y vertían las infidencias de los imprudentes invasores, fascinados por las sugerentes salteñas de ojos y cabellos negros. Enviaban estos datos en mensajes que sus criadas escondían en los matorrales y los gauchos de Güemes retiraban por la noche.

                                                                                            Como aparece en la película "La Guerra Gaucha", la aristócrata cuidando y convenciendo al realista nacido en América, como los niños y aún el sacristán de la iglesita se convierten en agentes    para la inteligencia patriota.                                                                                                                                                                                                                                 El monumento al Gral. Martín Miguel de Güemes y al honor del pueblo salteño todos los 17 de junio se realiza un homenaje al Héroe Gaucho en las luchas por nuestra independencia.  Éste fue  realizado por el escultor Victor Gariño en  1931 en Salta capital. Todo salteño de ley concurre a la vigilia la noche anterior esperando el desenlace de la muerte del caudillo ya sea en Salta capital o en la réplica que se encuentra en la Costanera Norte en Bs As. para los que viven en es esta ciudad.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       La acción de Macacha en favor de la causa patriota hizo que convirtiera su casa en un taller de confección de uniformes para los soldados conocidos como los Infernales de Güemes.   Guardamonte, chambergo de ala ancha  y poncho rojo. Que todavía les gusta lucir a los paisanos salteños más tradicionalistas. 
Por ejemplo Don Damián de Amblayo que me prestó sus pilchas gauchas para la composición con la que inicio este artículo.


 En 1815, Macacha realizó  gestiones para lograr la firma del Pacto de Los Cerrillos, luego de la delicada situación surgida entre el Gral. Güemes y las fuerzas de Buenos Aires que respondían al Gral. Rondeau.

Ella fue la más entusiasta colaboradora de su hermano y supo sacar partido de su noble inteligencia y posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas que ocupaban la ciudad de Salta y Güemes los combatía con todos los medios a su alcance, ella ejerció con sutil arte de seducción tareas diplomáticas en defensa de la causa revolucionaria.


Tanto Belgrano como San Martín valoraron el accionar de los Infernales, asignándoles una guerra de desgaste y de distracción frente a las fuerzas realistas, su fortaleza estaba en el conocimiento del terreno y su destreza como jinetes. Esto posibilitó que el Gral. San Martín pudiera cruzar la cordillera y sorprender al enemigo llegando a Lima, centro político militar duro de los realistas, donde menos se lo esperaban. 


Magdalena además participó de forma activa en la guerra gaucha que organizó Martín para defender la frontera. Cuentan que en una ocasión, un destacamento a sus órdenes retrocedía ante el enemigo, pero ella se adelantó y les gritó: ¡cobardes, vean cómo  pelean las mujeres en mi tierra! Empuñó su lanza criolla y se dirigió a todo galope hacia el enemigo. Los gauchos volvieron sus caballos y la siguieron hasta derrotar por completo a los realistas.

El General José María Paz en su libro “Campañas de la Independencia” (memorias póstumas) la describe como: “...mujer ambiciosa, intrigante y animosa, al paso que dotada de garbo y hermosura...”


El 7 de junio de 1821 por la noche Macacha se encontraba en su casa cuando arribó su hermano diciéndole que había recibido su mensaje. Cuando ésta respondió que no lo había mandado llamar, ambos se dieron cuenta del engaño realista. Güemes salió de la casa y en la esquina de las actuales calles Belgrano y Balcarce fue alcanzado por una bala que lo hirió mortalmente. Su hemofilia lo hizo agonizar por diez días.
Muere a los 31 años abrazado y bajo los cuidados de su hermana, después de haber participado de las invasiones inglesas ya que había sido enviado a Bs As a formarse en caballería y fue el artífice de un hecho insólito durante la segunda invasión cuando el río se retiro, encalló una embarcación enemiga y con su regimiento de caballería sitió e hizo rendir la tripulación inglesa. Compañero y subalterno de Díaz Vélez, Belgrano y San Martín, se le asigna la tarea de realizar la guerra de guerrillas con sus gauchos para descastar y distraer las tropas realistas, para que éstas mantuvieran su atención en el norte de nuestro virreinato y descuidaran Lima, a la que llegó casi sorpresivamente San Martín. 
En el Plan Continental programado desde Londres por Bolívar, San Martin y otras figuras masónicas Güemes constituyó una pieza fundamental para el logro de asegurar la independencia del subcontinente americano.

Ambos hermanos criollos de ley y defensores de los principios libertarios de la Revolución de Mayo y de nuestra Independencia. Fueron muy unidos en su vida, compartieron desde los juegos de infancia hasta las luchas por la Independencia, como en la muerte. Ella fallece un 7 de junio de 1866, en la misma fecha que él fue herido. Macacha veló por su hermano y lo vio morir  entre sus brazos. Así  representan  su última noche juntos, en un corto protagonizado por Alex Benn y Ana Celetano. 
 
Pero esto no la detuvo, tras el fallecimiento de su hermano, doña Magdalena Güemes intervino en la denominada "Revolución de las Mujeres" que, con el apoyo militar de Pablo Latorre, derrocaron al gobernador José Antonio Fernández Cornejo y propusieron como sucesor al José Ignacio de Gorriti.

Más tarde participó también en actos sediciosos contra el general Juan Antonio Álvarez de Arenales y nuevamente contra el General Fernández Cornejo.

Macacha ha recibido los apodos de “la ministra sin cartera”, "la madrecita de los desprotegidos”, porque supo vestirse  de Gaucho y recorrer Salta llevando ropa y comida a los humildes. Bella, seductora y con inteligencia de estratega, se brinda por entero a la misma lucha que  su hermano.

A pesar de la arbitrariedad del históricismo académico que suele olvidarse de algunos personajes, la tradición oral de la Provincia de Salta ha legado la imagen de una elegante muchacha, vestida como los paisanos que en momentos de apuro, montaba a caballo, recorría las filas, arengaba las tropas. Frente a los escuadrones gauchos, gaucheaba sin titubear. De niña cabalgaba en pelo, criada en el campo conocía a sus hombres y sus árboles, sus costumbres y sus voces.
Y hoy junio de 2016 se declara el 17 de junio como asueto nacional en honor del prócer gaucho Martin Miguel de Güemes.








Fuentes:
Cabrera, Ana María. "Macacha Güemes". Bs. As. Grupo Editorial Planeta Emecé. 2011 
Vitry, Roberto."Mujeres Salteñas", Salta, Editorial Hanne. 2000, pp. 139-140. Frías, Bernardo. "Historia del General de Güemes", Tomo I – Página 482.
CORNEJO, Atilio. “Historia de Güemes”. Segunda Edición. Salta, 1971.

domingo, 19 de mayo de 2013

La Fuente de Las Nereidas en Bs As.




En 1903 se inauguró 
la FUENTE DE LAS NEREIDAS
joya porteña creada por la escultora  Lola Mora


Este grupo escultórico debe considerarse el primer monumento público argentino encomendado a una artista mujer.

Dolores Mora de Hernández era el  nombre verdadero de esta artista. Nacida al sur de Salta, pero que se educó y realizó sus primeros pasos artísticos en Tucumán.

Luego de realizar carbonillas sobre los gobernadores tucumanos logró una beca para capacitarse en Italia. Allí realizó esta obra en  mármol blanco de Carrara en agradecimientos a quienes le dieron la oportunidad por ser becada para perfeccionar su técnica en una de las cunas del arte más importante, Roma. Allí la diseño y esculpió,  acompañó las piezas en barco hasta Bs. As., donde las ensambló. Ingenuamente Lola pensó su emplazamiento en la Plaza de Mayo, pero las esposas de nuestros gobernantes al ver la desnudes femenina cambiaron sus planes.

En 1903 fue emplazada en el Paseo de Julio en las calles Alem y Cangallo pero en 1918 fue trasladada a la actual Costanera Sur.

Hoy la encontramos en la entrada de la Reserva Natural de Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires que le aporta un entorno verde que contrasta de maravillas con el blanco mármol de carrara.





La fuente representa a las Nereidas, ninfas del mar con forma de mujer hasta las rodillas desde donde aparecen aletas de pez, sosteniendo una valva de mar que encumbra a Venus, diosa de la belleza y del amor. Es una alegoría del mito grecorromano del nacimiento de la  diosa Afrodita o Venus, según el cual este surgimiento se diera  de la espuma del mar.


Frente a los obstáculos y difamaciones para con su obra ella contestó:
 "Cada uno ve en una obra de arte lo que de antemano está en su espíritu; el ángel o el demonio están siempre combatiendo en la mirada del hombre. Yo no he cruzado el océano con el objeto de ofender el pudor de mi pueblo(...). Lamento profundamente lo que está ocurriendo pero no advierto en estas expresiones de repudio -llamémosle de alguna manera- la voz pura y noble de este pueblo. Y esa es la que me interesaría oír; de él espero el postrer fallo." 
Su imagen en uso de pantalones fue motivo de habladurías, sin pensar que no lo hacía por transgresión sino por comodidad para el trabajo.






Luego de desistir que fuera emplazada en la Plaza de Mayo, fue colocada en el Paseo de Julio (actual Avenida Leandro N. Alem) en la calle Cangallo (hoy Juan Domingo Perón). A la ceremonia no asistió ninguna mujer.







                                                 Inspirada en la Fontana de Trevi, la fuente se inicia con una gran valva marina que contiene las masas oceánicas de la que emergen los caballos, representación de los continentes, tratados de ser dominados por los hombres, los tritones.

Lola confeccionó esta alegoría en su fuente, con un excelso trabajo. Nada liviano, desde ningún punto de vista, porque necesitó de fuerza física para esculpir y de ánimo para enfrentar las críticas infundadas.



Pero la presión de las ligas moralistas obligaron a un nuevo  exilio, en 1918 terminaron colocándolas a orillas del Río de la Plata, donde el tiempo se encargó de rodearla de un exuberante verde, en  donde aún permanece.

El grupo escultórico de filiación renacentista y formas y texturas de estilo barroco, con una típica composición espiralada nos obliga a bordearla para recorrerla, mientras que deja una zona informe, es decir,  la apariencia natural sin trabajar, un toque del estilo  impresionista contemporáneo a Lola en Europa.

Venus resguarda el sueño de Buenos Aires, envuelta del fresco viento que llega desde la Reserva Ecológica Sur y el Río de la Plata y ennoblece las pasiones amorosas de los porteños.


                                                    Imagen de 1929


También sus esculturas pedidas para el Congreso de la Nación fueron exiliadas a una de las capitales más distantes de la nacional, San Salvador de Jujuy. En marzo de 2014 se intentó volverlas a traer en forma de réplicas para emplazarlas en las escalinatas sobre la calle Entre Ríos.


Lola fue una mujer que trabajó en forma infatigablemente. Su genialidad está presente con obras en el pasaje Juramento, detrás del Monumento a la Bandera en Rosario, en una fuente delante de la Universidad de Bahía Blanca, en la Casa de Tucumán en los relieves de los  frisos del patio posterior, en esculturas de la Independencia en San Miguel
de Tucumán, la estatua de Eco en el Zoológico de Bs. As., el grupo escultórico en recordación de Alberdi también en Tucumán, en el tintero presidencial, y contribuido en parte del Monumento de la Batalla de Salta, , entre otras muchas obras.

Si te interesa podes leer los artículos:

Réplicas de Lola Mora en el Congreso de la Nación
 Lola Mora
Las mujeres que descansan en La Recoleta