Los amores que encierra
Recoleta
Este cementerio creado en la década de 1820 por el ministro de gobierno B. Rivadavia, del gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez que se encontraba en una expedición al desierto, forma parte de una serie de medidas anticlericales. Así expropia los monasterios que no reúnen un mínimo de religiosos, por ej. lo hace con los franciscanos recoletos tomando sus propiedades y en parte de su campo santo y su huerto establece el primer cementerio público de la Argentina.
Antes las sepulturas se realizaban en las iglesias de acuerdo a lo generosos que habían sido en vida con la institución localizados en el templo o fuera de él, las personas no católicas podían elegir el tercer patio en esas grandes casonas coloniales, pero los sirvientes y esclavos terminaban en los huecos de las ánimas, así los llamaban a los baldíos donde se sepultaban esas almas, siendo la más famosa la esquina que hoy ocupa el Banco Nación enfrente de Plaza de Mayo. Para Rivadavia era un tema de salud pública, no obstante ser público sólo dejaron sepultar católicos hasta entrado el siglo aunque las colectividades de otras religiones fueron organizando sus propios campos santos.
Como no podía ser de otra manera en Recoleta el Mausoleo que se encuentra en la entrada del cementerio pertenece a la flia. Alvear, además de descansar el Brigadier Gral. José María de Alvear, el Intendente Torcuato, también se encuentra su hijo Marcelo T de Alvear quien de adolescente rebelde se sumo a la UCR contra su propia clase social, esa rebeldía juvenil lo llevo a ser presidente de la Nación por ese partido en 1922. Este joven aristocrático argentino fue durante muchos años un soltero muy codiciado en la sociedad porteña pero en uno de sus viajes a Europa se enamora de una cantante de ópera muy famosa Regina Pacini, la comenzó a seguir en sus giras entregándole flores, joyas, bombones por cinco años pero nada parecía conmover el corazón de la diva, hasta que Marcelo decide comprar todas las entradas de un teatro para tenerla en exclusiva solo para él, Regina recapacitó y decidió darle una oportunidad pero cuando terminara su gira. El período de noviazgo fue corto y pronto decidieron casarse.
Un Alvear con una "cantante portuguesa" no parecía cumplir con los mandatos socialmente establecidos, de hecho los Avellaneda que actuaron de padrinos y algún otro amigo fueron los pocos asistentes a su boda, tooooooooooooooda la familia Alvear en pleno estuvo ausente.
A Marcelo no lo afecto, el tenía su joya más preciada, una mujer que acepto dejar una brillante carrera internacional para casarse con él, teniendo que cumplir la promesa de nunca más cantar ante público ni aún en sus tertulias de amigos, Regina reservaba ese derecho sólo para Marcelo. Vivieron juntos durante 36 años, pero no tuvieron hijos. Marcelo muy enamorado, sin embargo, siguió manteniendo su depto. para encuentros con señoritas aún durante su presidencia.
Durante la presidencia de Agustín Justo, fue encarcelado. Y el
terrible verano del 1933, que Marcelo pasó preso en un barracón de la isla
Martín García, agobiado por los mosquitos y bañándose en una única canilla con
otros centenares de detenidos políticos, Regina cruzó más de cincuenta veces el
río en una barca, a veces desafiando furiosos oleajes, para llevar mudas,
comida y aliento a su marido. Junto a Regina tuvieron luego que exiliarse.
Alvear había perdido casi toda su fortuna, en parte por su vida de
lujos y placeres, en parte porque la política se la había comido. Al morir, le
quedaban Villa Regina, su residencia de Mar del Plata (hipotecada); Villa
Elvira (la hizo construir en 1942, la bautizó en recuerdo de su madre y sólo
vivió allí quince días), un auto Buick ’41 y un capital de 150.000 pesos, cifra
ya consumida por la inflación.
El 23
de marzo de 1942, Marcelo, fulminado por una crisis cardíaca, terminó sus días
en el el pueblo de Don Torcuato.
Regina
lo sobrevivió largos años a Marcelo. Se refugió en Villa Elvira, la residencia
familiar. Murió en 1965, a los 95 años. A pesar de la antigua oposición de los
Alvear, un arreglo previo entre la familia preveía que su féretro sería
depositado junto al de su marido. Sin embargo, por falta de un catre cercano,
el ataúd descansó varios años en el piso, como si el desprecio de su familia
política continuara aún dentro del mausoleo.
Al lado, la tumba de Facundo Quiroga que culmina en la Virgen Dolorosa, por el nombre de su esposa, Dolores. Primera escultura del cementerio y modelo otras muchas Dolorosas que se encuentran en ese cementerio. El Romance de María de los Dolores Fernández y Facundo Quiroga debe haber sido de tal magnitud, que le cambio la vida al riojano en 180 grados. Lo transformó a Quiroga en otro hombre. Quiroga y María, es otro ejemplo de que el amor, todo lo puede. Pasó de ser un mujeriego
empedernido, amante de cuanta mujer se le cruzara por el camino, jugador
compulsivo, al punto de perder el dinero de un arreo de su padre en un
juego a los veinte años, y por vergüenza,
abandonar la casa paterna y alistarse en las filas de los Granaderos a
Caballo que preparaba San Martín en Buenos Aires. Para luego, con el
tiempo, casarse con María Dolores, y transformarse totalmente en excelente padre de familia. Para colmo del Tigre de los Llanos, solo tuvo hijas mujeres.
Caminando por el primer pasillo paralelo a la pared perimetral en una de las callecitas estrechas hacia el talud de ladrillos a la vista se encuentra la tumba de los O´Gorman. Pero hay discrepancias sobre si estarían sus restos o no, como se ve en la película Camila y Uladislao son fusilados en Santos Lugares y el libro del encargado del fusilamiento que obra en el Expediente de Caso O´Gorman en el Archivo General de la Nación, dice que colocaron sus cuerpos juntos en una caja de armas y sepultados en las cercanías, de allí que María Luisa Bemberg les hace decir en la última escena a Camila -¿donde estas? y la voz de él responde -"a tu lado". Sin embargo hay historiadores del cementerio que aseguran que hay documentación respaldatoria de que la familia habría reclamado los restos de Camila y descansaría dentro del panteón familiar, a pesar de haber vivido una historia de amor prohibido, lo que no era tolerado por la sociedad de entonces que una de las hijas de la aristocracia porteña viviera como barragana de un curita de provincia, esa sociedad sin embargo hacía oídos sordos a la situación de Elortondo que constituía parte de la curia porteña y vivía amancebado con una mujer que pasaba como su doméstica, pero una niña bien en esa situación era moralmente castigable. Fueron encontrados en Goya y cuando eran trasladados a Bs As la embarcación que los llevaba se avería y terminan en Santos Lugares. Camila le escribió a su amiga Manuelita por clemencia y ella se puso en campaña para adecuar una celda de la Casa de Ejercicios de la Madre Antula con biblioteca y un piano para su amiga y una habitación del cabildo blanqueada y con libros para Uladislado. Pero la presión periodística principalmente de los unitarios hizo que Juan Manuel de Rosas tomara la decisión de fusilarlos.
En el mismo pasillo se encuentra el panteón de los Ezcurra donde en algún momento estuvieron tanto Encarnación como Josefa, pero cuando fueron expatriados los restos de Juan Manuel de Rosas los restos de su esposa se trasladaron a su lado. Ambas tuvieron historias de amor con hombres muy poderosos.
Josefa había sido casada con un comerciante español que después de la Revolución de Mayo decidió volverse, ella quedo en Bs As y se produjo una separación de hecho. En las tertulias conoce y se enamora de Belgrano, luego éste es enviado a la Expedición al Norte y ella lo sigue hasta que queda embarazada. Él le pide que se vuelva a Bs As pero ella no podía aparecer en ese estado, paso por una estancia amiga en Santa Fe y tuvo al niño y le escribe a su hermana que recién se había casado con JM de Rosas para que lo adopten. Así Pedro Rosas y Belgrano fue criado por la pareja como su primer hijo.
Encarnación y Juan Manuel se gustaron y empezaron a frecuentarse pero dicen que la madre de J. Manuel la consideraba fea y hombruna por lo que la rechazaba. Entonces Encarnación escribió a su amado, con su acuerdo, y le recomendó que dejara la carta a mano de la curiosa madre, en la que dejaba deslizar que tenía unos meses de retraso en su regla. Ante esa noticia las madres de ambos se reunieron y decidieron un pronto matrimonio, y así ambos lograron su objetivo.
Sin duda el matrimonio de San Martín con la joven Remedios de Escalada no fue el único matrimonio entre una señorita de lo alto de la sociedad
con uno de los héroes de nuestra guerra por la Independencia. Cuando Ángela Baudrix se casó con Dorrego en 1815 tenía 20 años y era
hija de una familia rica que vivía en una lujosa quinta en San Isidro.
Cuando lo fusilan a Dorrego en 1828, los bienes heredados ya no existían
más, y
Dorrego no dejó nada importante: se calcula que unos 24.000
pesos, que aún para aquella época era muy poco.
Ángela tenía derecho a dos ayudas: una, como viuda de un coronel del
ejército de la guerra de la Independencia y, otra, por haber sido esposa
de un gobernador. Le negaron ambos beneficios. El de la guerra porque
el país no estaba todavía organizado y decían que la provincia de Buenos
Aires no tenía por qué pagar por la Nación y el de viuda de un
gobernador, porque esto no estaba legislado.
Rosas, para que pudiera mantenerse, le consiguió un trabajo en la
Ropería de Simón Pereyra, proveedor oficial de los uniformes del
Ejército. Angela trabajó de costurera hasta su muerte. Mientras que le
consiguieron ese trabajo, su cuñada Dominga Dorrego de Miro la sacó de
la indigencia y le permitió sobrevivir.
Enfrente se encuentra Mariquita Sánchez de Thompson y
Mendeville que tuvo dos grandes historias de amor. Muy joven se enamoro de Martín Thompson un primo tercero de su edad que se desempeñaba como guardacostas, pero sus padres como era habitual ya habían pensado en su candidato a casamiento, un señor mayor, comerciante como su padre, que la pudiera auxiliar para mantenerse en el rubro. Mariquita se negó y solicitó a los funcionarios virreinales que anularán ese compromiso.
Eso le valió ser encerrada en la Casa de Ejercicios Espirituales y a Martín lo mandan al Uruguay, sin embargo la leyenda dice que Thompson disfrazado de aguatero se encontraba con Mariquita. Por suerte el juicio que ella entablo contra sus padres triunfo, apoyado por la muerte de Don Cecilio que era el más opositor y en 1805 lograron casarse. Juntos lucharon durante las
invasiones inglesas, compartieron las tertulias de los revolucionarios de Mayo y luego Martín es enviado a Norteamérica para que reconociera nuestra independencia y comprara navíos para formar nuestra armada criolla. Lamentablemente es desautorizado por Bs As en las tratativas que llevo a cabo y comenzó a tener síntomas de una enfermedad mental que fue empeorando hasta que muere en Alta Mar y como era costumbre en aquel momento lo lanzan al mar. Mariquita queda viuda con cinco hijos y su mismo confesor le propone volver a enlazarse en matrimonio. Lo hará con Washington de Mendeville, francés más joven que ella pero con un gran refinamiento. Compartían el gusto por la música y otras costumbres galas, él gracias a la influencia de Mariquita fue nombrado Cónsul francés en Bs As y su casa se convirtió en lo más refinado de Bs As pero pronto los gastos excesivos y otras conductas le depararon muchos sinsabores a Mariquita, que terminaron en su separación, disimulada por las
funciones diplomáticas del marido fuera del país. Quedaba así con tres hijos más que criar.
Y para cerrar vamos a hablar de un amor clandestino que tiene nada menos que el Gral Roca como protagonista, parece que no sólo le cae bien el apodo de zorro por su accionar en política sino también en aspectos del corazón. Roca tenía un entrañable amigo, Eduardo Faustino Wilde, a quien conocía desde sus tiempos de pupilos en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay. Este líder político se enamorará de la mujer de este amigo que fue profesor de la UBA; diputado nacional y provincial y periodista, actuó como su Ministro de Instrucción Pública de la 1a presidencia
de Julio A Roca ( 1880-1886) y bajo su mandato se promulgaron la
fundamental Ley 1420 de Educación ( laica, común, gratuita) tan ansiada
por Sarmiento y también la Ley de Matrimonio Civil. Wilde fue un muy
reconocido sanitarista que luchó sin pretender ningún pago en la
epidemia de fiebre amarilla durante la presidencia de Sarmiento. Al enviudar se
había casado con Guillermina de Oliveira Cézar cuando él contaba con 44 años y
ella 15, incluso Roca fue padrino de boda. Se cuenta que el viudo trataba a la joven como una especie de objeto
de adoración. “Contaban los amigos -relata Félix Luna- que Wilde tenía
una extraña costumbre: mostrar a su mujer durmiendo. Tan bella le
parecía, que a veces invitaba a sus contertulios a suspender las tenidas
nocturnas de cigarro y baraja para subir a contemplar el sueño de su
esposa”.
La adolescente que el general había conocido se había convertido
en una mujer muy sensual que no pasó inadvertida para este empedernido
cazador de corazones. No era solamente bella: era atrevida e
independiente en sus juicios. El general contaba ya con 50 inviernos y
estaba viudo; ella había llegado a los 25. Fue una atracción fatal que
explotó con el vértigo propio de un hombre decidido y una mujer ardiente
que no ponía límites. Fue la comidilla de todas las reuniones sociales parece que todo el mundo estaba enterado de este amor, menos Eduardo Wilde. Pero Roca se sintió acechado por los comentarios, por las ironías de la prensa, pero Wilde a pesar de los
rumores no dejó de ser su amigo y colaborador, pues se desempeñaba como
director del Departamento Nacional de Higiene, “El Zorro” comenzó a
percibir que la situación comenzaba a perjudicarlo. Estaba afectando su
autoridad, así como dañaba la reputación de Guillermina y el prestigio
de Wilde, entonces decidió retirarse de la vida pública y para apaciguar el clima y darle una salida elegante al caso, el
presidente le confió a su ministro una misión diplomática en Washington,
hacia donde partió acompañado por su mujer.
A Rufina Cambaceres seguramente fue una pena de amor la que terminó con su vida a corta edad. El día en que Rufina cumplía 19 años, su amiga íntima le reveló un terrible secreto: el novio de la joven era también el amante de su bella madre. El impacto de la confesión de su amiga le ocasionó un ataque al corazón y murió. Se trataba de don Hipólito Yrigoyen, quien después de un tiempo, tuvo un hijo con la viuda de Cambaceres.
Luis María Campos descansa en un Mausoleo cuyas esculturas recrean una historia de amor maravillosa.
Justa, su esposa le rindió un homenaje pidiendo al escultor pueda verse sobre el lateral izquierdo, de ella ofrendándole un ramito de jacintos como el que él le regalara el día que se conocieron
También en el Cementerio de Recoleta descansan los protagonistas de un triágulo amoroso: Domingo Sarmiento, su esposa Benita Martinez Pastoriza y su amante Aurelia Velez Sarsfield.
Y hasta los protagonistas de una gran tragedia que tiene como raíz el amor no correspondido que llevo al femicidio de una muchacha de la alta sociedad se encuentran allí, se trata de Felicitas Guerrero y Enrique Ocampo.
Fuente
Magnifica Buenos Aires
AGN