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viernes, 28 de junio de 2013

Juana Azurduy, heroína del Alto Perú, hoy Bolivia




Monumento a Juana de Ascencio Azurduy en Bs As.



El 12  de julio es el Día de las Heroínas y Mártires de la Independencia de América , 
en conmemoración al nacimiento de  Juana Azurduy de Padilla.




Con seguridad  puedo afirmar, que Juana  no sería la primera ni la más aguerrida mujer que participó en nuestros ejércitos. Quedó probado, que madres, esposas, hijas o hermanas, se sumaban a los batallones militares, al comienzo relegadas por parte del ejército a tareas típicamente femeninas, pero cuando el peligro acechaba no dudaron en desenfundar las armas,  activar cañones y otras actividades que quedaron registradas en los partes militares, no sólo de las guerras por la Independencia, sino ya antes, durante las invasiones inglesas. En ellas se destacan Manuela Pedraza y Martina Céspedes que obtuvieron reconocimiento militar. Luego en los enfrentamientos entre caudillos o en las expediciones al desierto también estuvieron presentes las mujeres. Porque como dice Luis Vitale constituimos "La mitad invisible de la historia" y aunque legalmente las mujeres fueron incorporadas como oficiales en las fuerzas armadas en la década de 1990, de hecho lo hicieron desde el comienzo de nuestra patria, tirando agua caliente a los ingleses en 1806/07 desde las azoteas, actuando como bomberas en las Guerras por la Independencia, y luego acompañando a sus hombres en las guerras internas, y en la Conquista del desierto, sin buscar ningún reconocimiento, ni "papeleta" que reconociera sus servicios.



JUANA AZURDUY  nació en  Sucre, Chuquisaca,  una de las ciudades del  Alto Perú (hoy Bolivia) que formaba parte del Virreinato del Río de la Plata, el 12 de julio de 1780.
Hija de hacendados, se crió junto a campesinos aymará. Luego huérfana se educó en un convento. Sin embargo la vida austera y rígida de las ordenes religiosas  no eran para ella.  Hasta ese momento su vida era tranquila como la de cualquier otra muchacha.
Conoce y se casa con el general  Manuel Ascencio Padilla, con quien compartía ideales de libertad, y ambos se suman a  la lucha y la guerra de guerrillas del Alto Perú, bastión de resistencia al ejército  realista, para impedir el avance de las fuerzas godas en el norte del antiguo virreinato. A esta estrategia se la conoció como Guerra de Republiquetas, en las que las tropas criollas conocedoras del terreno realizaron una guerra de desgaste frente al enemigo que usaba estrategias académicas. Las mujeres a la par de sus hombres, pariendo, criando hijos, infiltrándose en los campamentos enemigos aprovechando su belleza cautivante para extraer información que llevaban a los criollos. Pero  luego, como otras mujeres, Juana aprendió a usar la espada, la lanza y las boleadoras.

El 25 de mayo de 1809, justo un año antes del alzamiento de Buenos Aires, se sublevó el pueblo de Chuquisaca. Se destituye al virrey y se nombra gobernador a Juan Antonio Álvarez de Arenales. Es aquí donde aparece  por primera vez la figura guerrera de Juana. Y llega a quedar apresada junto con sus hijos por los realistas. Pero el mismo Manuel logra liberarla.

A la llegada del General Manuel BELGRANO, Juana y su esposo se presentaron ante él para prestar su colaboración. Juana logró reunir una milicia integrada por DIEZ MIL  lugareños, a quienes entrenó y denominó Leales. Con ellos, combatió en AYOHUMA, y pese a la derrota, BELGRANO le obsequió, debido al coraje demostrado en el campo de batalla, una espada que ella usaría de allí en adelante

 
Su acción más famosa se produjo cuando su marido le encomendó la defensa de la hacienda de Villar, mientras él dirigía un ejército hacia la región del Chaco. Los realistas atacaron Villar para cortar la retirada del general Padilla, y Juana lo defendió con sólo treinta fusileros. En uno de los asaltos mató ella misma al jefe de la fuerza enemiga y le arrebató una bandera que luego presentó a su esposo. Por esta acción en CERRO DE VILLAR, el 14 de septiembre de 1814, BELGRANO pidió al Director Supremo de las PROVINCIAS UNIDAS DEL RIO DE LA PLATA, Juan Martín de PUEYRREDON, que le concediera el grado de Teniente Coronela de los Decididos del Perú.
Juana engrandece su figura a partir del fallecimiento de su marido en 1816, en la batalla de Viloma.


Cuando San Martín se hace cargo del Ejército del Norte, decide cambiar la ruta de acceso a Lima, cruzando la cordillera de los Andes hacia Chile y navegar luego  hacia Pisco (Perú) para luego dirigirse hacia Lima, el bastión realista,   deja a Juana y  al Gral. Güemes para que con su guerra de guerrillas, aprovechando los conocimientos del terreno generen una guerra de desgaste, y a la vez, distracción del enemigo.

 En 1825, el General Simón BOLIVAR la ascendió a Coronela.

 Juana, vio morir a sus cuatro primeros  hijos de enfermedades tropicales, que llevaba junto a ella en el campo de batalla y combatió embarazada de su quinta hija que, en cambio, dejó al cuidado de campesinos. Cuando queda viuda y con su única hija, se trasladó a Salta y se unió en la defensa del Norte bajo el servicio de Martín Miguel de Güemes en donde se convirtió en una valiosa combatiente junto a él, quien en 1816, obtuvo permiso del director Pueyrredón para designarla teniente coronel con derecho al uso del uniforme y con todos los privilegios del rango.


Billete Argentino propuesto por ONGs que trabajan a favor de la equidad de género en Argentina, pero que finalmente fue desplazado por el que lleva el rostro de Evita.


Tras la muerte del caudillo salteño,  quedó carente de recursos para volver a su patria chica.
Su vida entonces transcurrió en Salta reclamando inútilmente a Bolivia sus bienes confiscados. Recién en 1825, el gobierno salteño le otorgó dinero para su regreso.
Cuando Manuel Isidoro Belzu asume la presidencia le otorga una pensión, pero sólo le fue pagada durante algunos años.
Ya anciana, vende la hacienda que le quedaba en Cullcu y sumado a su pobreza se encuentra sola, debido a que su yerno es trasladado a trabajar fuera de la ciudad, para donde también parten su hija y nieta.
El 25 de mayo de 1862, cuando estaba próxima a cumplir 82 años muere. Su cortejo fúnebre estuvo integrado por unos pocos indios que llevaron el ataúd, el cura y el joven Indalecio Sandi, bisnieto de su hermana Rosalía, con quien compartió sus último días.


La historia de Juana y otras  les permitieron escribir a Ariel Ramírez y Félix Luna, un álbum de Mujeres Argentinas, con  canciones a Juana Azurduy, Manuela Pedraza, Mariquita Sánchez, Guadalupe Moreno y otras tantas. 

Juana Azurduy flor del Alto Perú
No hay otro capitán más valiente que tu

Oigo tu voz más allá de Jujuy
Y tu galope audaz Doña Juana Azurduy

Me enamora la patria en agaz
Desvelada recorro su faz
El español, no pasará
Con mujeres tendrá que pelear

Juana Azurduy flor del Alto Perú
No hay otro capitán más valiente que tú

Truena el cañón, préstame tu fusil
Que la revolución viene oliendo a jazmín

Tierra del sol en el Ato Perú
El eco nombra aun a Tupac Amaru

Tierra en armas que se hace mujer
Amazona de la libertad
Quiero formar en tu escuadrón
Y al clarín de tu voz atacar

Truena el cañón, préstame tu fusil
Que la revolución viene oliendo a jazmín

Promuévese al grado de Generala post mortem a la Teniente Coronela Dña. Juana AZURDUY DE PADILLA.por su acción de guerrera heroica e indoblegable de la independencia, por su destacadísima actuación en las filas de nuestras fuerzas libertarias; y conferirle, en consecuencia, el grado de Generala, dice el decreto del 14 de julio de 2009, a través de la presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

El poder ejecutivo nacional de Argentina encargó al artista plástico Andrés Zerneri  realizar un grupo escultórico que tiene a Juana como protagonista principal.
El  presidente boliviano, Evo Morales  ha realizado la donación de un millón de dólares para este homenaje en bronce que sería instalado inicialmente en la Plazoleta que antaño tuviera al Cristóbal Colón, detrás de la Casa  Rosada. Pero después de mucha polémica terminó en la esplanada del CCK.  Zerneri trabajó en uno de los pabellones de  la EX ESMA




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