San Miguel, una ciudad bajo humo y cenizas
que afecta el patrimonio arquitectónico artístico
y la salud de su gente.
Los habitantes de San Miguel de Tucumán y sus alrededores están acostumbrados a respirar las cenizas que caen permanentemente sobre ellos, sus autos, edificios y monumentos, afeando la ciudad y generando detrimento en la salud de la gente, como consecuencia de un nuevo sistema de cosechar la caña de azúcar.
En este caso se puede ver el grupo escultórico dedicado a Juan Bautista Alberdi, tucumano, uno de los principales ideólogos de nuestra Constitución Nacional y del modelo de país puesto en marcha por los primeros presidentes argentinos; realizado en níveo mármol de carrara por la exquisita escultora argentina, Lola Mora, que ha sido cubierto para su protección pero que el depósito de cenizas sobre "esa protección" afea igualmente la obra.
Cañeros en Tucumán cosechan con fuego.
Lamentablemente cañeros inescrupulosos utilizan el fuego para pelar la caña, y así reducir sus costos laborales. Antes la fuerza humana separaba las hojas de la caña, la zafra tucumana era esperada por miles de trabajadores golondrinas.
Este sistema además de contaminar el aire de Tucumán, generando sobre la ciudad una continua nube grisácea-amarronada, en los últimos días ha generado varios "accidentes", como los que publica La Gaceta de Tucumán del día 28 de julio de 2013. Entre la docena de quemas registradas entre Concepción y Simonca, a pesar de las prohibiciones establecidas por el art 38 de la Ley Provincial Nº 6253 de Medio Ambiente, la fuerza del fuego tomó los cables de energía de TRANSNOA y dejó sin luz a 70.000 personas.Yo misma fui testigo de las columnas de fuego que se pueden ver a pocos metros de una autopista, parece que son o se sienten impunes, ya que ni siquiera lo hacen en zonas alejadas del público en general.
El que con fuego juega, con fuego pierde.
En esta fotografía de la misma semana, deja testimoniado el cambio de viento que tomó fuego al tractor del productor Enrique Sosa, en la zona de Yerba Buena cerca de Morteros, que sin duda ahora pensará mejor al momento de evaluar costos.
Una provincia donde su gobernador no impide este problema laboral, social, sanitario, y hasta turístico, me hace pensar: ¿no puede frenar este proceso infame?, calculo que las fuerzas policiales provinciales, el personal de medio ambiente provincial y municipal, y/o fuerzas de gendarmería podrían, recibiendo la orden de los gobernantes de la pcia., actuar en el cumplimiento de la ley arriba mencionada, para efectivizarla y evitar más accidentes.
Este problema plantea un gobernante en Tucumán que no le interesa ni generar trabajo genuino, continuando subvencionando el desempleo, utilizando a los pobres con fines clientelísticos, ni la salud, ni el medio ambiente del pueblo que dicen gobernar.
Deseando pronto cambio, espero encontrar en mi próximo viaje un cielo turquesa como caracteriza al resto del NOA en esta época del año.
Hoy 1º de agosto, día de la Pachamama, deberíamos reflexionar sobre como estamos tratando a nuestra Madre Tierra, pedirle perdón por los descuidos, la falta de escrúpulos en la utilización de los recursos que nos presenta, tomar en cuenta sistemas de producción sustentables e iniciar un proyecto para reducir el impacto negativo de la actividad humana, y comenzando por implementar mecanismos que eviten los desechos ni soluciones líquidas, materiales sólidos o gaseosos sin un proceso depurativo. Y por supuesto la casi inmediata puesta en marcha de las energías llamadas blancas o renovables que ya existen pero por intereses de las empresas multinacionales productoras de automóviles o combustibles fósiles no se promocionan.
Este Laocoonte, réplica antiquísima de una obra helenística, que se encuentra en el Parque 9 de
Julio de San Miguel de Tucumán, y que desde sus orígenes representa el dramatismo, además en San Miguel debe sufrir la lluvia permanente de cenizas de caña de azúcar, que la afea, sin duda.
Julio de San Miguel de Tucumán, y que desde sus orígenes representa el dramatismo, además en San Miguel debe sufrir la lluvia permanente de cenizas de caña de azúcar, que la afea, sin duda.
Aunque tal vez una de las menores consecuencias de este fenómeno, como admiradora del arte clásico, me dolió un poquito encontrarlo así.
Es un contraste muy grande ya que en esa provincia todavía es posible encontrar en los cerros apachetas, en las que los pobladores hacen sus ofrendas a la Pachamama para lograr la prosperidad de sus majadas y sus sembradíos, o su pedido de permiso para cazar, continuando las viejas tradiciones de equilibrio entre el hombre y la naturaleza.
Es un contraste muy grande ya que en esa provincia todavía es posible encontrar en los cerros apachetas, en las que los pobladores hacen sus ofrendas a la Pachamama para lograr la prosperidad de sus majadas y sus sembradíos, o su pedido de permiso para cazar, continuando las viejas tradiciones de equilibrio entre el hombre y la naturaleza.
Fuente
La Gaceta Tucuman 28 de julio 2013
