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sábado, 7 de octubre de 2023

El premio Nobel de la Paz de 2023 tiene cara de mujer


EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ 2023 FUE PARA Narges Mohammadi 


Narges Mohammadi, activista iraní detenida, fue distinguida con el Nobel de la Paz.


El premio Nobel de la Paz fue otorgado a la  iraní Narges Mohammadi, quien actualmente se encuentra encarcelada en Teherán. El jurado del Nobel la distinguió "por su combate contra la opresión de las mujeres en Irán" y "su lucha por promover los derechos humanos y la libertad para todos".

"Su lucha le costó,que  el régimen la haya detenido 13 veces, la haya condenado en cinco ocasiones y la haya sentenciado a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos"

Mohammadi, periodista y activista por los derechos humanos irani de 51 años, dedicó su vida a defender los derechos humanos en su país, oponiéndose al velo obligatorio o a la pena de muerte.

En los años 2000 se unió al Centro de Defensores de los Derechos Humanos, fundado por la también Premio Nobel de la Paz iraní Shirin Ebadi y del cual es hoy vicepresidenta, luchando entre otras causas por la abolición de la pena de muerte.

En su libro "White Torture" (Tortura blanca), Mohammadi denuncia las condiciones de vida de las prisioneras mujeres en las cárceles iranies, especialmente en aislamiento, abusos que ella misma afirma haber sufrido.

Tras su liberación bajo fianza, Mohammadi, se sumergió en una campaña contra el uso de la pena de muerte.

En noviembre de 2021 fue detenida cerca de Teherán, donde asistía a una ceremonia en memoria de un hombre muerto en 2019 durante una manifestación contra el aumento del precio del combustible.

La periodista fue condenada por última vez en enero de 2022 a ocho años de prisión y 70 latigazos.


El 16 de septiembre, ella y otras tres prisioneras quemaron sus velos en el patio de la cárcel, conmemorando el aniversario de la muerte de Mahsa Amini. Amini, era una kurda iraní de 22 años, que murió tras ser detenida por vulnerar presuntamente el estricto código de vestimenta para las mujeres, desatando un amplio movimiento de protesta en la República Islámica.


Mohammadi es la decimonovena mujer en recibir el Premio Nobel de la Paz y la segunda mujer iraní en lograr este honor, siguiendo los pasos de la activista de derechos humanos Shirin Ebadi, quien lo obtuvo en 2003.Ella fue también galardonada este año con el Premio Guillermo Cano a la Libertad de Prensa otorgado por la UNESCO. Además, en 2022 recibió el Premio al Valor de Reporteros sin Fronteras (RSF)

La sentencia fue criticada por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico, que la calificó de "otro triste ejemplo de los intentos de las autoridades iraníes de silenciar a valientes defensores de los derechos humanos". Amnistía Internacional la designó presa de conciencia y pidió su inmediata liberación. Reporteros sin Fronteras hizo un llamamiento en nombre de Mohammadi con motivo del noveno aniversario de la muerte de la fotógrafa Zahra Kazemi en la prisión de Evin, afirmando que Mohammadi era una reclusa cuya vida estaba "en peligro especial".​ En julio de 2012, un grupo internacional de legisladores pidió su liberación, entre ellos el senador estadounidense Mark Kirk, el exfiscal general canadiense Irwin Cotler, el diputado británico Denis MacShane, el diputado australiano Michael Danby, la diputada italiana Fiamma Nirenstein y el diputado lituano Emanuelis Zingeris entre otros muchos mensajes de apoyo.

A pesar de estar privada de su libertad, Mohammadi continuó informando sobre la precaria situación de los presos en Irán. Desde la cárcel, redactó numerosos artículos al respecto, a pesar de enfrentar maltratos y torturas, agravados por sus problemas cardíacos.La salud de Mohammadi declinó mientras estaba bajo custodia, y desarrolló una enfermedad parecida a la epilepsia que le hacía perder periódicamente el control muscular. Organizaciones como Amnistía Internacional llevan tiempo denunciando que Mohammadi está siendo torturada y que no recibe el tratamiento médico que necesita para el corazón y los pulmones. En febrero del pasado año sufrió de hecho un ataque al corazón y la fiscalía prohibió su traslado a un hospital.

Mohammadi es un símbolo de unas mujeres, las iraníes, que “han sido acosadas por su forma de vestir, y que sufren unas medidas legales y económicas cada vez más limitantes”

Mohammadi nació en ZanjanIrán. Asistió a la Universidad Internacional Imam Jomeini, donde se licenció en física, y se convirtió en una ingeniera profesional. Durante su carrera universitaria, escribió artículos sobre los derechos de la mujer en el periódico estudiantil y fue detenida en dos reuniones del grupo de estudiantes políticos Tashakkol Daaneshjuyi Roshangaraan ("Grupo de Estudiantes Iluminadores"). También participó activamente en un grupo de montañismo, pero debido a sus actividades políticas, más tarde se le prohibió unirse a las escaladas.

Trabajó como periodista en varios periódicos reformistas 

En 1999, se casó con su colega prorreformista Taghi Rahmani, quien poco después fue arrestado por primera vez. Rahmani se mudó a Francia en 2012 después de cumplir un total de catorce años de prisión, pero Mohammadi se quedó para continuar con su trabajo de derechos humanos. Mohammadi y Rahmani tienen hijos gemelos, Ali y Kianavive exiliado en París, con sus hijos gemelos, que no ven a su madre desde hace años.


El 10 de octubre de 2003, el Comité Noruego del Nobel otorgó a otra mujer, Shirín Ebadí el Premio Nobel de la Paz en
razón de "sus esfuerzos por la democracia y los derechos humanos", reconociendo su atención particular a la "lucha por los derechos de mujeres y niños". El Comité reconocía su "sensatez profesional" y su "valentía", afirmando que Ebadí "no ha prestado atención jamás a las amenazas a su propia seguridad". Shirin Ebadi es una abogada iraní que milita por los derechos humanos y la democracia. Fue la primera mujer iraní y musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz 

se convirtió en una de las primeras juezas de su país En 1975 fue la primera mujer iraní en acceder a la presidencia de un tribunal.Después de la revolución islámica de 1979, se prohibió el ejercicio de la función de juez a las mujeres, por lo que todas las juezas iraníes fueron apartadas del cargo y destinadas a trabajos administrativos. Ebadi fue designada secretaria del mismo tribunal que anteriormente presidía. Protestó por ello y obtuvo una promoción como consejera en el ministerio de Justicia. Insatisfecha, solicitó una jubilación anticipada que le fue concedida.

Ebadi tampoco pudo obtener una licencia para dedicarse a la abogacía hasta el año 1992, año en que pudo abrir un despacho propio, y mientras tanto escribió varios libros y publicó numerosos artículos en diversas publicaciones iraníes.

Tras varios años ejerciendo como abogada en juicios por asesinato y divorcio, comenzó a asumir también la defensa en casos con implicaciones políticas a escala nacional, ejerciendo como abogada en el asesinato del matrimonio Foruhar, o del estudiante Ezzatollah Ebrahimneyad, asesinado en el asalto de las milicias basiyíes a la residencia de estudiantes de la Universidad de Teherán en 1999. En el transcurso de este último expediente, Ebadí fue acusada de hacer llegar al presidente Jatamí indicios de la responsabilidad de agentes gubernamentales en el asesinato de estudiantes, por lo que fue detenida y pasó tres semanas en la cárcel en 2000, aunque su condena a cinco años de cárcel y la retirada de su licencia fueron revocadas.

Es cofundadora de dos organizaciones no gubernamentales: la Asociación de Defensa de los Derechos de la Infancia en 1995, de la que fue principal responsable durante cinco años, y el Centro de Defensores de los Derechos Humanos, establecido en 2001 con el fin, de acuerdo con sus estatutos, de proporcionar "defensa legal gratuita a los perseguidos por motivos de conciencia y políticos" y "apoyo a las familias de presos políticos y de conciencia", así como de "informar sobre los casos de violaciones de los derechos humanos en Irán".

Ebadí presentó al comité del Nobel un libro titulado Democracia, derechos humanos e islam en el Irán moderno: perspectivas psicológicas, sociales y culturales, en el que repertoriaba bases culturales para la democracia y los derechos humanos en Irán, desde la Antigüedad de Ciro y Darío hasta la nacionalización del petróleo en época contemporánea por el popular primer ministro Mohammad Mosaddeq.

La mujer en Irán

Es un hecho indisputable que en Persépolis, donde la piedra preserva las ideas e ideales de la antigua Persia, las mujeres están ausentes. Todas las finas estatuas allí presentes representan toros, manadas de leones, corceles y guerreros. Incluso los sirvientes que caminan tras el rey son hombres. Una parte significante de Persépolis, especialmente su decoración interna, fue destruida por Alejandro Magno y por eventos naturales, pero muchos investigadores argumentan que esas partes destruidas contenía pinturas de mujeres. Sin embargo, hay muchos otros lugares donde aparecen las mujeres persas

Algunos historiadores creen que Ciro II el Grande fue quien, 10 siglos antes del Islam, estableció la costumbre de cubrir a las mujeres para proteger su castidad. De acuerdo a esta teoría, el velo pasó de la dinastía Aqueménida a los Seléucidas helenísticos. Ellos lo llevaron al Imperio bizantino, de donde los conquistadores árabes lo heredaron, transmitiéndolo a todo el mundo árabe.

Por otro lado, las mujeres tuvieron un importante rol en la vida cotidiana en la Dinastía Aqueménida. Ellas trabajaron junto con los hombres y recibieron el mismo salario de los hombres.Las mujeres de la "alta sociedad" tenían incluso influencias en asuntos de Estado. Las mujeres de la familia real de Aqueménida tuvieron sus propios estados, y documentos que aún existen muestran su rol activo en la organización: Cartas relacionadas con un cargamento de granos, vino y animales, etc

La igualdad de género fue uno de los principios básicos de la cultura persa por siglos

Siglos después, en el amanecer del siglo xx, muchas mujeres modernas, que han viajado a través de Europa para recibir una educación a la occidental, vieron el velo como un símbolo anticuado. Su remoción, desde su punto de vista, era esencial para el avance de Irán y su disociación de la cultura Árabe-Islámica. Para sectores conservadores, las mujeres europeas eran un símbolo de desorden y herejía.

La revolución constitucional de 1905-1911 imprimió un giro a la vida de las mujeres.Las mujeres participaron en gran número y ganaron importantes posiciones para expresar lo que querían, incluyendo periódicos, escuelas y asociaciones que florecieron en el período de 1911 a 1924.

Pero la derrota de los constitucionalistas (1921-1925) y la consolidación del poder por Reza Shah (1925-1941) tuvo dos impactos contradictorios. Los diarios y grupos creados por mujeres fueron destruidos,mientras el Estado implementó reformas sociales como educación en masa y salario para las mujeres por su trabajo. Reza Shah además inició una controvertida política de «retirada del velo», prohibiendo usar el Hiyab islámico en público. Pero como otros sectores de la sociedad bajo esos años, las mujeres perdieron su derecho a expresarse y el disenso fue reprimido.

Con la revolución iraní de 1979, las mujeres perdieron aún más derechos, esta vez en favor del conservadurismo religioso. El Estado ordenó que la vestidura del hiyab era obligatoria para toda mujer, e implementó estrictos códigos religiosos. Frente a esta evolución, los sectores feministas se rebelaron y salieron a protestar a las calles.

Los principios de los años noventa vieron un incremento en el empleo para las mujeres Este incremento fue mucho mayor que la tasa anterior a la de la revolución. El gobierno apoya las carreras de las mujeres en determinados oficios. Por ejemplo, si una mujer quiere ser pediatra o ginecóloga puede serlo, pero el gobierno pone trabas si una mujer quiere ser ingeniera civil.[

En mayo de 1997, un gran número de mujeres participó en las elecciones presidenciales y la mayoría votó por Mohammad Jatamí, clérigo reformista que había prometido la reducción de la represión y la tolerancia de organizaciones independientes. Su elección abrió un período donde las mujeres pudieron expresarse libremente.La entrega del premio nobel de la paz a Shirin Ebadi, una activista de los derechos humanos y de la mujer en Irán, dio más ganas de participar a muchas mujeres.


Las protestas en las que se encuentra sumido Irán no parecen ceder. A más de 45 días de la muerte de Mahsa Amin, una mujer kurdo-iraní que murió tras haber sido arrestada por la policía de la moral de Irán por transgredir el código estricto sobre vestimenta que rige en el país, no cesa la ola de indignación que desataron las leyes sobre uso obligatorio de hiyab, la ferocidad de las fuerzas de seguridad y la represión por parte del gobierno en general.

Esta revuelta ha sido distinta. Hombres y mujeres de diversos orígenes étnicos han marchado bajo el estandarte de los derechos de la mujer. En todo Irán, multitudes han entonado los cánticos del movimiento de mujeres “Jin, Jian, Azadi” en kurdo y “Zan, Zendagi, Azadi” en farsi, que significan “¡Mujer, vida, libertad!”, con la premisa de que la libertad para las mujeres implica libertad para todos.

En las últimas semanas, valerosas colegialas y estudiantes universitarias han tomado la iniciativa y han alzado sus velos, han marchado por las calles y han ahuyentado a funcionarios públicos. La reacción represiva a esto han sido detenciones masivas y, según trascendió, el asesinato de cientos de personas, incluidas niñas.

Reclaman que haya cambios radicales, y no causa sorpresa que en la primera línea de las movilizaciones haya niñas y mujeres jóvenes. Jina, el nombre de Mahsa en kurdo, tenía apenas 22 años cuando murió mientras se encontraba bajo custodia de la policía iraní, y se ha convertido en símbolo de la injusticia de las normas restrictivas que el Estado impone a las mujeres. Durante la infancia, deben empezar a usar el hiyab cuando alcanzan la pubertad. Como mujeres adultas, se les sigue negando la posibilidad de elegir su vestimenta, lo cual impacta en su derecho a participar en todos los aspectos de la vida pública, como estudiar, trabajar o incluso dejar su hogar.

Podría ocurrirles, como le sucedió a Jina, que las arresten sencillamente porque un policía de la moral considera que la forma en que usan el hiyab no es “adecuado”. Podrían ser multadas o detenidas con el fin de “educarlas”, golpeadas, hostigadas y, si se considera que han protestado contra el código de vestimenta, incluso condenadas a prisión.

Las mujeres han cuestionado el código de vestimenta obligatorio durante décadas y ahora lo rechazan abiertamente en un acto de resistencia que consiste tan solo en salir a vivir sus vidas sin el hiyab. Si bien el código de vestimenta es la forma de discriminación más visible, es apenas un aspecto de la discriminación sistémica que enfrentan.

La crisis económica, que precede a esta revuelta, ha puesto al borde de la pobreza a una buena parte de la sociedad iraní, y esta situación afecta a las mujeres de manera desproporcionada. Las leyes y políticas de Irán son discriminatorias en cuanto al acceso de las mujeres al empleo, lo que incluye limitar las profesiones a las cuales pueden ingresar las mujeres y negar igualdad de beneficios a las mujeres que integran la fuerza laboral. Aunque más del 50 % de quienes se gradúan de la universidad en Irán son mujeres, la tasa de desempleo entre las mujeres supera en más del doble a la de sus pares hombres, una tendencia preocupante que incluso se ha profundizado desde la pandemia de Covid-19.

De hecho, la participación de las mujeres en la fuerza laboral en 2019 fue de apenas el 18% y se redujo al 14% en 2020. Por el contrario, la participación de los hombres fue del 72% en 2019, y bajó al 70% en 2020. En 2017, Human Rights Watch comprobó que era habitual que los empleadores publicaran búsquedas laborales dirigidas a hombres más que a mujeres, y algunos exigían el consentimiento escrito de esposos y novios, sin que exista una ley que prevea sanciones por estos actos manifiestos de discriminación.

En vez de abordar las dificultades económicas que enfrentan las mujeres y su falta de acceso equitativo a oportunidades para definir sus propias vidas, las autoridades iraníes están intentando obligar a las mujeres a contraer matrimonio a una edad más temprana y a tener más hijos para aumentar la población del país. Así como en un momento el gobierno recibió elogios internacionales por promover la planificación familiar, hoy las mujeres lidian con graves limitaciones en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos. Una ley sobre población sancionada en noviembre de este año prohibió la esterilización y la distribución gratuita de anticonceptivos en el sistema de atención de la salud pública a menos que la posibilidad de un embarazo amenace la salud de la mujer, y limitó incluso más el acceso al aborto seguro.

Esa misma ley estableció incentivos para el matrimonio temprano, como préstamos sin interés para jóvenes de hasta 25 años que se casen. En un contexto en el que muchas familias se ven empujadas a una situación de pobreza, podrían forzar a niñas y mujeres a casarse antes para tener una persona menos que alimentar. La información del propio gobierno muestra que el matrimonio infantil está en aumento. El código civil de Irán establece que las niñas podrán casarse desde los 13 años y los niños desde los 15, y prevé la posibilidad de edades incluso menores cuando medie autorización de un juez.

Una vez casadas, las mujeres y niñas a menudo sufren otros abusos. Las leyes de Irán otorgan a los esposos un control significativo sobre la vida de sus esposas. Conforme al Código Civil, el esposo tiene derecho a elegir donde vive el matrimonio y puede impedir que su esposa tenga ciertos empleos si considera que son contrarios a los “valores familiares”. La Ley de Pasaportes dispone que una mujer deberá obtener el permiso de su esposo para que se le otorgue un pasaporte y para viajar fuera del país.

Irán no cuenta con políticas para prevenir abusos, proteger a las mujeres y juzgar hechos de violencia doméstica, pese al número creciente de noticias sobre femicidios horrorosos y sobre mujeres que ponen en riesgo su vida para escapar de situaciones de abuso. En muchos casos de femicidio, los fiscales y los jueces no presionan para que se impongan penas adecuadas.

Hace más de 40 años, las autoridades iraníes intentaron excluir a las mujeres de la vida pública. Pese a la discriminación, las mujeres iraníes tienen un nivel educativo alto y han superado barreras en numerosos campos profesionales. Las mujeres han repudiado leyes y políticas discriminatorias, como el código de vestimenta y el acoso sexual, y han logrado algunas reformas. Pero también han enfrentado detenciones, torturas, encarcelamiento e incluso penas de muerte. Un hecho particularmente relevante es que las autoridades iraníes han encarcelado a quienes lideraron la campaña por “Un millón de firmas”, una iniciativa crucial por los derechos de la mujer que empezó en el año 2006 para obtener un millón de firmas de ciudadanos iraníes a favor de la igualdad de género.

Las niñas y las mujeres iraníes están protestando contra las normas discriminatorias y reclaman un cambio profundo para asegurar sus derechos y libertades fundamentales. Las autoridades iraníes —y el mundo entero— deben escucharlas.

martes, 11 de julio de 2023

Sor María Ludovica


Sor María Ludovica

 




Sor María Ludovica
Vida y obra de la Beata               

Sor María Ludovica de Angelis

Sor María Ludovica

Los hospitales suelen llevar nombres de renombrados doctores, de las colectividades de inmigrantes para los que fueron creados, y si fueron impulsados por alguna familia religiosa, probablemente, de su santo fundador. Pero en La Plata, Argentina, el Hospital de Niños  reconoce con su denominación a una hermana de la Nuestra Santa Señora de la Misericordia, la Beata Sor María Ludovica de Angelis.

El Hospital de Niños de La Plata nació en 1889, para atender a las crecientes demandas de la recién fundada ciudad de las diagonales, capital de la provincia de Buenos Aires. 

En Italia en los apeninos nace Antonia De Angelis en 1880 en la provincia de L'Aquila, en 1904  ingresó en el noviciado de las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia, en Savona y a los 27 años --dos después de ordenarse en la congregación--, viajó hacia Buenos Aires por breve tiempo y pronto  junto con cuatro hermanas, fue destinada al Hospital de Niños de La Plata. 

Sor María Ludovica



Sor María Ludovica
El Hospital era básicamente dos salas de madera con espacio para 60 camas de niños. Su misión tenía que ver con la cocina, la ropería, y la despensa pero pronto solicitaron que administrara el hospital, cosa que se concretó al morir la madre superiora.  Bajo su impulso, el hospital creció en camas, consultorios y tecnología, y se fue posicionando como una de las grandes referencias pediátricas del país.

Ella que al principio visitaba las salas de niños esporádicamente fue haciendo que éstas fueran haciendose más frecuentes logrando convertirse en una excelente colaboradora de los médicos.

Sor María Ludovica

En 1930 inaugura el pabellón de lactantes y en 1937 el de infecciosos.

A esta bajita y regordeta hermana le extirparon un riñón y tuvo  edema pulmonar perono dejó de trabajar, se hacía cargo de los niños abandonados y les enseñaba para ganarse la vida un oficio, además incorporó una escuela para que los niños internados no pierdan continuidad pedagógica.

La envian a Europa  para recuperar su salud y aprovecha para visitar asios e institutos para mejorar el hospital. 

En 1935 pide un terreno en City Bell para convertirlo en una granja para proveer a los niños internados y sus familias. Consiguió un carro donde cargaba frutas, verduras, huevos, gallinas y embutidos. Hacía conservas para todo el año.

Con ese mismo carro visitaba a familias adineradas, comerciantes y fabricantes de la ciudad para cobrarles una cuota mensual para colaborar en el sostenimiento del hospital.

Sor María Ludovica
Trajo de Europa la idea de crear un solario para niños con raquitismo y otras enfermedades óseas que inauguró en 1947 en Punta Mogotes. Lo visitaba dos veces por mes en una camioneta donde también llevaba niños para esparcimiento. Consiguió pescado en el puerto y estableció una escuela para aquellos huéspedes.

Organizó kermeses y festivales ampliando al hospital. 

También Sor Ludovica encabezó además la erección de una capilla que a su muerte pasará a ser nombrada como ella.

Falleció el 25 de febrero de 1962, después de décadas de entrega y servicio al Hospital de su ciudad adoptiva, que rebautizó su hospital de niños en honor a quien abnegadamente dio toda su vida por él.

Sus restos descansaron en el Cementerio Municipal en el Panteón de las Hermanas de la Misericordia.

El primer milagro que llevó al reconocimiento de Sor Ludovica como Beata involucra a una a niña Antonella Cristalli que en 1988 nace con espina bífida con los miembros inferiores severamente afectados. Los familiares de la niña buscaron las llaves del panteón donde descansaba Sor Ludovica y la pararon junto a su cajón y  pudo caminar, y que luego ante el malfuncionamiento de un riñón debía someterse a una operación para su extirpación, pero a último momento el riñón sanó.

Entre 1995 y 2003 el vaticano estudió ésta y otras curaciones cientificamente inexplicables y en 2004 Juan Pablo II la convierte en Beata.

Sor María Ludovica

En 2004 sus restos se transladan en procesión de la Capilla del Hospital a  la Catedral, donde  colocados en un altar diseñado a la derecha de la nave principal del templo, en una ceremonia que presidirá el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer 
en la capilla del Hospital de Niños,  quedó depositado el esternón de Ludovica dentro de un relicario. Cuando Juan Pablo II la beatificó   dispuso que se recuerde cada 25 de febrero a la religiosa italiana que pasó gran parte de su vida en la Argentina y desarrolló su labor misionera en la ciudad de La Plata, en el hospital que desde hace años lleva su nombre siendo su especial desvelo los niños desvalidos y enfermos. Su camarín en la catedral es una obra toda en madera es del escultor platense Gabriel Cercato y la talla de “Ludo”, también en madera, fue realizada por la hermana Marta Moroder, hija de Leo Moroder el gran artista que hizo las otras magnificas tallas de madera de cedro que están ubicadas en otros lugares de la Catedral.

Vitral en la catedral de La Plata



Otro caso se desarrolla e
n febrero del 2004 cuando nació en esa ciudad un nene con una severa deformación ósea llamada plagiocefalia (crece la cabeza y es casi imposible operar). Ante la desesperación de los padres, el neurocirujano del Hospital de Niños, les dijo que había que esperar un mes, hacer una cirugía muy riesgosa y luego, si todo salía bien, había que completar la corrección del cráneo con un casco ortopédico!!! Con este terrible diagnóstico los padres empezaron a invocar la ayuda de “Ludo”, le pusieron sobre el pecho un rosario que había estado en contacto con su ataúd y pusieron debajo de su almohada una estampita con su imagen. Al mes, repitieron la consulta y no había variaciones…continuaron los exámenes periódicos y no había alteraciones neurológicas…Asombrosamente y sin que nadie pudiera explicarlo, el cráneo del bebe empezó “autorreconstruirse”!!!!! y el 25-2-2005 aniversario de la muerte de Ludovica, el nene empezó a caminar sin ningún problema…Al año y a pedido de los médicos, repitieron los estudios y el cráneo era el de un chico normal.

https://www.facebook.com/watch/?v=683325638918123

Y así fue que el 17-7-2007 Ludovica inició su camino hacia la Santidad cuando el Arzobispo de La Plata monseñor Aguer, envió al Vaticano la documentación que avala el “milagrón de Ludo” sobre el niño. Si el Vaticano aceptara esta “curación científicamente inexplicable” como un milagro, Ludovica será la primera Santa Platense y la segunda Santa Argentina...Bueno…en realidad argentina y platense por adopción…


Sor María Ludovica


Vitrales en la Catedral de la Plata

martes, 13 de junio de 2023

Las mujeres en la vida del General Belgrano

 

Las Mujeres de Belgrano

Manuel Belgrano protagonizó historias apasionadas, en su lucha por la libertad de la Patria

 La primera mujer importante en la vida de Manuel Belgrano sin duda ha sido su madre, Doña María Josefa González Casero,   que atravesó dieciseis partos sobreviviendo trece hijos. Una mujer devota que supo mantener a su familia cuando su esposo fue injustamente a prisión.Seis años después de iniciado el juicio, y tras idas y vueltas epistolares de María Josefa, la Justicia absolvió al padre de Manuel. Pero la familia no recuperó todos los bienes embargados, ni el detenido su ánimo. Murió un año más tarde. Como todas las matronas de la época inculcó en su hijo una fuerte devoción cristiana, que no sólo lo reflejará en su vida sino también en su ejército, ya que cuando presidía las tropas de la Expedición al Norte hacía rezar a esos criollos, gauchos y  negros improvisados en soldados todas las mañanas con la convicción de transmitirles los valores de la fe y la moral. 

Se dice que  las mujeres significativas en la vida de Manuel rompieron cánones, se arriesgaron y dejaron sus marcas aunque no aparezacan en los textos de la historia nacional. No eran feministas, eran temerarias y osadas, fanáticas de la libertad en el más amplio de los conceptos, para un mundo actuado y contado solo por varones. 

Las Mujeres de Belgrano
En medio de la lucha en el Consulado Manuel conoció a Josefa Ezcurra quien acompañaba a su padre a esas reuniones, allí comenzó un idilio que fue interrumpido por los Ezcurra que creían que Belgrano no estaba a la altura de su hija, haciéndola casar con un primo comerciante próspero español. Pero producida la Revolución de Mayo éste se vuelve a su patria, abandonando a la joven patriota. 

Manuel Belgrano luchará como muchos porteños frente a las Invasiones Inglesas y tal vez se cruzó con Martina Céspedes y Manuela Pedraza, luego formará el grupo más radicalizado de nuestra Revolución de Mayo lo que lo llevará a convertirse primero en  vocal de la Primera Junta y luego en improvisado General para unir a Paraguay con las decisiones porteñas primero pero luego lo enviarán a enfrentarse con los realistas en el Norte.


Maria Remedios del Valle,

Hubo mujeres que abrazaron decididamente la causa patriótica, como María Remedios del Valle, parda y analfabeta, que tuvo un heroico desempeño en el Ejército del Norte acompañando a su marido y sus dos hijos, quienes lamentablemente no sobrevivirían a la campaña. . Pero María de  los Remedios no sería la primera ni la más aguerrida mujer que participó en nuestros ejércitos. Quedó probado, que madres, esposas, hijas o hermanas, se sumaban a los batallones militares, al comienzo relegadas por parte del ejército a tareas típicamente femeninas, pero cuando el peligro acechaba no dudaron en desenfundar las armas   activar cañones y otras actividades que quedaron registradas en los partes militares en las  guerras por la Independencia. María  combatió en el regimiento de artillería de la Patria. En una ocasión, siendo prisionera de los realistas, ayudó a escapar a los jefes patriotas y luego logró escapar ella. Peleó con agallas, asistió a los heridos y por esta razón Belgrano, que era reacio a incorporar mujeres, le dio el grado de capitana .Esto le valió el reconocimiento de la Cruz Roja Argentina al considerarla una de las primeras enfermeras argentinas.Esta hija de Buenos Aires, que perdió a su esposo e hijos en las guerras independentistas,e incluso sufrió azotes que marcaron su cuerpo para siempre, envejeció pidiendo limosnas delante de las iglesias o vendiendo pastelitos por la calle a pesar de haber participado como auxiliar de las Invasiones Inglesas y acompañar al Ejército del Norte (en la caída de Huaqui, la retirada del Alto Perú, el Éxodo Jujeño, las victorias de Tucumán y Salta y las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma). Un legislador en 1827 porteño ex combatiente de nuestras guerras por la libertad, Viamonte la reconoció e inició un proyecto para otorgarle una pensión, pero no fue fácil porque la legislatura de Buenos Aires no se quería hacer cargo de esta deuda de la nación, pero después de otro intento en 1828  María Remedios tuvo su merecido reconocimiento cuando le otorgaron el sueldo de capitana de infantería, 30  pesos mensuales que era lo que ganaba una costurera, porque salió  en su defensa  Tomás de Anchorena  . Luego fue ascendida a sargento mayor (entonces un grado de oficiales) en tiempos de Rosas. A pesar de todo fue de las pocas mujeres que obtuvo reconocimiento militar.

 La  convicción de Josefa Ezcurra la llevará  a viajar al Norte para estar con el General en un viaje de un mes. Se reencontró con Manuel, estaba sola, pero no era libre y compartieron ocho meses, además del Éxodo Jujeño y la batalla de Tucumán. En 1813, en esta última provincia, cuando el ejército se alistaba a perseguir a los realistas, se separaron cuando ella descubre su embarazo. Él le plantea que el campo de batallas no era un lugar seguro para criar a un niño. Pero no podía regresar en ese estado a Buenos Aires, así que se marcha hacia Santa Fé en donde un matrimonio amigo le da asilo para evitar las habladurías. Hubo un hombre mayor, que controlaba el ejército en Tucumán y que pudiendo o no reconocer y hacerse cargo deja a la embarazada sola, mira para otro lado y sigue con su vida. Cuando nace Pedro el recién nacido fue bautizado en la Catedral de Santa Fe y anotado como huérfano, aunque en su partida de nacimiento la madre figura como madrina de bautismo. Josefa entonces escribe a su hermana que recién se había casado con Juan Manuel de Rosas para que lo adoptaran y así llegó el hijo de Belgrano a ser criado y educado por la familia Rosas. Siempre cerca de su "tía Pepa".

Pedro Rosas y Belgrano

Recién al cumplir su mayoría de edad el propio Juan Manuel a pedido de Belgrano le informa de sus verdederos padres. Desde entonces el joven comenzó a firmar Pedro Rosas y Belgrano.

Rosas le cedió a su hijo extensos campos en la zona de Azul, donde éste se instaló y donde transcurrió el grueso de su vida, dedicándose a la ganadería y a la milicia. Fue juez de paz y coronel comandante militar interino de Azul.

 Se casó con Juana Rodríguez en 1851. Su madrina de bodas fue María Josefa.

Las Mujeres de Belgrano
Para muchas mujeres, abrazar la causa patriótica fue no sólo donar sus joyas para las campañas militares, cantar el Himno, confeccionar uniformes, distintivos, banderas como lo cuenta la propia Mariquita Sánchez, sino también participar en los momentos previos de la revolución pudiendo tener acceso a las ideas criollas en su participación en tertulias, y después de la revolución también cumplir funciones, a veces peligrosas, como mensajeras, portadoras de documentos secretos, encargadas de las tareas de inteligencia y empuñaron armas frente a los realistas.


Las Mujeres de Belgrano
Manuel Belgrano en 1812 contó con el apoyo de un grupo de vecinas de Rosario encabezadas por María Catalina Echevarría de Vidal para la confección de nuestra Bandera Nacional. Tarea que les llevo cinco día de labor. María Catalina era hija de inmigrantes vascos. Conoció a Belgrano por medio de su hermano, Vicente Anastasio de Echevarría, un hombre de activa participación política en la época.
Los Echeverría hospedaron a Belgrano en su casa donde este había llegado para inaugurar un pequeño fuerte para contener el avance de los realistas. Dicha insignia patria se hizará frente a las barrancas del Paraná  el 27 de febrero en el poblado de la Capilla del Rosario, Pago de los Arroyos y allí estará como testigo María Catalina aunque no era normal participar a  las mujeres de este tipo de ceremonias . Aunque en esa oportunidad el Triunvirato no la acepta y le ordana a Belgrano que la guarde.



Juana Azurduy
Cuando la Primera Junta de Buenos Aires envió expediciones para ayudar a los pueblos altoperuanos en su lucha emancipatoria Manuel Ascencio Padilla  se presentó ante Manuel Belgrano como jefe del Ejército del Norte. La región altoperuana proclamó su adhesión y Manuel Padilla,  impidió la llegada de refuerzos españoles para auxiliar al gobernador de Potosí. Junto con su esposa Juana Azurduy. Entonces, la guerra en el Alto Perú se había convertido en guerra de guerrillas o de republiquetas, por estar al mando de caudillos locales. En este tipo de acciones irregulares, que poseen más decisión y audacia que recursos, las mujeres ocuparon un lugar preponderante.  Después de la batalla de Salta, Juana  formó y combatió con el batallón de los Leales, también integrado  por mujeres como Teresa Bustos de Lemoine y una treintena más conocidas como Las Amazonas. La guerra de guerrillas estaba formada por grupos pequeños que atacaban al enemigo por sorpresa, el conocimiemto del terreno les permitía retroceder cuando eran atacados o avanzar cuando los realistas huían. Con más bravura que armas, si bien tuvieron derrotas en batallas campales, lograron mantener a raya a las fuerzas realistas.

Las Mujeres de Belgrano
A la muerte de  Padilla Juana siguió combatiendo para defender la libertad y ya en 1816, comenzó a ser nombrada en los partes y misivas de guerreros patriotas y españoles. Se destacó su bravura en  batalla. Por esa acción, Belgrano le obsequió su espada y envió una carta al director supremo Pueyrredón para que le concediera grado militar. Recibió el grado de teniente coronela.

Juana se trasladó a Salta para combatir a las órdenes de Martín Miguel de Güemes.

Cuando San Martín se hace cargo del Ejército del Norte, decide cambiar la ruta de acceso a Lima, cruzando la cordillera de los Andes hacia Chile y navegar luego  hacia Pisco (Perú) para luego dirigirse hacia Lima, el bastión realista,   deja a Juana y  al Gral. Güemes para que con su guerra de guerrillas, aprovechando los conocimientos del terreno generen una guerra de desgaste, y a la vez, distracción del enemigo.

Las Mujeres de Belgrano
                                                                                   Las Mujeres de Belgrano


En 1825, el General Simón Bolivar la ascendió a Coronela. Y le estableció una pensión de 60 pesos y Sucre se la aumentó a cien, pero sólo la cobró durante dos años, porque los gobiernos posteriores, se la quitaron, las nacientes naciones se olvidaron del arrojo desplegado por las mujeres guerrilleras.
Tras la muerte del caudillo salteño Martín Miguel de Güemes,  quedó carente de recursos para volver a su patria chica.
Su vida entonces transcurrió en Salta reclamando inútilmente a Bolivia sus bienes confiscados. Recién en 1825, el gobierno salteño le otorgó dinero para su regreso.
Cuando Manuel Isidoro Belzu asume la presidencia le otorga una pensión, pero sólo le fue pagada durante algunos años.
Ya anciana, vende la hacienda que le quedaba en Cullcu y sumado a su pobreza se encuentra sola, debido a que su yerno es trasladado a trabajar fuera de la ciudad, para donde también parten su hija y nieta.
El 25 de mayo de 1862, cuando estaba próxima a cumplir 82 años muere. Su cortejo fúnebre estuvo integrado por unos pocos indios que llevaron el ataúd, el cura y el joven Indalecio Sandi, bisnieto de su hermana Rosalía, con quien compartió sus último días.

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Martina Silva de Gurruchaga, fue una salteña que a
dhirió a la causa independentista junto a su marido, y tuvo una activa participación en la vida política y militar de esa provincia..Colaboró económicamente con la causa de la independencia en Salta. Donó dinero personal, y también ofreció sus fincas al servicio de la revolución. 
En 1812, cuando los realistas ocuparon Salta, Martina Silva de Gurruchaga, junto a otras valientes mujeres como Gertrudis Medeiros, Celedonia Pacheco de Melo, Magdalena Güemes, Juana Torino, María Petrona Arias, Juana Moro y Andrea Zenarrusa, organizaron una poderosa red de espionaje que puso en jaque al ejército realista.

Eran las llamadas “bomberas”, valientes mujeres que llevaban información y datos secretos a las fuerzas patriotas corriendo grandes peligros en tan audaces lances. A la llegada del Gral Belgrano se sumaron a sus huestes  y además Martina bordó una bandera celeste y blanca para él quien la nombró como Capitana del Ejército. 


En 1814 nuestro gobierno envía a Manuel junto a Bernardino Rivadavia a Londres para conseguir el apoyo de las potencias europeas a nuestro movimiento revolucionario, pero la misión coincidió con la vuelta al poder de Napoleón y la formación del Congreso de Viena que pretendía retrotraer a Europa antes de la Revolución Francesa, emponderando a las monarquías.

Es en ese viaje en el que posa para hacer el retrato por el artista francés Francois Casimir Carbonnier que se encuentra abriendo el artículo

Durante sus tiempos libre se encontró con una francesa Isabel Pichegru quien se hacía pasar por hija de un importante general francés. Pero resultó una embustera profesional, una suerte de cortesana bien conectada con los hombres influyentes de Londres, que encandiló con su belleza y libertinaje a Belgrano. Tan prendada quedó del hombre, que lo siguió hasta Buenos Aires, aunque nunca más lo vio. Parece que ella le envía una carta para decirle que vendrá a  a buscarlo, pero Belgrano nunca la recibe. Y se fue al norte, conoció a Dolores y empezó otra historia.

De regreso de Europa se presenta ante el Congreso de Tucumán para impulsar nuestra independencia y el establecimiento de una especie de monarquía parlamentaria en la que el rey fuera un heredero Inca, propuesta que despertó gran oposición.

Las Mujeres de Belgrano

Manuel en el baile de celebración de la Independencia en San Miguel de Tucumán  conoce a la tucumana María Dolores Helguera hija de una familia de linaje.
Manuel vivió en la capital tucumana desde 1816 a 1819, mientras que María Dolores lo acompañaba y trataba de paliar sus enfermedades, pero la muchacha quedó embarazada y el general consideró peligrosa la situación para María Dolores y su futuro hijo. Ella vuelve a su casa y sus padres muy  rápido le encontraron un esposo para acallar las murmuraciones, un tal Rivas catarmaqueño, y allí se fue a formar una familia. En 1819 nace una hija a la que Belgrano no reconoció como legítima en su testamento aunque le legó un terreno en Tucumán. Mientras tanto Belgrano se traslada a Buenos Aires creyendo que en el calor familiar podría mejorar su salud que tan castigada había sido viviendo en tiendas de campaña que poco podían resguardarlo de las inclemencias y mal alimentado porque Bs As desatendía sus pedidos de víveres, abrigo y armamento para su ejército. Ya habían comenzado a aparecer los caudillos provinciales y los porteños van a querer hacer retroceder el ejército hacia Bs As para apoyar sus intereses. 
Las Mujeres de Belgrano

Su hermana Juana, compinche de juventud, velará por él hasta su último suspiro. Belgrano en su lecho de muerte  le pediría a su hermano y albacea, el canónigo Domingo Estanislao, “que pagadas todas sus deudas, aplicase el remanente de sus bienes a favor de una hija natural llamada Manuela Mónica que de poco más de un año había dejado en Tucumán” y que la criaran y educaran.

Manuela Mónica del Corazón de Jesús llegó a Buenos Aires en 1825, cinco años después de la muerte de Manuel, criada por su tía Juana y  su educación fue tutelada por su tío, el canónigo Domingo Belgrano cumpliendo así la última voluntad de Belgrano.


Al transitar los 15 años Manuela fue cortejada por su comprovinciano Juan Bautista Alberdi, pero contra todo lo esperado lo rechazó y optó por darle el sí a un primo, Manuel Vega y Belgrano, un pariente lejano, empresario radicado en la ciudad bonaerense de Azul.


Las Mujeres de Belgrano
“Mi corazón es franco y no puede ocultar sus sentimientos: amo además la sinceridad y no podría vivir en medio de la trapacería que sería precisa para conservar un engaño; sólo a las pobres mujeres he mentido diciéndoles que las quiero, no habiendo entregado a ninguna, jamás, mi corazón”, escribió Belgrano en una carta dirigida a Güemes tres años antes de morir, en diciembre de 1817.
Retrato de Zaida Souza perteneciente al Instituto Belgraniano de Monte Grande.